La Corporación Club de la Unión de Santiago solicitó someterse a un procedimiento de reorganización concursal para evitar su liquidación forzosa. Ello luego que el 21 de febrero de este año dos exfuncionarios pidieran al 14º Juzgado Civil de Santiago declarar la quiebra de la entidad, exigiendo el pago de $180 millones en prestaciones laborales.
Desde el estallido social de octubre de 2019 y posteriormente con las restricciones de movilidad que impuso la autoridad sanitaria por la pandemia del Covid, el tradicional Club de la Unión enfrenta una compleja situación económica que se han venido agravando durante los últimos meses.
Este martes, el 14º Juzgado Civil de Santiago había agendado la audiencia de liquidación forzosa de la Corporación del Club de la Unión, pero sus abogados, Luis Felipe Castañeda y Juan Cristóbal Pino, solicitaron en el procedimiento la reorganización concursal de la compañía. El tribunal otorgó un plazo de cinco días hábiles a sus asesores legales para que entreguen una serie de documentos contables que detallen sus activos y pasivos.
En su solicitud ante el juzgado, que cuenta con dos hojas, el Club de la Unión se presentó como una persona jurídica de derecho privado y detalló quienes son sus tres mayores acreedores.
En primer lugar se encuentra Deltek l SpA, representada por el expresidente del club, Miguel Zegers Vial, con un crédito por $928.791.802. Le siguen Unión Inmobiliaria, la sociedad propietaria del recinto, con otro crédito que asciende a $115.713.093, y Carlos Riquelme Corrales, con un tercero por $ 97.028.409.
Sin embargo, conocedores del proceso explicaron a Pulso La Tercera que la deuda total del Club de la Unión se eleva a $1.800 millones.
Un edificio de 100 años
El edificio que actualmente ocupa el Club de la Unión es un emblema arquitectónico del centro de Santiago. Fundado el 8 de julio de 1864, a semejanza de los clubes privados ingleses, el Club de la Unión se surge como un espacio de reunión de los grupos conservadores y liberales del país tanto para el debate como para el encuentro social y político, dice su página web.
La propietaria del inmueble, sin embargo, es otra sociedad: Unión Inmobiliaria, una sociedad formada en 1946 y que entregó la centenaria sede de la Alameda en comodato al Club de la Unión hasta 2099.
Según la última memoria disponible de la inmobiliaria, la sociedad fue constituida por cinco socios de la corporación Club de La Unión de Santiago (Ernesto Barros Jarpa, José Manuel Balmaceda Toro, Ricardo Searle Lorca, Manuel García de la Huerta Izquierdo y Gustavo Ross Santa María) y por la propia corporación. El Club de la Unión suscribió la mayoría de las acciones con recursos propios y con el aporte del inmueble ubicado en la Alameda Bernardo O ‘Higgins, “que es el que siempre y hasta la actualidad le ha servido como sede social”, dice la memoria.
Su actual sede fue construida en 1925 bajo la presidencia de Luis Barros Borgoño por el arquitecto Alberto Cruz Montt, siendo declarada Monumento Histórico en 1981. Pero el club ha cambiado de sede en tres ocasiones en su historia. La primera sede se estableció en Estado 36, luego de un incendio, en 1869, el Club cambia de domicilio a Alameda 139 y en 1879 pasa a Bandera 31, donde el Club se mantendrá hasta 1925 cuando se inaugura su actual sede de Av. Libertador Bernardo O’Higgins 1091.
“El actual edificio del Club de la Unión tiene sus orígenes en 1912, cuando las monjas agustinas lotean su propiedad limitada por las calles Bandera, Moneda, Ahumada y Alameda. En ese momento el Club compra uno de los sitios y llama a concurso a las ocho oficinas de arquitectura más importantes de entonces. El primer lugar lo obtuvo el proyecto de Henri Grossin, arquitecto francés conocido por haber colaborado con Emile Jéquier en el Palacio de Bellas, pero que fallece trágicamente en un accidente de aviación. Bajo esta situación, se encarga la construcción a Alberto Cruz Montt, quien había logrado el segundo lugar. El blog Urbatorium ha realizado un interesante artículo denominado Cómo pudo haber sido y cómo no fue el edificio del Club de la Unión”, consignó el club en su web corporativo.
La construcción del edificio fue terminada en 1925, pero en 1945 se levanta el cuarto piso que incluía habitaciones y un gran salón sobre el hall central. Posteriormente, el 11 de agosto de 1981, el edificio obtiene la calidad de Monumento Histórico, luego, en 1989, pasa a formar parte también de la zona típica “Barrio la Bolsa” junto con otros edificios de gran valor arquitectónico y que representaron la modernidad del Santiago del inicio del siglo XX.
Unión Inmobiliaria reportó en 2023 ingresos por $ 35 millones, los que provienen de los aportes del Club Social.