Convención Constitucional: cronología de una sesión fracasada

Sesión Fracasada CC

Complicaciones técnicas y sanitarias terminaron por frustrar la segunda convocatoria de la Convención Constitucional. La oposición y algunos convencionales oficialistas apuntaron al gobierno. Sectores como la Lista del Pueblo, Apruebo Dignidad y el PS incluso pidieron la renuncia del ministro de la Segpres, Juan José Ossa, y del encargado de la Secretaría Administrativa de la instancia, Francisco Encina. En el gobierno causó molestia el manejo de su cartera. Por otro lado, desde la Cámara de Diputados transmitieron que se habrían contactado con la nueva mesa liderada por Elisa Loncón y Jaime Bassa para ofrecerles asistencia y no habrían tenido respuesta. La Segpres reconoció el "error" y comprometió a la mesa tener todo listo para el miércoles.


”No se están respetando las condiciones sanitarias mínimas”.

Esa fue la alerta que levantó este lunes la enfermera Rossana Loreto Vidal (Lista del Pueblo) en vísperas de la que sería la segunda sesión de la recién constituida Convención Constitucional. A esas alturas los 155 constituyentes se encontraban sin distancia social y sin cumplir los aforos establecidos por la autoridad sanitaria en el hemiciclo de la sede del Congreso en Santiago.

La advertencia se daba cuando ya había pasado más de una hora de la citación formal que el domingo había hecho para las 15.00 la mesa presidida por Elisa Loncón y Jaime Bassa. En un inicio, ambos habían propuesto al pleno una fórmula para funcionar al interior del edificio que les permitiera evitar aglomeraciones y que en la antesala habían abordado con la Secretaría Administrativa, dirigida por Francisco Encina, y a cargo del subsecretario de la Segpres, Máximo Pavez.

El diseño, que se había acordado entre ambas partes en una reunión que partió a las 11.30 de la mañana en el Palacio Pereira, contemplaba que 80 convencionales sesionaran en el pleno, separados por un escaño y, a la vez, que otros tres grupos de 25 se separaran en salas independientes y se conectaran al resto por vía telemática.

Sin embargo, nada de eso ocurrió y pasadas las 16.30, tras una caótica discusión entre los presentes, se dio por fracasada la convocatoria, al constatarse que, además de las condiciones sanitarias, tampoco estaban dadas las condiciones técnicas para la realización de la sesión: había problemas para asignar las palabras en los micrófonos, no había señal para transmitir en vivo el debate y, además, no estaba habilitado un sistema de comunicación telemática entre las salas que se habían habilitado para dividir en bloques a los convencionales para cumplir los aforos.

Al dar por terminada la sesión, la mesa -que era acusada por redes sociales por algunos convencionales de Chile Vamos de ser responsable- se desmarcó y afirmó que el desenlace no podía atribuirse a los convencionales. Fue en ese momento cuando incluso constituyentes oficialistas se pusieron de pie y aplaudieron, entre ellos, Jorge Arancibia (Independiente-UDI) y Marcela Cubillos (UDI).

Al salir del hemiciclo, los convencionales salieron a hablar con la prensa apostada en los jardines del edificio del Congreso. Mientras algunos como Ruggero Cozzi (RN) acusaron a Loncón y Bassa de no haber dado garantías para el desarrollo de la sesión, representantes de la oposición como Jorge Baradit (PS), Bárbara Sepúlveda (PC), Manuel Woldarsky (Lista del Pueblo), responsabilizaron al gobierno. Minutos más tarde incluso desde Apruebo Dignidad y el PS pedirían la renuncia del ministro de la Segpres, Juan José Ossa, y también de Encina.

“La mesa quiso sesionar igual y la verdad es que las condiciones no estaban. Es una total irresponsabilidad desde el punto de vista sanitario”, dijo Cozzi. Mientras que Baradit afirmó: “El gobierno de Chile sabía hace seis meses de las condiciones que había sobre el Covid, y el día de hoy no tenía funcionando las cámaras, no tenía funcionando los computadores, no tenía decidido nada para que se pudiera operar (...), no fue capaz de dejar listo micrófonos, computadores ni salas habilitadas para que esta segunda sesión pudiera funcionar”.

“Yo creo que el gobierno nos debe una explicación, no a nosotros, sino que a todo el país, de por qué fue imposible, respetando las normas sanitarias, que la convención sesionara hoy”, dijo Fernando Atria (D10, independiente RD).

El convencional Jorge Arancibia (UDI) sostuvo que “la verdad de las cosas es que fue un aplauso cerrado en la sala cuando se mencionó la responsabilidad del gobierno y yo fui parte de los que aplaudieron, porque encuentro que es inaceptable, es una falta de respeto a la convención y, por lo tanto, mi reacción fue participar de esa manifestación. Toda la sala aplaudió, todos los que estábamos ahí. No puedo precisar si alguien no lo hizo. Pero lo que se escuchó fue un aplauso cerrado”.

Por su parte, Arturo Zúñiga (D9, UDI), manifestó que “estando acá, con más de una hora de retraso la mesa nos pide someter a votación si sesionábamos todos en el hemiciclo. Yo, como exsubsecretario (de Redes Asistenciales), intercedí porque no estamos por sobre la ley, no podemos votar si estamos o no por sobre las normas sanitarias. En ese sentido solicité que la sesión se suspendiera hasta que se habiliten las distintas oficinas”.

Y agregó: “No estaban las condiciones para trabajar, así que no entiendo por qué nos citaron. No sé si esta citación fue corroborada entre la mesa y el gobierno. Es una situación que se pudo haber previsto. Ojalá mañana se pueda solucionar. No sé si fue problema de la mesa o del gobierno, pero le fallamos a la ciudadanía porque no pudimos trabajar hoy”.

Rodrigo Logan (D9, independiente), en tanto, aseguró que “debemos reconocer que no podemos estar echándole siempre la culpa al otro, si nosotros también tenemos que hacer algo. Y hoy fue un tema técnico y sanitario”.

Pero nada de eso estaba claro cuando al mediodía Máximo Pavez, tras reunirse con Loncón y Bassa, aseguró que “estamos disponibles para asistir, junto al personal de la Cámara de Diputados y del Senado también si lo quiere, el apoyo técnico para esta primera semana, por lo menos. La sesión está convocada para hoy y, en ese sentido, nosotros necesitamos que la convención funcione y vamos a disponer lo necesario para que eso suceda (...). Obviamente, le aclaramos a la presidenta, y ella lo entendió bastante bien, que no pueden funcionar los 155 porque la resolución sanitaria era excepcional el día de ayer y se va a disponer para que todo funcione bien hoy día en el ex Congreso”.

En la Cámara de Diputados aseguraron que ni el Ejecutivo ni la mesa de la Convención Constitucional se contactaron para solicitar ningún tipo de ayuda técnica para la sesión de este lunes, lo que -aseguran las mismas fuentes- se podría haber resuelto si se les hubiese permitido cooperar en el proceso.

De hecho, según fuentes de esa corporación, el propio presidente Diego Paulsen (RN) se habría contactado con Loncón para ofrecerle ayuda técnica, entre otras cosas, respecto del soporte y votación telemática, pero no habría obtenido respuesta.

El fracaso de la segunda convocatoria a la instancia generó distintas reacciones en La Moneda. Fuentes de Palacio aseguraron que en algunos sectores había profunda molestia con Ossa y Encina, por la forma en que se manejó el tema. Otros, en tanto, sostenían que desde este lunes la responsabilidad del funcionamiento de la Convención Constitucional estaba en manos de su mesa. “Lo más fácil es echarle la culpa al gobierno”, afirma una fuente.

Con el objetivo de contener la situación, durante la tarde, Pávez y Encina sostuvieron una reunión de más de dos horas con Loncón y Bassa. Según explicaron a la salida, acordaron darse este martes para resolver todos los problemas técnicos y garantizar que el miércoles la Convención Constitucional pueda volver a sesionar.

La presidenta del organismo, eso sí, afirmó que la Segpres les había garantizado que las condiciones estaban dadas y por eso se insistió con la citación. Pávez, en tanto, descartó cualquier intento por boicotear el proceso y reconoció como un “error” los problemas técnicos que impidieron el desarrollo de la segunda convocatoria.

Indulto

Durante la fracasada sesión, los miembros de la Convención Constitucional habían resuelto redactar una declaración para solicitar al Congreso tramitar el proyecto que plantea un indulto a los detenidos en el marco del estallido social.

Antes de que la jornada se viera empañada por la suspensión, el asunto marcó el debate entre las distintas fuerzas políticas del órgano. Desde la derecha y sectores moderados de la Lista del Apruebo e independientes había preocupación de que el tema terminara entrampando el arranque de la Convención Constitucional. De hecho, varios plantearon que esa solicitud excedía las potestades del poder constituyente.

Un dato que aumentó la inquietud de esos sectores fue el hecho de que este lunes Bassa asegurara que, al no haber norma expresa, dicha declaración y otras que pudieran plantearse en el futuro debieran aprobarse por la mayoría simple de los convencionales constituyentes.

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