La iniciativa impulsada por la Municipalidad de Santiago que busca cambiar el nombre de ocho calles, dos plazoletas y un puente -en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe militar- sigue dando que hablar. Aunque la iniciativa fue aprobada el pasado miércoles por nueve concejales -incluida la alcaldesa Irací Hassler (PC)-, integrantes del concejo contrarios a la medida han comenzado a buscar recursos que logren dar pie atrás al proyecto tildado de “autoritario” y con “falta de participación ciudadana”.
La nula comunicación con los vecinos es lo que más ha incomodado a los concejales y habitantes de los sectores aludidos, quienes han arremetido en contra de la alcaldesa por no haber sido considerados en la toma de la decisión. Y es que si bien la iniciativa contó con la aprobación del Consejo de Organizaciones de la Sociedad Civil (Cosoc) (diez votos a favor, dos en contra y siete abstenciones), miembros de esa instancia han criticado que la información llegó por goteo, además de no contar con plazo para exponer la información en los territorios.
Es más, miembros del Cosoc han recurrido a la experiencia comparada del renombre de calles en otras comunas de la Región Metropolitana, donde las iniciativas sí consideraron la opinión de vecinos por medio de plebiscitos comunales u otras instancias. A continuación se detallan algunos casos:
De Av. 11 de Septiembre a Av. Nueva Providencia
Durante su administración como alcaldesa de Providencia (2012-2016), Josefa Errázuriz (Ind.) impulsó en 2013 renombrar Av. Nueva Providencia a la Av. 11 de Septiembre. Esta fue oficializada en 1980, al inaugurarse la avenida, que así pasaba a ser un “homenaje al golpe de Estado”, según señala el decreto firmado por el alcalde de la época, Alfredo Alcaíno Barros (RN).
Devolver el nombre original de la avenida formó parte de la campaña de Errázuriz, quien desde el anuncio contó con el apoyo de cuatro concejales, mientras que los otros cuatro se opusieron a la iniciativa, argumentando que este solo significaría un gasto en torno al cambio de giros y boletas, direcciones de vecinos, entre otros.
El cambio de nombre de la avenida se vio envuelto en una polémica que terminó por dividir al concejo municipal y a los vecinos de la comuna. El movimiento 10 de Septiembre de 1973 (que reúne a familiares de condenados por las violaciones a los derechos humanos) entregó a la municipalidad una carta con cerca de 1.300 firmas (entre ellas las de exgenerales del Ejército y FF.AA.) que se oponían al cambio, señalando entre sus argumentos los “enormes inconvenientes de carácter práctico, tanto para los residentes como propietarios y locatarios del sector”. Además, solicitaban “como prudente” que la alcaldesa consultara a la ciudadanía comunal y que esta se pronunciara.
Sin embargo, la autoridad descartó esta opción en su momento señalando que la consulta comunal “no está contemplada en la ordenanza de Providencia ni en la Ley Orgánica Municipal, y los plebiscitos dicen que son esencialmente sobre materias de desarrollo, como plan comunal”. Por consiguiente, la decisión recaía directamente en los miembros del concejo municipal.
En la sesión resolutiva de la propuesta ese mismo año, tres concejales de oposición -Pilar Cruz (RN), Pedro Lizana (Ind.) e Iván Noguera (UDI)- se restaron de la instancia, por lo que la propuesta fue aprobada por 4 votos a favor y uno en contra, del diputado Manuel José Monckeberg (RN), quien aseguró que la decisión era injusta por no preguntarle a la población. La alcaldesa Errázuriz respondió señalando que la ciudadanía ya estaba avisada porque fue una de sus promesas de campaña.
¿Cerro Santa Lucía o cerro Huelén?
El cerro Santa Lucía, uno de los principales hitos históricos y urbanos de Santiago, estuvo a punto de ser renombrado en 2014. Esto, luego de que la Municipalidad de Santiago -a cargo de la alcaldesa Carolina Tohá (PPD)- impulsara una consulta ciudadana entre el 11 y 19 de octubre de ese mes (que luego tendría que ser ratificada por el concejo municipal) para abordar varios temas relativos a la seguridad y limpieza de la comuna y, entre otros, para renombrar el Santa Lucía como Huelén, en reconocimiento a la cultura de los pueblos originarios.
“Todos los temas que están en esta consulta obedecen a dilemas reales de Santiago y donde hay un debate en la comunidad (...). El concejo municipal anterior, cuando el alcalde era Pablo Zalaquett, le cambió el nombre al cerro. Hoy se llama cerro Santa Lucía-Huelén. Ahora, probablemente, se va a abrir la discusión de que el cerro reconozca como nombre Huelén-Santa Lucía, para enfatizar su nombre de origen, que es cerro Huelén”. expresó Tohá.
Sin embargo, la propuesta contó con detractores, no solo del mundo vecinal, sino también académicos y exautoridades de la comuna. De hecho, los exalcaldes Joaquín Lavín (UDI) y Raúl Alcaíno (Chile Vamos) manifestaron su oposición al cambio, mientras que el concejal Felipe Alessandri (RN) recordó que en 2010 el cerro pasó a llamarse oficialmente Santa Lucía-Huelén, por lo que era innecesaria la consulta. “Es una tontería, no más. Es un resquemor que no tiene razón de ser, porque el cerro tiene su nombre gracias a la conquista española, que fue la que dio base a la formación de Chile”, opinó en su momento el premio nacional de Historia Sergio Villalobos. Tohá valoró la iniciativa señalando su importancia para la identidad ciudadana.
Como sea, la consulta ciudadana arrojó que un 54,3% de los votos (29.879 vecinos) rechazó el cambio y abogó por mantener la denominación actual. Al respecto, el concejal Alessandri afirmó: “Creo que los vecinos y usuarios de la comuna le enrostraron a la administración que en Santiago prima la cordura. Que las tradiciones están para mantenerlas”.
Avenida Larraín por Av. Fernando Castillo Velasco
Como una forma de honrar el paso del exalcalde de La Reina -quien ocupó el sillón edilicio entre 1992 y 2004, la municipalidad abordó en 2014 cambiar el nombre de un trayecto de Av. Larraín por el de Av. Alcalde Fernando Castillo Velasco, arquitecto, exintendente de la Región Metropolitana, exrector de la Universidad Católica y uno de los principales impulsores de la comuna del sector oriente de Santiago, quien falleció el 18 de julio de 2013.
La moción fue presentada ese año por el alcalde Raúl Donckaster (DC) al concejo municipal y aprobada por siete votos contra uno. Antes, el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil (Cosoc), principal instancia de representación ciudadana, también había consentido el cambio para renombrar cuatro kilómetros que tendrían esta nueva denominación, entre Tobalaba y Parque Mahuida.
Donckaster recalcó que este cambio se consultó a los vecinos, quienes lo apoyaron dado que el nuevo nombre tenía una vinculación con la comuna y respetaba la tradición de la Av. Larraín, que mantendría ese nombre en recuerdo de la familia dueña de la chacra Tobalaba, lugar donde se emplaza la comuna.
“Teniendo presente la necesidad de preservar para futuras generaciones el ejemplo de vida de servicio y entrega a la comunidad de quien fuera alcalde de la comuna por varios periodos, intendente de la Región Metropolitana, rector universitario y destacado arquitecto”, se lee en el decreto municipal 1488 que permitió el cambio de nombre, publicado el 17 de julio de 2014.
La cronología para Santiago
Pese a que la iniciativa de cambio de nombres ya fue aprobada por mayoría del concejo municipal de Santiago, aún se mantienen las incógnitas de si existirá una consulta ciudadana o cuándo se publicará el decreto municipal que permite la modificación.
Julia Panez, titular de la Dirección de Asesoría Jurídica de Santiago, confirmó a La Tercera que actualmente continúa el procedimiento administrativo del renombre de los once sitios de memoria tras la aprobación del Consejo de la Sociedad Civil y el Concejo Municipal, según Ley 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades.
“En estos momentos, la Dirección de Asesoría Jurídica de la Municipalidad está en proceso de elaboración del decreto que instruye el renombre de los tramos de las ocho calles y los otros tres sitios de memoria”, señaló.