Y finalmente ayer, a cinco días de concluir el gobierno y tal como lo había anunciado Pulso, el Ejecutivo ingresó al Congreso un proyecto cuya presentación estaba prevista para mediados del año pasado. La regulación de una industria que mueve más de US$450.000 millones brutos en el mundo y crece a tasas de dos dígitos se transformó en una de las últimas iniciativas impulsadas por la administración de Sebastián Piñera. En 69 páginas, delineó la nueva normativa en la cual se desarrollarán las plataformas de apuestas en línea, un sector que hoy opera al margen de la ley. Y que se ha posicionado como uno de los grandes sponsors del fútbol nacional.
“De acuerdo a nuestra legislación, el funcionamiento de estas plataformas se encuentra prohibida. Por ello, y considerando que las apuestas, bajo los mecanismos y modalidades que establece la ley, son un medio lícito de entretención en Chile hace más de 100 años, el proyecto busca regular este nuevo medio, generando un mercado competitivo en el que puedan participar diversos actores”, se lee en el documento.
Actualmente, la normativa establece que sólo pueden participar de la industria de juegos de azar la Polla, la Lotería de Concepción, hípicos y los casinos bajo el alero de la Superintendencia de Casinos de Juego. Pese a ello, el sector online ha penetrado Chile con fuerza. Hoy, según datos de la autoridad del sector, existen unas 900 páginas en los cuales se puede acceder a juegos en línea, siendo una industria que movería entre US$130 millones y US$170 millones anuales en Chile. El proyecto estima que dado ello, la recaudación fiscal anual de esta actividad podría ascender a unos US$50 millones en impuestos.
Licencias e impuestos
En Latinoamérica, el juego online está autorizado en Colombia desde 2018, y en Buenos Aires, desde 2019. Sólo en el primer país hay estadísticas oficiales, dice el proyecto de ley. Ahí los ingresos alcanzaron los US$160 millones en 2020, con un aumento de 38% desde 2019, y de más del doble desde el año en que debutó.
La iniciativa establece que sólo podrán desarrollar apuestas en línea, dentro del territorio nacional, las plataformas que cuenten con una licencia general –de 5 años de duración- o especial –de 60 días-. Y podrán participar en ellas personas naturales, mayores de edad, que cuenten con un RUN y sean titulares de una cuenta de apuestas en línea.
Las plataformas serán reguladas por la Superintendencia de Casinos, que ahora pasarán a denominarse Superintendencia de Casinos, Apuestas y Juegos de azar. Las plataformas deberán mantener una garantía que respalde los dineros en juego, y se estructurará un procedimiento de cierre por si alguna de estas plataformas deja de operar.
El Ministerio de Hacienda elaborará una Política Nacional de Apuestas en Línea Responsable, que implementará la Superintendencia del ramo. Las sociedades operadoras deberán destinar un 1% de sus ingresos brutos anuales en acciones destinadas a la promoción del juego responsable.
Serán tres los tipos de impuestos los que recaerán sobre estas plataformas.
En primer término, las sociedades que realicen apuestas que recaigan sobre alguna actividad deportiva deberán destinar un 2% de sus ingresos brutos anuales a la federación rectora nacional del deporte en cuestión, o en caso de no existir una federación, será en el Comité Olímpico de Chile o en el Comité Paralímpico de Chile. La federación respectiva deberá destinar al menos un 50% de este monto para el desarrollo de los clubes o afiliados.
Además, se establecerá un impuesto de 20%, sustitutivo del IVA sobre los ingresos brutos que se cancelará mensualmente. Y, habrá un gravamen anual de 1.000 UTM por cada licencia general en operación. El monto será de 100 UTM si es una licencia especial.
De manera inédita se establecerá, por primera vez, un impuesto sobre los apostadores. Este será de 15% de los premios obtenidos por jugar en estas plataformas. El gravamen se determinará cada vez que el usuario realice un retiro desde sus cuenta de usuarios y será un impuesto único sustitutivo del impuesto a la renta.
La Polla Chilena correrá por un carril separado. Por la explotación del Sistema de Pronósticos Deportivos, deberá destinar un 22% de sus ingresos brutos al Instituto Nacional del Deporte, y el resto a publicidad, administración, gestión y comisión por venta.
Un mercado que crecerá en seis veces
Las proyecciones son auspiciosas. Según el Informe Financiero de la iniciativa elaborado por la Dipres, se estima que si el primer año de vigencia de la ley el mercado moverá $34.550 millones, al año cinco estará movilizando seis veces más: $209.628 millones.
Dado este escenario, si inicialmente, la regulación recaudaría unos $9.250 millones, un quinquenio después se acercaría a los $48.000 millones. Gran parte de ese monto vendrá del 20% sobre las ventas, que llegará a representarán más de $41.000 millones del total que llegará al Fisco.
Tales indicaciones representarán más recursos para el Estado y para la Superintendencia de Casinos. Se considera que esta última requerirá $339 millones adicionales en remuneraciones para sumar una unidad de Apuestas en Línea; además de $4,9 millones en gastos operacionales de arriendo de equipos y licencias.
En esa misma línea, se incluyen $43 millones anuales para contar con un software que permita procesar una gran cantidad de datos, a modo de supervisión. Además de un nodo adicional de procesamiento en el data center de la Superintendencia con un costo de $60 millones al año.
El gasto en régimen será de unos $450 millones adicionales para la autoridad del ramo, junto a $30 millones transitorios a ser ejecutados durante los primeros tres años de la puesta en marcha de la normativa.
Los límites a la publicidad
Según detalle el proyecto de ley, en Europa la categoría más relevante dice relación con las apuestas deportivas. Un 41% del juego en línea apunta a ellas. Le siguen los juegos de casinos, con un 35%; luego la lotería, con un 15%, póker con un 5%, y el bingo con un 4%.
Hoy, existen once clubes de primera división auspiciados por portales de apuestas en línea. El proyecto determina que sólo podrán difundir publicidad aquellas que cuenten con su licencia de operación vigente.
Además, deberán advertir de manera clara que se trata de un deporte para mayores de 18 años, así como los riesgos derivados de la actividad. “Se prohíbe la publicidad que, a través de la utilización de gráfica, símbolos y/o personajes, induzca a la participación en Plataformas de Apuestas en Línea a menores de edad”, dice el texto.