“Construyendo salud mental”: Minsal destinará $ 14.918 millones en reforzar control de uno de los traumas que dejó la pandemia
Una de las prioridades del gobierno y una de las principales tareas del ministerio es generar estrategias para tratar las enfermedades mentales, las cuales se agravaron durante la crisis sanitaria. Por esta razón, la cartera planificó un programa de cinco líneas estratégicas para hacerse cargo de esta problemática.
Para el gobierno de Gabriel Boric la salud mental es una prioridad. De hecho, en su programa establece que “nunca más las personas estarán solas para enfrentar sus necesidades en salud mental. El Estado asumirá su responsabilidad generando políticas que permitan acompañar y dar soporte colectivo a las personas cuando lo requieran”.
Por esta razón, una de las principales tareas del Ministerio de Salud (Minsal) es generar las políticas necesarias para abordar los trastornos mentales. Así, el proyecto del Presupuesto 2023 destina más de $ 14.918 millones para el refuerzo de acciones en salud mental, con foco en atenciones ambulatorias y cerradas infanto-adolescentes y para el refuerzo de las estrategias residenciales
Además, se utilizarán $ 1.404 millones para realizar más de 172 mil tamizajes (N. de la R.: examen médico efectuado a una persona para detectar una o varias enfermedades) para la detección precoz de enfermedades en más de 80 establecimientos del país.
En ese contexto, y a más de siete meses de haber asumido las nuevas autoridades sanitarias, el Minsal elaboró el programa “Construyendo salud mental”, el cual tiene cinco líneas de acción estratégicas: fortalecer el liderazgo, mejorar la provisión de los servicios en salud mental, la promoción de la salud mental y la prevención del suicidio, el fortalecimiento en contextos de emergencias y el fortalecimiento de los datos, la evidencia y la investigación.
Para fortalecer el liderazgo se planea tener un consejo asesor externo y también incluir un trabajo interministerial. Por otro lado, para mejorar la provisión de los servicios, el plan incluye fortalecer la atención primaria, para garantizar la intervención en crisis de salud mental. También se construirán Centros Comunitarios de Salud Mental Familiar (Cosam).
“Se van a impulsar estas cinco líneas estratégicas, que tienen el sello de ir acercando la salud mental a la comunidad y así prevenir y tratar oportunamente los trastornos. También hay que acercarla con dispositivos, nuestra meta es construir 15 Cosam durante este gobierno. Además, incorporaremos y capacitaremos al personal de atención primaria”, afirma la ministra de Salud, Ximena Aguilera.
Otro punto importante es la prevención de los suicidios, para eso se tendrá una línea telefónica exclusiva y también se les hará seguimientos a los casos de urgencias de la red institucional.
Según los números del Departamento de Estadística e Información de Salud (DEIS), 1.593 personas se suicidaron en 2020. Mientras que en 2019 esta cifra llegó a 1.900.
Asimismo, para fortalecer los datos, la evidencia y la investigación, los intentos de suicidio serán con notificación obligatoria. También se harán levantamientos de “vacíos” de información sobre salud mental para incluir como prioridad en proyectos financiados por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid).
Un daño enorme
Para la jefa de la cartera sanitaria, este plan es fundamental, pues la crisis sanitaria agravó los problemas mentales y deterioró el ánimo de la gente: “Hay una carga alta de enfermedades de salud mental y se agravaron con la pandemia. De hecho, la gente con demencia o con trastornos cognitivos se agravaron, porque dejaron de sociabilizar, los centros diurnos de adulto mayor cerraron y había niños desescolarizados, todo eso produce un daño de salud mental enorme”.
De hecho, en contexto de la pandemia, las licencias médicas mentales crecieron significativamente. Así lo revelan las cifras de Fonasa, que muestran que durante 2019 se otorgaron 19.050.943 días de permiso, los que crecieron un 31% y alcanzaron 24.996.188 en 2020.
Y en el sistema de aseguramiento privado la diferencia es más marcada. De acuerdo a los datos de la Asociación de Isapres, en el período de enero a agosto de 2019 se tramitaron 3.434.446 días de permiso médico, los que se incrementaron un 78% el año pasado, en los mismos meses, llegando a 6.120.032.
Ana Luisa Valdevenito, directora de la Escuela de Terapia Ocupacional U. San Sebastián, coincide en que “la pandemia vino a agravar esto, pues el aislamiento y el cambio radical en contextos como el laboral o el escolar generaron fenómenos, y otros que ya existían, con problemáticas de salud mental, se agravaron más estos dos años. Según datos de la OMS, hay un 25% de prevalencia de depresión y de ansiedad a nivel mundial y a nivel nacional no son distintas”.
Por otra parte, la ministra Aguilera recalca que en los funcionarios de salud se puede notar el impacto de la pandemia en la salud mental, pues hay altos niveles de ausentismo.
De hecho, según datos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Minsal, entre enero de 2021 y marzo de 2022 se han recibido más de 180.000 licencias médicas por motivos de salud mental asociadas a este grupo de trabajadores. Estos permisos totalizan 3.323.415 días.
Además, la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) encuestó el año pasado a 1.960 médicos, enfermeros, profesionales y técnicos de las unidades de más alta complejidad, y detectó que el 87% padecía Síndrome de Burnout, una respuesta al estrés laboral caracterizada por un agotamiento emocional extremo. También dio cuenta de que la situación iba de mal en peor: en la medición anterior -julio de 2020- el personal afectado por agotamiento extremo llegaba al 60%.
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