Primero fue el Metro, y hoy el Hospital San Borja Arriarán. Ambos sufrieron daños considerables y el Estado tendrá que correr con los gastos de reparación o restitución porque no cuentan con seguros para resguardar ni la infraestructura ni el equipamiento.

“Gran parte de las empresas públicas y otras entidades del Estado no toman seguros porque teóricamente es muy caro, lo cual me lleva a cuestionar esta carencia ya que en el mundo privado ocurre de manera distinta. Este es un gran tema y me parece insólito, cuando hay disponibles seguros internacionales a los que se podría convocar a una licitación. Esto habla de una no gestión” señala el economista Roberto Darrigrandi.

Y lo cierto es que desde el Estado no existe una política o instrucción centralizada que obligue a los organismos públicos a contratar pólizas para resguardar sus bienes. Y en el caso particular de los hospitales, señalan fuentes oficiales, cada servicio contrata el seguro según el presupuesto que solicita. Por tanto, el Hospital San Borja, cuyo edificio pertenece y depende del Servicio de Salud Metropolitano Central, no cuenta con ese tipo de soporte para enfrentar los daños sufridos por el incendio del fin de semana.

Extraoficialmente se señala que es muy difícil que las compañías accedan a asegurar edificios de los años 70, que en casos como éste no cuentan ni con la debida recepción de obras. Y ese sería el caso de otros emblemáticos como el Barros Luco, Sótero del Río y Roberto del Río que data de las primeras décadas del siglo XX.

Esta forma de operar es recordada por el exdirector del Hospital de Puerto Montt, Yuri Carvajal, quien afirma que es una decisión autónoma de cada centro hospitalario asegurar lo que se considere conveniente: “Hay cosas que se podían asegurar, pero igual era una decisión del hospital hacerlo o no. Era una decisión de cada establecimiento y no existe una política de seguros. No hay una política nacional, sino que cada hospital ve qué puede asegurar y cómo lo hace dependiendo de las condiciones económicas. Hoy hay hospitales asfixiados que no tienen cómo asegurar sus equipos”.

Es el caso del San Borja que, como recinto antiguo -existe desde 1977-, se le hace cuesta arriba encontrar una aseguradora, y no cuenta con los recursos que probablemente costaría una póliza anual, en medio de tanta emergencia. Tampoco existe un instructivo central que obligue a destinar dinero a los imponderables, y por ello no hay un ítem en el Presupuesto de la Nación caratulado como riesgos de hospitales. “Alguna vez lo planteamos, que habría que incluir una asignación para seguros de hospitales en la Ley de presupuesto. Plantearé ese tema a la Comisión al regreso”, indicó el diputado Ricardo Celis (PPD), integrante de la comisión de Salud.

A la espera del informe final

Hace más de un año, Metro informaba ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que no tenía seguros, días después de haber sufrido ataques incendiarios a 79 de 136 estaciones que lo mantuvo paralizado por meses y cuyos daños se estimaron en US$300 millones. “Los seguros contratados no incluyen trenes ni estaciones, debido a que por el alto costo de las primas y la baja tasa de siniestralidad en toda la historia de Metro, se ha tomado la recomendación de asesores expertos en la materia de no ampliar la estructura de seguros vigentes”, afirmaba la empresa después a Ciper.

Si bien los daños al Hospital serían bastante menos que los ocasionados al Metro ya que según las cifras entregadas por el ministro de salud, Enrique Paris, oscilarían entre los US$46 millones a US$66 millones (ó $35.000 millones a $50.000 millones), el recinto tampoco cuenta con seguros para el equipamiento.

Fuentes cercanas explican que en general los equipos de alto costo funcionan en base a garantías del proveedor relacionadas a mantención o fallas, pero no por destrucción debido a otras causas. Por ende, el angiógrafo quemado para detectar accidentes vasculares que vale un millón de dólares, sería un daño irreparable.

“Aún no hay un informe sobre los daños, Ahora daño estructural no hay, el edificio de ocho pisos fue afectado con el incendio en su tercer piso que correspondía a atención de pacientes más complejos y donde se ubicaba el rescate de infartos con un equipamiento carísimo”, indicaba la directora del Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), Patricia Méndez, a radio Cooperativa. En la oportunidad sostuvo que los equipos técnicos apoyados por la OPS (Organización Panamericana de la Salud) trabajarán durante una semana para evacuar el informe final.

Por su parte, la exsubsecretaria de redes asistenciales Gisela Alarcón explica que según la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción existe un seguro durante la construcción de los recintos, a cargo de la empresa. “Cuando se hace la recepción de obra definitiva se acaba ese seguro”, afirma al constatar que la responsabilidad de la constructora rige hasta 10 años después por algún tipo de siniestro originado por un problema estructural, como ocurrió con los daños en el Hospital de Temuco en el terremoto de 2010.

“Creo que debe haber efectivamente un análisis por parte del Estado en que se mire el costo beneficio de tener un seguro. Posiblemente haya que poner un financiamiento mayor, tal como lo hicimos nosotros, en el mantenimiento de los hospitales, porque tener un seguro no necesariamente va a responder de inmediato con un hospital nuevo, mañana. Pero sí podemos tener nuestros hospitales con una política de mantenimiento” sugirió.

Planes futuros

Pese a los intentos de La Tercera, no hubo una respuesta oficial del Ministerio de Salud y sus derivados sobre el tema y la existencia de seguros.

No obstante, desde la División de Inversiones de la Subsecretaría de Redes Asistenciales indicaron cuál es la política aplicada para las futuras construcciones de hospitales que contempla 19 bajo el modelo de Asociación Público-Privada (APP), el cual tiene asociado pólizas de seguro para todo evento.

“Fuera de los proyectos que están bajo el modelo de APP, todos los hospitales en ejecución contemplan la mitigación de incendios, sprinkler, aisladores sísmicos, zonas de seguridad, muros corta fuego, áreas demarcadas de evacuación, entre otros. El resto de los hospitales de la red de salud paulatinamente han ejecutado e implementado la normalización y adecuación de un sinnúmero de proyectos de seguridad en infraestructura”, señala su respuesta oficial.