En los ocho años que el Papa Francisco ha estado a la cabeza de la Iglesia Católica, de a poco parecía haber abierto las puertas a la comunidad LGBT, con un punto de vista menos radical y más conciliador respecto del tema que sus antecesores. Ejemplos de esto son una declaración en una conferencia de prensa en Brasil en 2013, donde aseguró que “si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarle?”, o hace unos meses, cuando expuso que los homosexuales “son hijos de Dios, tienen el derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por esto”. Hoy, sin embargo, estas puertas parecen haberse cerrado.

Este lunes, la Congregación para la Doctrina de la Fe -órgano colegiado del Vaticano que custodia la correcta doctrina católica en la Iglesia- decretó que la Iglesia Católica está incapacitada de dar su bendición a las uniones entre personas del mismo sexo, porque Dios “no puede bendecir el pecado”.

“Dios nunca deja de bendecir a sus hijos”, pero “no bendice ni puede bendecir el pecado”, dice, y agrega que al consagrar estas uniones, se puede generar una confusión con una equivalencia sacramental al matrimonio, que “sería erróneo y engañoso”.

Esta decisión ha generado una ola de críticas en el mundo católico, con 1.300 millones de fieles, donde algunos afirman que conducirá a que más católicos homosexuales y quienes apoyan la causa del matrimonio igualitario se alejen de la Iglesia.

“El Vaticano hace lo que el Vaticano hace y, a veces, el Vaticano realmente lastima a las personas cuyas vidas no conoce”, dijo a The New York Times Jason Steidl, teólogo gay de la Universidad de Fordham. “Pastoralmente, es un pronunciamiento devastador para la comunidad LGBT”. En Estados Unidos, seis de cada 10 católicos apoyan el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, según un estudio realizado en 2019 por Pew Research Center.

“(Los católicos) continuarán encontrando formas creativas de bendecir a las parejas que aman y apoyan”, dijo Francis DeBernardo, director ejecutivo de New Ways Ministry, también a The New York Times. Además, señaló que en diferentes parroquias, sacerdotes ya estaban bendiciendo estas uniones.

En una nota explicativa que acompaña a la respuesta del Vaticano sobre la negativa a la bendición de uniones homosexuales, se señala que “en algunos ambientes eclesiales se están difundiendo proyectos y propuestas de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo”.

“Estos proyectos están motivados por una sincera voluntad de acogida y de acompañamiento de las personas homosexuales, a las cuales se proponen caminos de crecimiento en la fe”, sin embargo, no se pueden convertir en bendiciones, dice el comunicado.

Esto hace alusión directa a la propuesta de algunos obispos alemanes que en 2019 anunciaron su intención de realizar una “nueva evaluación” de las enseñanzas de la Iglesia sobre los sacramentos del orden sacerdotal y del matrimonio, respaldando la bendición de uniones entre personas del mismo sexo.

“Si una pareja homosexual vive con lealtad, ¿no podemos decir que su relación está bendecida por Dios?”, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing en una entrevista con Frankfurter, quien en diciembre del año pasado pidió considerar cambios en la sección sobre homosexualidad en el Catecismo de la Iglesia Católica. “Necesitamos soluciones para esto”, dijo al apoyar la bendición de uniones homosexuales.

Además, el cardenal de Munich, presidente de la Conferencia Episcopal y uno de los principales consejeros del Papa, Reinhard Marx, y el obispo Peter Kohlgraf de Mainz también han apoyado la bendición de parejas del mismo sexo.

El 3 de febrero, Kohlgraf publicó una columna llamada “No ignorar la ciencia”, donde aseguró que “un buen número de personas que tienen atracciones homosexuales pertenecen a la Iglesia y son verdaderamente piadosas en el mejor sentido de la palabra”.

Claves del comunicado

El comunicado de dos páginas publicado este lunes corresponde a una respuesta a la pregunta: ¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?, presentada por feligreses y pastores. Este tipo de acciones son habituales cuando se quiere clarificar sobre un asunto controversial.

La respuesta fue tajante: “Se responde negativamente”, dice el documento publicado en siete idiomas diferentes y aprobado por el Papa Francisco.

El documento firmado por el cardenal Luis Ladaria insiste en que esta “declaración de ilicitud” no pretende ser “una discriminación injusta, sino reclamar la verdad del rito litúrgico y de cuanto corresponde profundamente a la esencia de los sacramentales, tal y como la Iglesia los entiende”.

En ese sentido, “la comunidad cristiana y los pastores están llamados a acoger con respeto y delicadeza a las personas con inclinaciones homosexuales”, dice el comunicado. Por eso, se distinguió la diferencia entre bienvenida y bendición de la Iglesia a personas homosexuales. “El juicio negativo sobre la bendición de las uniones de personas del mismo sexo no implica un juicio sobre las personas”, dice.