Después de los festejos de este domingo en Sao Paulo, con epicentro en la Avenida Paulista, por el dramático triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta presidencial contra el Presidente Jair Bolsonaro, un aguacero se dejó caer en la metrópolis brasileña la madrugada de este lunes. Y es que se pronosticaba la llegada de un frente frío que provocaría un gran cambio en el clima de la región. Las temperaturas, que superaron los 30 °C el día de las elecciones, descenderían, con una máxima de 16 °C este martes, con tiempo nublado y mucha lluvia.
Tan incierto como el tiempo atmosférico era el clima político en Brasil este lunes luego de que Bolsonaro aún no reconociera su derrota ante Lula, pese a que, tras el último debate presidencial, el viernes pasado, diera indicios de que respetaría el resultado del balotaje de este domingo, independientemente de cuál fuera el resultado.
“No existe la más mínima duda. El que obtenga más votos, gana. De eso se trata la democracia”, dijo Bolsonaro a la presentadora Renata Lo Prete, en el programa televisivo Jornal da Globo, tras el último cara a cara con el exmandatario.
Al día siguiente de la derrota en las elecciones, Bolsonaro salió del Palacio de Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia, alrededor de las 9:30 horas de este lunes y se dirigió al Palacio de Planalto sin hacer declaraciones. El asistente del presidente, Mauro Cesar Cid, advirtió a los ministros de gobierno que intentaron hablar con Bolsonaro la noche del domingo que se había ido a dormir. Poco después, a las 22:06 horas, se apagaron las luces de Alvorada, según informó el diario Folha de Sao Paulo, que destacó que en las redes sociales los internautas se preguntaban “¿Dónde está Bolsonaro?”.
Al respecto, el portal UOL informó que Bolsonaro pasó la mañana de este lunes reunido con ministros y asistentes en el Palacio do Planalto. La columnista Carla Araújo dijo que en el encuentro participaron los ministros de palacio Ciro Nogueira (Casa Civil), Luiz Eduardo Ramos (Secretario General de la Presidencia), Augusto Heleno (Oficina de Seguridad Institucional) y Célio Faria (Secretario de Gobierno), además del derrotado candidato a la vicepresidencia, el general Walter Braga Netto.
Según un asesor del presidente, todavía no había una definición del tono del discurso del mandatario después de la derrota. Un asistente dijo que, si Bolsonaro cuestiona el resultado, será por la vía legal “dentro de las cuatro líneas de la Constitución”.
Durante la tarde de este lunes, el diario O Estado de Sao Paulo informó que Bolsonaro se preparaba para reconocer al final del día la victoria de Lula, tras casi 20 horas de silencio. En la grabación, también criticaría el proceso electoral. Aunque el discurso estaba previsto para cerca de las 19 horas, los aliados aseguraron que el mandatario estaba indeciso y seguía considerando dejar el gesto para este martes.
Aliados del mandatario ya habían reconocido la victoria de Lula el mismo domingo. Tarcísio de Freitas, gobernador electo de Sao Paulo, militar y hombre muy cercano a Bolsonaro, dijo que el resultado en las urnas es “soberano”. Arthur Lira, el poderoso presidente de la Cámara de Diputados, comentó esa misma jornada que “la voluntad de la mayoría manifestada en las urnas nunca podrá ser contestada”.
Con todo, destacó UOL, Bolsonaro ya es el candidato que más tardó en reconocer el revés en las elecciones, al menos desde 2002. En 2010, el entonces candidato presidencial José Serra (PSDB) admitió la derrota ante Dilma Rousseff (PT) a las 22:40, casi dos horas y media después del anuncio del resultado, a las 20:13.
Primera dama cita la Biblia
La que sí se pronunció durante la jornada sobre el resultado de las elecciones fue la primera dama, Michelle Bolsonaro, citando un pasaje de la Biblia. En sus redes sociales escribió: “Alabad al Señor todas las naciones, alabadlo todos los pueblos. Porque grande es su bondad para con nosotros, y la verdad del Señor es para siempre. Alabad al Señor”.
Asimismo, la esposa de Bolsonaro dijo este lunes que ella y el presidente siguen “firmes, unidos, creyendo en Dios y creyendo en lo mejor para Brasil”. El anuncio se produjo después de que la pareja supuestamente dejara de seguirse en las redes sociales, lo que causó revuelo en internet.
En la primera manifestación de uno los hijos del mandatario, el senador Flávio Bolsonaro habló en las redes sociales este lunes por la tarde sobre levantar la cabeza y dijo que “no vamos a renunciar a Brasil”. “¡Gracias a todos los que nos ayudaron a rescatar el patriotismo, que oraron, rezaron, salieron a las calles, sudaron por el país que está trabajando y le dieron a Bolsonaro la votación más grande de su vida! ¡Renunciar a nuestro Brasil! ¡Dios al mando!”, dijo Flávio, sin mencionar a Lula.
Según Folha de Sao Paulo, aliados le sugirieron a Bolsonaro un discurso en el que reconozca la derrota y señale “injusticias” que el mandatario habría sufrido en su gobierno y en la campaña. En tanto, el columnista de O Globo, Lauro Jardim, aseguró que el presidente les dijo a sus ministros que no impugnará el resultado, pero no felicitará a Lula. “Tal actitud está fuera de cuestión”, comentó.
La diputada federal electa por Sao Paulo y exministra de Lula, Marina Silva, criticó la postura de Bolsonaro de no pronunciarse sobre los resultados de las elecciones y felicitar al candidato del PT por su victoria. “Es preocupante porque Bolsonaro tiene una actitud de ser impredecible, una imprevisibilidad que nos lleva a estar en una situación de preocupación”, dijo en una entrevista con UOL News.
En ese sentido, Malu Gaspar, columnista de O Globo, escribió que los “militares temen por el futuro con Lula, pero descartan un golpe o intervención”. “Coroneles y oficiales de la Policía Militar expresan frustración en grupos, pero generales del Alto Mando dicen que la transición seguirá un ritmo normal”, agregó.
Equipo de transición
Y la transición es precisamente uno de los temas que preocupa a Lula. La incertidumbre sobre cómo se desarrollará el proceso fue admitida por el propio presidente electo en un discurso en la Avenida Paulista en la noche del domingo, tras el anuncio de los resultados de las elecciones. “A partir de mañana (lunes) tengo que empezar a preocuparme por cómo vamos a gobernar este país. Necesito saber si el presidente que hemos derrotado permitirá que se haga una transición para que sepamos las cosas”, señaló.
Incluso, O Estado de Sao Paulo informó que el equipo de Lula pronostica una transición de gobierno difícil, con retención de información y riesgo de que Bolsonaro genere confusión hasta el 31 de diciembre. Los aliados del petista evalúan que la tendencia del actual mandatario es imitar al expresidente estadounidense Donald Trump y no entregar la banda presidencial. Se teme que los bolsonaristas radicales también creen confusión el día de la toma de posesión, el 1 de enero de 2023, en un intento de reproducir en Brasilia una escena similar a la invasión del Capitolio, en Washington, el año pasado.
Pese a esta incertidumbre, la primera decisión de Lula como nuevo presidente electo de Brasil debería ser nombrar al coordinador del equipo de transición. Ana Flor, columnista de G1, escribió que dos fuentes cercanas al petista afirmaron que el anuncio podría ocurrir este miércoles y que el nombre más citado para la tarea es el del vicepresidente electo, Geraldo Alckmin. UOL, en tanto, sumó como favorita para ese puesto a la presidenta del PT, la diputada federal Gleisi Hoffmann.
Esta última, en entrevista con Globo News, dijo que la transición comenzará en 48 horas con o sin la participación de Bolsonaro, tras asegurar que, hasta la tarde de este lunes, no hubo contacto de miembros del Palacio del Planalto para tratar el tema. Más tarde, sin embargo, el coordinador de comunicación de la campaña presidencial de Lula, Edinho Silva, informó que había llamado al jefe de gabinete de Bolsonaro, Ciro Nogueira, para discutir la transición de gobierno, destacando la actitud “democrática” del ministro. Por su parte, Alckmin habló por teléfono durante la jornada con el vicepresidente Hamilton Mourão, quien reconoció la victoria de Lula y puso el Palacio de Jaburu a su disposición, señalando que la transición comenzó allí antes del paso del bastón en el Palacio de Alvorada, apuntó O Globo.
Ambos candidatos a coordinar el equipo de transición también emergen como nombres fuertes del nuevo gobierno de Lula. Alckmin es actualmente el más citado para ser ministro de Hacienda, mientras que Hoffman es la candidata más fuerte para Jefa de Gabinete, señaló Kennedy Alencar, columnista de UOL.
También se da por descontado que Simone Tebet, quien fue la candidata presidencial del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y resultó tercera en la primera vuelta, ocupe un ministerio. Ella misma se posicionó para liderar políticas en Educación o agricultura.
Marina Silva, quien fue ministra de Medio Ambiente de Lula antes de sumarse a la oposición, también figura entre las dirigentes que tendrá un lugar en el equipo de gobierno pese a que fue electa diputada por su fuerza Rede. Sus participaciones en la campaña lulista las centró en la agenda verde y fue nexo con el electorado evangelista.
Bloqueos de camioneros
Pero a la incertidumbre por el pronunciamiento de Bolsonaro se sumaba la acción de camioneros bolsonaristas, que bloquearon carreteras en al menos 18 estados del país por el triunfo de Lula. Las acciones se iniciaron horas después de que se anunciara la victoria del petista, oficializada a las 19:57 horas de este domingo.
La Policía Militar del Distrito Federal informó que aisló preventivamente la zona de la Explanada y la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia por posibles amenazas de camioneros. “La Explanada fue aislada preventivamente para evitar que los camiones invadan la región. La idea es proteger las entidades públicas y mantener el orden”, dijo la institución citada por O Estado de Sao Paulo.
A su vez, el Ministerio Público Federal envió este lunes una carta al director general de la Policía Federal de Carreteras, Silvinei Vasques, solicitando información sobre las medidas que se están adoptando para garantizar el mantenimiento del flujo en las carreteras federales. La misiva establece un plazo de 24 horas para una respuesta.
En sus editoriales, los principales diarios brasileños expresaron este lunes su visión sobre lo que debería hacer el petista tras su victoria. “Lula tiene el deber de calmar los ánimos”, escribió O Estado de Sao Paulo. “La victoria del petista está lejos de representar una solución. Este es un nuevo desafío que exige vigilancia y participación democrática. La oposición responsable es imprescindible”, agregó.
En tanto, Folha de Sao Paulo, bajo el título “Al centro, Lula”, comentó que “la alternancia da fe de la solidez de la democracia” y que “el país necesita buscar el desarrollo”. Y añadió: “Por todo eso, Lula necesita mostrar signos inmediatos de responsabilidad presupuestaria y voluntad de ir al centro, política y económicamente”.
Pero el politólogo y director ejecutivo de Eurasia para las Américas, Christopher Garman, es pesimista. En entrevista con O Estado de Sao Paulo, dijo que Lula debería iniciar su mandato con un mensaje de unión o concertación nacional, pero “las posibilidades de éxito son pequeñas”. Según el experto, aunque el petista envíe señales al mundo político, sugiriendo un “gobierno de centro”, el país, dividido, atraviesa un momento en el que “cualquier gobernante electo tiende a tener una luna de miel corta e índices de aprobación popular más bajos”.