Delegada presidencial de Valparaíso: “Es más una caricatura esa distancia que hay entre el gobierno y las policías”
La fonoaudióloga Sofía González (PC) evalúa positivamente -por ahora- el desempeño de las policías en el control del orden público y anuncia que serán muy críticos cuando no se cumplan los protocolos. Su experiencia en el tema “no está en la formalidad de los estudios”, reconoce, sino en su participación previa en organizaciones sociales. “Hemos vivido una serie de administraciones, donde se planteaban grandes currículum, y ya vemos lo que sucedió”, dice.
La fonoaudióloga y egresada de Magíster en Educación Sofía González Cortés (PC) fue designada por el Presidente Gabriel Boric (CS) como delegada presidencial para la Región de Valparaíso. A casi un mes de asumir el cargo, conversa por primera vez con un medio nacional en el piso 19 del gobierno regional, espacio que hasta el 31 de marzo ocupó como oficina.
Ese día, como parte del “compromiso que hace el Presidente Gabriel Boric a la Asociación de Gobernadores a nivel nacional” -dice González-, todos los delegados del país cedieron sus dependencias a los gobernadores regionales, en su caso, a Rodrigo Mundaca (ind-RD), que estaba en el piso seis. Ella, en cambio, bajó al 18.
Para la delegada ese cambio no fue tema, pues considera a Mundaca la primera autoridad regional: “El está electo democráticamente y eso para nosotros tiene un alto valor”, señala. Fue ese -califica- el “primer hito” en el traspaso de competencias, que comprende el proceso de descentralización, y para el cual está trabajando “intensamente” con el subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Crispi (RD), para presentar una hoja de ruta de transferencia de competencias a nivel nacional.
¿Cómo ha sido asumir un cargo que tiene fecha de expiración?
Creo que es un compromiso. Y cuando uno lo asume desde lo colectivo y no lo individual, no es algo que genere mayores contradicciones.
¿Tiene experiencia en materia de seguridad, para coordinar a las policías?
Las experiencias no solo están en la formalidad de los estudios. Hemos vivido una serie de administraciones donde se planteaban grandes currículum o “gobiernos de excelencia” y ya vemos qué sucedió. Si tú me preguntas si tengo experiencia referente a seguridad pública, por cierto que la tengo, considerando cuál ha sido el trabajo que hemos realizado, por ejemplo, con organizaciones sociales; de poder construir una mirada que venga a complementar lo que estamos acostumbrados a ver en materia de seguridad. El desafío es cómo hacemos conversar la sensación de inseguridad de la calle con el rol de las policías.
¿Cuál será el plan de seguridad de su administración?
El plan de seguridad tiene que ser construido entre todos, y esa construcción es del Consejo Regional de Seguridad Pública, donde se incorpora la delegada presidencial, las policías, los municipios, el Sernameg, la Seremi de la Mujer, entre otras actorías, a propósito de esta necesidad de abordar el tema de la seguridad pública de manera multisectorial, integral y multifactorial. El año pasado fue presentado en junio. Nosotros pensamos hacerlo entre abril o mayo.
¿Cuál será el principal cambio de enfoque de ese plan?
Tenemos que incorporar a las comunidades en cómo recuperamos la paz y la tranquilidad de nuestros barrios y nuestras calles. Tenemos una mirada que tiene que ver con el control de hechos de violencia, por supuesto que ahí vamos a poner un énfasis, específicamente con el control de armas, con el trabajo de comercio ambulante y también con los hechos de violencia de alta connotación. Bueno, el narcotráfico, que claramente es un tema en la región, especialmente en las zonas más alejadas. Sin embargo, mas allá de eso, también tenemos que enfrentar el fondo, que tiene que ver con la falta de espacios de ocio, de comunicación con los vecinos y la recuperación del espacio público.
En este ámbito, ¿cómo ha sido el trabajo con los alcaldes de Viña del Mar, Macarena Ripamonti (RD), y de Valparaíso, Jorge Sharp (ind)?
Hemos estado en constante conversación respecto de cómo avanzar y resolver. Porque podemos tener planes, pero tenemos que llegar a medidas concretas, que se construyen también con la comunidad. Saber dónde están los puntos críticos.
¿Cuál es su diagnóstico respecto de la gestión de los alcaldes en materia de seguridad?
Creo que es un poco temprano para preguntarme eso. Es una responsabilidad compartida.
Pero dentro de las atribuciones que tienen, ¿cómo los evalúa?
Hoy estamos en un momento país que es complejo y desde ahí las respuestas que hay que dar deben ser integrales, colaborativas. Insisto, personificar la responsabilidad o la gestión en una u otra administración no creo que sea correcto.
¿Cree que la desconfianza que existe respecto del trabajo de las policías puede significar una dificultad en el trabajo con los municipios?
La coordinación que hemos realizado hasta ahora ha sido muy buena. Hemos conversado constantemente, monitoreando cuáles son las acciones que se llevan adelante, fortaleciéndolas desde la mirada del programa de gobierno de Apruebo Dignidad. En la primera conversación que tuvimos con el general de Zona de Carabineros (Edgard Jofré) y la directora de la PDI en Valparaíso (Sandra Gutiérrez), planteamos que debemos poner énfasis especial en que los protocolos se cumplan, con respeto irrestricto a los derechos humanos, perspectiva de género y con una mirada que nos permita acercar a las policías a la comunidad (...); hoy el llamado a es ponernos a trabajar. Yo creo que lo otro, también, es un poco de caricatura.
¿Qué cosa?
Esa distancia que hay entre el gobierno y las policías, como falta de entendimiento, es más una caricatura. Nosotros venimos trabajando incluso desde un poquito antes. Nos tocó el traspaso presidencial, que tuvo una evaluación bastante positiva.
¿Y considerando lo que ha sucedido en Plaza Italia, respecto del actuar policial y las críticas del PC?
Ese es un planteamiento que no solo tiene el PC. El planteamiento del gobierno es que efectivamente vamos a hacer énfasis en el control del orden público y la seguridad, porque es una necesidad planteada desde los vecinos y vecinas, pero que ese ejercicio no puede ir en contradicción con el respeto a los derechos humanos y con el buen actuar o el respeto a los protocolos (...). Sí seremos muy enfáticos, o críticos, cuando evidenciemos que algo de eso, de esos acuerdos, no se realizaron como lo acordamos.
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