Un Déjà vu constante. Así se puede describir la situación por la que atraviesa el país. La crisis sanitaria sigue siendo compleja pese al avance de la vacunación. Los casos se mantienen sobre los 7 mil y las clínicas y hospitales colapsados. Ese escenario fue el que llevó al gobierno a decretar una cuarentena total en la Región Metropolitana. La última vez que se anunció una medida como esta fue el 25 de marzo.

Esta situación no cayó nada de bien en el Comercio y manifestaron su molestia ante esta medida. El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes, sostuvo que “la verdad es que viene a ser un nuevo golpe al comercio, turismo, restaurantes y a todos los que habían visto una opción de poder ir tratando de salir de esta gran crisis que nos ha afectado profundamente”.

El dirigente hizo un llamado a las autoridades a revisar el Plan Paso a Paso. “Hay países que han reevaluado sus planes de apertura, teniendo en cuenta que el confinamiento en la práctica no ha servido para la disminución de los contagios”.

Pero este nuevo cierre tiene otras implicancias como su impacto en el Producto Interno Bruto (PIB). De acuerdo a cálculos de Clapes-UC, desde el sábado casi el 60% del PIB estará bajo cuarentena. La cifra es menor al peak alcanzado en abril de este año, cuando llegó al 91,7%.

¿Efectos en el Imacec?

Más allá de que casi el 60% del PIB estará bajo confinamiento, los economistas sostienen que la actividad y las empresas se han ido adaptando a seguir funcionando bajo esta modalidad y, por ende, esperan que el impacto en el crecimiento de junio sea menor a lo que sucedía hace un año cuando la pandemia recién comenzaba a impactar el país.

Samuel Carrasco, economista Senior Credicorp Capital, sostuvo que “el anuncio de cuarentena total para la RM restaría dinamismo a la velocidad de recuperación de la actividad económica durante el mes, particularmente a los sectores ligados a servicios. No obstante, esperamos que el impacto sea bastante más acotado que lo observado el año pasado, producto de la capacidad de adaptación de empresas y consumidores”.

Carrasco afirma que “un claro ejemplo de esta adaptación fue el registro de Imacec de abril cuando cerca de un 90% de la población estuvo en cuarentena”. En ese mes, la actividad creció 14,1% anual (su mayor crecimiento desde 1992) y cayó 1,4% en términos desestacionalizados superando las expectativas del mercado.

Este hecho es el que alienta las expectativas y la capacidad de resiliencia que ha mostrado el país en términos económicos. “Con las cifras de abril se confirma esta mayor adaptación que han tenido diversos sectores y las personas a las medidas sanitarias y de restricción de movilidad, lo cual nos lleva preliminarmente a anticipar un efecto más acotado en comparación a el mismo período del año pasado”, sostiene Martina Ogaz, economista de Euroamerica.

Misma visión entrega el economista de LyD, Tomás Flores, quien sostiene que “las cuarentenas están teniendo paulatinamente menor impacto en el PIB y el resultado de abril es un buen ejemplo, sin perjuicio de que el empleo informal y los servicios como restaurantes sufren un gran daño”.

Por todo esto, los expertos esperan que el crecimiento del mes se sitúe en torno a 15%.

Escenario del Central

Más allá de que se espera un menor impacto en la actividad, los expertos discrepan sobre si con este nuevo confinamiento, las proyecciones entregadas por el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, quedan optimistas: la discusión está abierta.

Ogaz subraya que “se puede ver complicado, principalmente porque uno de los supuestos recogidos desde el IPoM es de una economía que comienza a registrar una lenta reapertura desde la segunda mitad del año. Dada estas nuevas medidas sanitarias, hay que medir qué tan estricta será esta nueva cuarentena y cuánto tiempo durarán”.

Mientras que Carrasco menciona que “el rango del Banco Central tiene implícito un escenario en el que en algún momento del año las restricciones de movilidad podrían ser algo más estrictas”. Y Flores acota que “dado lo complejo que es proyectar la situación sanitaria, es prudente, por el momento, mantener la proyección vigente del Banco Central”.