-El director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, David Bravo, coincide con las autoridades de gobierno de que el factor que primó en la baja de la pobreza fueron los subsidios estatales y, por ello, dice que ahora el foco debe estar puesto en que esas ayudas colaboren en recuperar los ingresos que las personas logran por el trabajo.

La pobreza sorprendió bajando a niveles históricos, ¿cuál es su primera mirada sobre las cifras?

-Se recuperó la tendencia decreciente en los niveles de pobreza que pasó de 68% en los años 90 y que cayó sostenidamente en esto últimos 30 años, sólo interrumpida por la pandemia. También se mejoró la distribución del ingreso, lo que también es positivo.

Esta reducción de la pobreza, ¿cómo conversa con los datos de empleo e inflación?

-En primer lugar, las cifras son coherente con que todavía hay un grupo de personas que no ha recuperado su situación laboral prepandemia. Ellos son unas 400 mil personas y que además están concentradas en los primeros cuatro deciles de ingresos, es decir, el 40% de menores ingresos. Los datos de Casen son bien claros: ahí uno puede ver que tienen mejores registros que 2020, pero para quienes tienen menores ingresos todavía no logran superar o alcanzar lo que tenían en 2017. Ese el grupo que esta con más problemas.

De acuerdo a lo señalado por el gobierno, las políticas sociales están siendo un factor clave en esta disminución de la pobreza, ¿comparte esa visión?

-Lo que estamos viendo es que las políticas sociales están haciendo toda la diferencia. Nos quedamos con los niveles de subsidios per cápita mucho más altos de lo que teníamos antes de la pandemia. Nos quedamos con una batería de subsidio. Y la pregunta ahí es si esto es sostenible en el tiempo, porque se requiere de recursos fiscales, y lo otro importate es qué proporción de estos subsidios tiene que ver con incentivos a la formalidad, porque si no también es preocupante quedarnos con niveles de subsidio que es casi el doble de lo que teníamos en 2017.

¿Se debe transitar a subsidios que impulsen el mercado laboral y los ingresos autónomos?

-Es una buena noticia desde el punto de vista de los ingresos finales, pero los subsidios se han hecho cargo del empeoramiento en los quintiles inferiores. Hay una gran bandera de advertencia respecto de si se podrá sostener esto en un año o dos años más porque esto requiere de recursos y la situación fiscal del país, y lo más importante es si se ayudará a que las personas logren ingresos por sus propios medios.

¿Usted esperaba una baja de esta magnitud en la tasa de pobreza?

-Nosotros como Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC entregamos unos datos en noviembre de 2022 para la región de Tarapacá. En esa región, los datos mostraban una baja en relación a 2020, pero por sobre lo que había en 2017. Para el resto del país todos pensábamos que se mejoraba en relación a 2020. El tema de los subsidios fue de alguna manera no se tenía internalizado.

¿Es sostenible estos niveles de pobreza si no se recupera los ingresos autónomos?

-La principal lección que se saca acá es si esto es sustentable. Si en verdad vamos a poder seguir manteniendo un apoyo de esta magnitud. Se ha estado hablando de la sostenibilidad de la PGU, sin embargo, también creo que el foco correcto debe esta puesto en el empleo, y en el empleo formal, que es lo que les da autonomía a las personas. Y la pregunta es si estos subsidios, que de alguna manera sirven para compensar el alza de la inflación y la caída de los ingresos laborales, estimulan o no la búsqueda de empleo formal, porque si la desincentiva, habría que sustituirlo por otros que sí estimulen el empleo. Es un tema que se debe abordar pronto.P