Algunos se propusieron a sí mismos, hicieron campaña y buscaron apoyos. Otros fueron impulsados por sus pares de forma simbólica, sabiendo que no tendrían los votos para imponerse por sobre quienes terminaron siendo electos.

Las elecciones de las coordinaciones de las comisiones permanentes de la Convención Constitucional dejaron a varios aspirantes en el camino. Algunos más dolidos que otros.

Uno de los casos más emblemáticos se dio en la Comisión de Sistema Político, donde pese a los pronósticos del Frente Amplio, uno de sus cuadros más importantes quedaría fuera de la coordinación: Fernando Atria.

El constitucionalista no obtuvo los apoyos de sus aliados del Partido Comunista. Bárbara Sepúlveda y Marcos Barraza optaron por impulsar el nombre de Alondra Carrillo (Movimientos Sociales), pese a que no tenía garantizados los apoyos suficientes para convertirse en coordinadora. Las tensiones que han marcado la relación de Apruebo Dignidad al interior de la Convención Constitucional quedaron así nuevamente en evidencia.

Otro factor que pesó en el revés de Atria fue que quienes se han convertido en aliados naturales de los frenteamplistas en la constituyente, el Colectivo Socialista, tenía a su propio candidato. Ricardo Montero -quien saldría electo junto a Rosa Catrileo (mapuche)- había negociado los apoyos suficientes con los escaños reservados, Independientes No Neutrales, Colectivo del Apruebo e incluso la derecha para quedarse con el cargo y así lo hizo.

En esa instancia también quedaron en el camino figuras como Renato Garín (independiente), quien impulsó su opción y -según fuentes de Vamos por Chile- les pidió personalmente sus apoyos, dado que la derecha no tenía ninguna posibilidad de quedarse con alguna de las coordinaciones.

Así, figuras como Raúl Celis (RN), Hernán Larraín Matte (Evópoli) y Cristián Monckeberg (RN) le dieron su respaldo a Garín, a la vez que, como segunda alternativa, lo hicieron con Patricia Politzer. La periodista de Independientes No Neutrales también quedaría en el camino.

Pese a todo, la Comisión de Sistema Político logró obtener a sus coordinadores en dos votaciones. Un caso totalmente opuesto se dio en la Comisión de Justicia, que será liderada por Christian Viera (Frente Amplio) y Vanessa Hoppe (Movimientos Sociales). Ambos fueron electos después de seis votaciones sucesivas en las que ninguno de los candidatos lograba una mayoría.

Los guarismos se mantendrían prácticamente invariables durante las repeticiones, lo que generó incomodidad de varios de los presentes, quienes pedían dar por finalizada la sesión que ya se había extendido de su hora de citación. Quien fue coordinadora de la Comisión de Derechos Humanos, Manuela Royo (Movimientos Sociales), obtuvo solo un voto en las votaciones iniciales, mientras que Hugo Gutiérrez (PC), Andrés Cruz (Colectivo Socialista), Ingrid Villena (Pueblo Constituyente) y Patricia Labra (RN) se movían entre los ocho y los cinco.

La votación que terminó resolviendo el puzzle, sin embargo, hizo escalar la tensión en la instancia. La constituyente Natividad Llanquileo (mapuche) acusó a Royo y Hoppe de haber apoyado a Cruz, quien se desempeñó en el Ministerio Público en causas relativas al conflicto mapuche. La representante de escaños reservados increpó a sus pares de decirse “defensoras de los mapuches”, para luego estar respaldando a un exfiscal que pidió “más de 100 años de cárcel para miembros del pueblo mapuche”.

Fue esa presión, según algunos convencionales, lo que terminaría inclinando la balanza en favor de Viera.

La Comisión de Derechos Fundamentales, que será liderada por el socialista Matías Orellana y Damaris Abarca (Frente Amplio), también dejó sorpresas. Si bien en la previa de la votación el Colectivo Socialista había buscado apoyos para César Valenzuela, otros convencionales como Orellana y Patricio Fernández, quien ahora integra ese comité, también habían manifestado su disponibilidad para liderar una de las instancias más relevantes de la discusión constitucional.

En un contexto en el que podría ser un riesgo el que algunos se “repitieran el plato” -tanto Valenzuela como Fernández hicieron de coordinadores en las comisiones provisorias-, fue el nombre del representante del distrito 15 quien terminaría generando mayor consenso en el resto de los colectivos.

La elección de Abarca y Orellana, dicen en sus sectores, no estaba asegurada. Y, de hecho, era una carrera compleja. “Era bien difícil que quedáramos el FA y el PS coordinando juntos cuando teníamos ocho de 33 votos y somos fuerzas aliadas”, dice un representante de esas fuerzas.

Pese a eso, finalmente ambos lograron imponerse ante las aspiraciones de Gaspar Domínguez (Independientes No Neutrales), quien también obtuvo apoyos importantes, Isabela Mamani (aymara), Janis Meneses (Movimientos Sociales) y Manuel José Ossandón (RN), quien se propuso a sí mismo como carta para coordinar el espacio.

Pese a este revés, quienes quedaron fuera en esta pasada podrían tener nuevas oportunidades en el futuro. Las negociaciones por las coordinaciones actuales estuvieron permeadas por la idea de que estos cargos pudiesen ser rotativos en periodos de tres meses. Si bien esa alternativa quedó como un “acuerdo tácito” entre algunos sectores, varios convencionales son escépticos de que algo de eso se cumpla.

La única comisión que resolvió establecer aquello como una decisión formal fue la de Conocimiento, Ciencia y Cultura, que será liderada por Cristina Dorador (Movimientos Sociales) e Ignacio Achurra (Frente Amplio).