Francia, que atraviesa su tercer confinamiento ante un nuevo aumento de casos de Covid-19, enfrenta un escándalo de presuntas cenas ilícitas violatorias de las restricciones vigentes y que podría involucrar a miembros del gobierno del Presidente Emmanuel Macron. Se trata del último caso de autoridades que en distintas partes del mundo protagonizan polémicas por no acatar las restricciones impuestas por sus propios gobiernos contra la pandemia.

El canal privado M6 habría emitido el viernes por la noche un reportaje grabado con cámara oculta en un lugar presentado como “un restaurante clandestino” en un barrio exclusivo de París, donde ni los comensales –que pagan menús de entre los 160 y los 490 euros- ni el personal llevaban mascarillas. Un hombre no identificado señaló en el reporte que había comido en dos o tres restaurantes clandestinos, “con un cierto número de ministros”.

“La gente que viene aquí se quita las mascarillas”, afirma un miembro del personal de uno de los restaurantes, también bajo completo anonimato. “Una vez que atraviesas la puerta, ya no hay coronavirus”, asegura el empleado. Cabe recordar que los restaurantes en Francia cerraron a finales de octubre debido a la pandemia.

El reportaje puso en pie de guerra a la sociedad francesa, que protestó en las redes sociales bajo el hashtag #OnVeutLesNoms (#QueremosLosNombres), dado lo extremadamente tenso de la crisis en el país. Con más de 16.000 mensajes de internautas que pedían conocer quiénes eran los supuestos ministros involucrados para pedir su futura dimisión, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, se vio obligado a pedir una investigación al respecto.

“He solicitado al prefecto de Policía de París que compruebe la veracidad de los hechos para que, si son ciertos, persiga a los organizadores y a los participantes de esas cenas clandestinas”, escribió Darmanin en Twitter.

El fiscal de París, Rémy Heitz, aseguró el domingo que abrió una investigación penal tras el reportaje, bajo cargos de “poner en riesgo la vida de otros”. La investigación busca comprobar “si se han organizado veladas desafiando las normas sanitarias y determinar cuáles han sido los posibles organizadores y participantes”.

Según France Presse, la fuente entrevistada por M6 fue identificada más tarde por los medios de comunicación e internautas como Pierre-Jean Chalençon, propietario del lujoso Palais Vivienne, en el centro de París. En una declaración enviada a la agencia de noticias a través de su abogado, Chalençon reconoció implícitamente ser la fuente, pero pareció retractarse de la afirmación de que había ministros involucrados, diciendo que solo quería mostrar “humor” y el “sentido del absurdo”.

Pero el reportaje no fue cosa de risa para los miembros del gobierno, días después de que Macron ordenara las nuevas restricciones, que incluyen el cierre de escuelas y prohibir los desplazamientos más allá de 10 km del domicilio. La ministra de la Ciudadanía, Marlène Schiappa, dijo que si ministros o legisladores estaban involucrados “deberían ser multados y penalizados como cualquier otro ciudadano”.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, replicó: “Todos los ministros, sin excepción, respetan las normas”. Pero Darmanin advirtió que los involucrados deben ser procesados si se confirman las denuncias. “No hay dos tipos de ciudadanos: los que tienen derecho a la fiesta y los que no”, aseguró.

El portavoz del gobierno, Gabriel Attal, dijo en la televisión LCI el domingo por la noche que las autoridades han estado investigando informes de fiestas clandestinas y restaurantes durante meses, y que 200 sospechosos han sido identificados y enfrentan un “duro castigo”. Los ministros de gobierno “tienen el deber de ser totalmente irreprochables y ejemplares”, agregó Attal.

La fiscalía dijo este lunes que la investigación continúa a pesar de los informes de que el hombre que aparece en el reportaje se había retractado de su afirmación.

La polémica empieza a crecer en pleno inicio del tercer confinamiento en un año que afecta a todo el país para frenar el avance de la pandemia. El domingo se reportaron en 80.629 nuevos casos de coronavirus y 369 de fallecidos, con lo que los registros acumulan 4,8 millones de contagios y 96.678 muertos desde el inicio de la pandemia de Covid-19.

Desde primeras ministras a futbolistas

Pero el caso de Francia es solo el último en que autoridades son vinculadas al no cumplimiento de las restricciones impuestas por la pandemia. El 19 de marzo pasado la policía noruega abrió una investigación para determinar si la primera ministra, Erna Solberg, violó las medidas fijadas por las autoridades por el coronavirus en la celebración de su cumpleaños.

Solberg y su familia arrendaron dos departamentos en la estación invernal de Geilo a fines de febrero para festejar el cumpleaños número 60 de la jefa de gobierno. Según reveló la televisión pública noruega NRK, 13 personas se juntaron en un restaurante el 25 de febrero, lo que iría contra las reglas que prohíben a más de 10 reunirse para un evento privado, aunque Solberg no pudo asistir a última hora porque se tuvo que desplazar a Oslo para ser tratada por un oculista.

“Yo, que todos los días le hablo a los noruegos de las reglas, debería conocerlas mejor. Pero la verdad es que no lo he hecho lo suficientemente bien y no sabía que cuando una familia sale junta y son más de 10, entonces es un evento”, dijo a NRK Solberg. La primera ministra aseguró que solo tenía ganas de “pedir disculpas”, algo que además hizo en su página de Facebook.

Sin embargo, Solberg reconoció también que, al día siguiente de la visita al restaurante, 14 personas, ella sí incluida esta vez, se juntaron en un departamento para otra cena de celebración, lo que como mínimo iría en contra de las recomendaciones nacionales para las reuniones privadas.

También en febrero, el ministro de Finanzas de Países Bajos, Wopke Hoekstra, enfrentó críticas tras tuitear una foto de él mismo patinando sobre hielo con uno de los mejores atletas del país. Fue acusado de haber violado las regulaciones del coronavirus.

El líder democratacristiano de 45 años difundió una foto de sí mismo en una pista de hielo con el patinador campeón olímpico Sven Kramer. “El ejercicio es muy divertido y también muy saludable”, escribió Hoekstra en Twitter. “Especialmente en estos tiempos, es importante que sigamos avanzando”.

Pero las regulaciones gubernamentales habían obligado a la pista de hielo de Thialf, en la ciudad nororiental de Heerenveen, a cerrar a los patinadores recreativos a fines del año pasado. Además, las reglas actuales en los Países Bajos solo permiten deportes al aire libre. El diputado holandés de extrema derecha Geert Wilders preguntó en Twitter si los políticos del partido de Hoekstra “creen que las leyes no se aplican a ellos”.

A fines de marzo, en tanto, la cadena belga VTM difundió el momento de la detención del exeurodiputado húngaro József Szájer cuando trataba de escapar de una orgía homosexual en Bruselas vulnerando las restricciones por el Covid. Los hechos ocurrieron a finales de noviembre pasado, cuando Szájer, del partido ultraconservador Fidesz -del primer ministro de Hungría, Viktor Orban- fue detenido al intentar escapar de una orgía con 25 hombres descolgándose por un desagüe para llegar a la calle. El incidente le costó al entonces eurodiputado su carrera política.

Imágenes de la fiesta de 16 años de la hija del futbolista argentino Carlos Tévez. Foto: Instagram

Pero no solo los políticos enfrentan polémicas por burlar las restricciones por el Covid. En Argentina, el futbolista de Boca Juniors, Carlos Tévez, está en el ojo del huracán luego de que se difundieran una serie de imágenes de la fiesta de cumpleaños de su hija Flor.

La fiesta por los 16 años de la hija de Tévez se realizó el pasado jueves, pero recién se hicieron públicas en las últimas horas. En ellas, aparece el “Apache” y su familia en el evento que se desarrolló en el barrio La Horqueta de San Isidro.

Tras las publicaciones efectuadas por artistas que participaron del evento, las redes sociales se llenaron de polémica, debido a que el festejo se realizó en un espacio cerrado a pesar de la pandemia. No existió el distanciamiento social entre los presentes y tampoco se pudo advertir el uso de mascarillas.