El buque insignia de la Flota del Mar Negro de Rusia, el crucero de misiles Moskva, se hundió el jueves por los daños sufridos por un incendio a bordo luego de lo que el Ejército ucraniano dijo que fue un ataque con misiles de crucero contra el barco.
Rusia señaló que se desconocía la fuente del fuego, pero que había provocado explosiones de municiones a bordo. Un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, informado por agencias estatales, dijo que el barco se hundió en un clima tormentoso debido a daños estructurales mientras era remolcado al puerto.
Independientemente de la causa del incendio, la pérdida del Moskva representa un golpe significativo para el Ejército de Rusia y compromete la seguridad de toda su Flota del Mar Negro. Los barcos rusos en el Mar Negro se han utilizado para disparar misiles de crucero contra ciudades ucranianas desde que comenzó la guerra, el 24 de febrero, apuntando a infraestructura, depósitos de combustible, bases militares y edificios administrativos civiles en todo el país.
Un portavoz militar ucraniano dijo horas antes que el barco zozobró y comenzó a hundirse como resultado del ataque.
El Ministerio de Defensa de Rusia, en una declaración anterior, dijo que la tripulación del Moskva, que generalmente cuenta con unos 500 marineros, fue rescatada después de un incendio que provocó la explosión.
Konstantin Zatulin, un importante legislador ruso, afirmó que probablemente algunos marineros habían muerto en el ataque.
Funcionarios militares estadounidenses dijeron que hubo una gran explosión, pero no pudieron confirmar los informes de que un misil ucraniano había dañado el Moskva. El Pentágono creía que se dirigía a Crimea para reparaciones.
Un portavoz del Comando Operativo Sur de Ucrania dijo que el barco fue alcanzado por misiles Neptune desarrollados en Ucrania, lo que provocó que las municiones a bordo explotaran. Maksym Marchenko, el gobernador de la región costera de Ucrania de Odesa, también dijo que Moskva fue alcanzado por misiles Neptune. Esto representaría el primer uso conocido por parte de Kiev del Neptune, una extensión del misil KH-35 de diseño soviético que puede atacar desde plataformas basadas en camiones a objetivos terrestres y marítimos dentro de un rango de 200 millas. Su principal presa serían cruceros como el Moskva, junto con destructores y otros buques de guerra.
No hubo confirmación independiente del tipo de armas utilizadas.
“Es un evento militar muy importante y la mayor derrota de la Armada rusa desde la Segunda Guerra Mundial”, escribió en las redes sociales el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych. El hundimiento del crucero, agregó, es particularmente importante, porque “Moskva” en ruso significa Moscú, y sería el buque de guerra más grande por tonelaje hundido desde 1945.
El supuesto ataque a Moskva se produjo cuando las fuerzas rusas y ucranianas intercambiaron fuego de artillería en el este del país, después de que fracasara el intento de Moscú de tomar la capital, Kiev. El Presidente ruso, Vladimir Putin, dijo esta semana que las conversaciones de paz con Kiev habían llegado a un callejón sin salida.
Putin también reconoció el jueves que las sanciones occidentales están arrastrando el motor económico del país, la industria energética, y que necesitaría reorientar las ventas de petróleo y gas de los mercados de Europa a Asia. Putin dijo que los bancos de “países hostiles”, que incluye a la Unión Europea, están retrasando la transferencia de pagos.
“El (problema) más agudo está asociado con una interrupción de la logística de las entregas de exportación”, dijo Putin durante una reunión del gobierno.
Los funcionarios de la UE en Bruselas han estado tratando de hacer del petróleo el foco del próximo conjunto de medidas económicas del bloque contra Rusia, luego de decidir anteriormente eliminar gradualmente las compras de carbón.
El hundimiento del buque de guerra insignia de Rusia acentuó la serie de reveses que ha sufrido la campaña militar rusa en los últimos días.
Una capacidad demostrada por Ucrania para atacar a los buques de guerra rusos haría mucho más difícil, si no completamente imposible, que Moscú lanzara un asalto anfibio en Odesa, el principal puerto de Ucrania, dicen los analistas militares.
Douglas Barrie, miembro de defensa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un think tank de Londres, dijo que tal capacidad “obligaría a las unidades navales rusas a considerar operar a distancias mayores de la costa”.
El Moskva, que fue comisionado en 1982 y tenía más de 183 m de largo, llevaba sistemas de defensa aérea S-300 y misiles de crucero supersónicos P-1000. También estaba equipado con el sistema de lanzamiento de cohetes múltiples Smerch-2.
Ucrania golpeó con éxito el mes pasado otro buque de guerra ruso, el gran barco de desembarco Saratov, en un ataque con misiles en el puerto ocupado de Berdyansk, en el mar de Azov. Ese barco se incendió y se hundió, según imágenes de satélite, y el ataque frustró los planes de Rusia de utilizar Berdyansk como centro logístico para su ofensiva militar en el sureste de Ucrania. Rusia nunca reconoció oficialmente ese ataque.
El supuesto ataque podría cambiar la forma en que opera el resto de la armada rusa en el Mar Negro. Reino Unido y otros países prometieron recientemente reforzar las defensas costeras de Ucrania con capacidades adicionales de misiles antibuque.
El Moskva lideró el grupo naval ruso que se apoderó de la Isla de las Serpientes de Ucrania al comienzo de la guerra. Según Kiev, sus defensores ucranianos rechazaron un ultimátum para rendirse, transmitiendo la respuesta que ahora está estampada en innumerables vallas publicitarias en toda Ucrania y se ha convertido en un símbolo de la resistencia del país: “Barco militar ruso, vete a la mierda”. Moscú cuestiona esta versión de los hechos y dice que las tropas ucranianas en la isla se rindieron.
Funcionarios estadounidenses manifestaron que hasta media docena de otros barcos rusos se han movido más hacia el norte del Mar Negro. Se negaron a especular sobre una conexión entre el incidente a bordo del Moskva y el redespliegue de los otros barcos rusos.
La violencia transfronteriza entre Rusia y Ucrania también se ha intensificado en los últimos días. El Servicio de Seguridad Federal de Rusia dijo que las fuerzas ucranianas dispararon contra un puesto de control fronterizo en la región de Bryansk. El Comité de Investigación de Rusia dijo que Ucrania llevó a cabo al menos seis ataques aéreos. Siete personas, incluida una mujer embarazada y un niño, resultaron heridas como resultado del bombardeo, informó la agencia estatal de noticias rusa TASS.
El gobernador de la provincia ucraniana de Sumy, Dmytro Zhyvytsky, dijo el jueves que la región había estado bajo fuego ruso. El jefe del servicio de guardia fronteriza de Ucrania añadió que la región ucraniana de Chernihiv también había sido atacada desde el lado ruso de la frontera en áreas cercanas a Bryansk.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Igor Konashenkov, dijo a principios de semana que Moscú atacaría los centros de control, incluso en la capital, si Ucrania continuaba realizando ataques en territorio ruso. Ucrania ha negado haber llevado a cabo ataques allí.
Rusia está redistribuyendo tropas de toda el área de Kiev hacia el sur y el este de Ucrania, donde logró avances iniciales en las primeras semanas de la invasión. Ucrania ha utilizado la pausa en la lucha para impulsar los llamados a Occidente por más armas y sanciones a Rusia cuando varios líderes europeos visitaron Kiev el miércoles.
El gobierno de Joe Biden dijo que ampliaría la inteligencia que proporciona a las fuerzas de Ucrania y enviaría US$ 800 millones en armas adicionales a Kiev, incluida artillería, vehículos blindados de transporte de personal y helicópteros, para ayudar a las fuerzas ucranianas a contener lo que se espera sea una gran ofensiva rusa en la parte oriental del país.
Rusia dijo el miércoles por la noche que había tomado el control del puerto marítimo en Mariupol; Ucrania no ha confirmado la medida.
El enfoque ruso en Mariupol se ha mantenido estable, mientras las fuerzas han trabajado para instaurar un control total sobre la ciudad para establecer un corredor terrestre desde las regiones ocupadas en el este hasta la Península de Crimea, que Rusia anexó de Ucrania en 2014. A principios de esta semana, los movimientos de tropas en la ciudad se centraron en la 36ª Brigada de Infantería de Marina de Ucrania, cuyo destino no estaba claro en medio de relatos contradictorios entre funcionarios de Moscú y Kiev.
Después de que las autoridades de Kiev dijeran que estaban investigando las acusaciones de que Rusia usó armas químicas contra las tropas ucranianas en Mariupol, el embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa afirmó que Estados Unidos también estaba investigando estas acusaciones.
El gobierno ruso no ha comentado públicamente sobre el presunto uso de armas químicas en Mariupol.