Hace pocos días la diputada Consuelo Veloso se convirtió en la nueva jefa del comité de Revolución Democrática en la Cámara de Diputados y Diputados. También ganó las elecciones internas y pasó a integrar el consejo político nacional de la colectividad, que ahora tendrá que definir el futuro del partido tras la renuncia de la directiva de Juan Ignacio Latorre.

Su suerte contrasta con la de su partido, que este miércoles perdió dos ministerios -Educación y Desarrollo Social- y que vio mermadas sus fuerzas en el gobierno del Presidente Gabriel Boric.

En el inicio del gobierno, RD cumplió un rol clave estando en la Segpres, el Ministerio de Educación y la Subdere. Hoy solo tienen Bienes Nacionales. ¿Cuál es su análisis sobre esta merma de poder dentro del Ejecutivo?

El caso de Democracia Viva es el antecedente más obvio de este retroceso. También se atribuye al manejo político de la directiva de Juan Ignacio Latorre, lo cual podemos discutir. No obstante, me parece importante poner sobre la mesa un tercer elemento, que implicó desde el inicio del gobierno que el partido fuera retrocediendo en su presencia dentro del gabinete. Tiene que ver con militantes de RD que tienen peso y poder por sí mismos en el gobierno y que, actuando por fuera de la orgánica, fueron generando acuerdos sin considerar el bienestar del partido. Prueba de eso es que antes del cambio de gabinete figuraban nombres para ocupar cargos que no habían pasado por la orgánica del partido, pero que se pusieron sobre la mesa por militantes miembros del gobierno. Ese tercer elemento generó un desgaste y la revalorización de RD en el gobierno. Si tienen más peso militantes que el partido vamos a estar dependiendo de un par de personas en desmedro de la orgánica de RD.

¿Con “un par de personas” se refiere a Giorgio Jackson y Miguel Crispi? El primero fue el factótum del gobierno y el segundo es ahora el jefe de asesores del Segundo Piso.

Sí, son dos militantes que tuvieron un rol fundamental en la conformación del partido, por lo que siguen siendo valorados por buena parte de la militancia. No obstante, hay una parte de la militancia que se ha sentido abandonada tras ver cómo se han usado espacios de gobierno para tener mayor peso que la propia orgánica para proveer cargos. Esto ha significado que muchos militantes, cuadros técnicos importantes, hayan quedado marginados. Hay un resentimiento y una situación de abandono por parte de una parte de militantes por culpa de esta costumbre de saltarse la determinación partidaria. Es difícil construir un partido que se sostenga en el tiempo si se mantienen este tipo de lógicas. Esto nos diferencia de Socialismo Democrático, en donde -más allá de que hayan tenido crisis mucho más graves- han tenido una disciplina a la hora de gobernar y han generado una sensación de resguardo con sus militantes y no de abandono.

¿En este primer año y medio, han estado a la altura del ejercicio de gobernar?

Más allá de las críticas que podamos hacer en el futuro próximo, me parece que sí se ha estado a la altura, aunque hay aprendizajes por recoger y mejorar. Una parte que hay que aprender es que debemos tener la capacidad de mostrarle a Chile que RD tiene una cara que los representa. Si en un momento la gente se alejó de nosotros es algo que debemos poner sobre la mesa para mejorarlo. Dejar atrás la caricatura que se ha levantado sobre que representamos solo a la política universitaria.

¿Cuánta influencia mantienen hoy en día Crispi y Jackson en la toma de decisiones de RD?

Yo creo que mantienen y van a tener siempre una posición de poder importante, puesto que ambos representan a personas de máxima confianza del Presidente.

Uno de los tres factores que mencionaba era la gestión del senador Latorre, quien presentó su renuncia esta semana. ¿Cuánta responsabilidad le otorga a él en el marco de la crisis del partido?

Es indiscutible que el senador Latorre pudo haberlo hecho mucho mejor y haber obtenido mejores resultados en este reordenamiento del gabinete y otros espacios, como las subsecretarías. No obstante, me parece que hay una parte importante en estas determinaciones que no pasaron y no iban a pasar por el senador Latorre ni tampoco por el partido.

¿Cómo califica la relación de las bases de RD con el gobierno de Boric?

Hay una molestia importante respecto de los acontecimientos de los últimos días. Hay una sensación de abandono. Por una parte, por los compañeros que sabemos que tienen harta incidencia en el gobierno. Por otra parte, por el gobierno en sí mismo, puesto que RD ha sido uno de los partidos más leales, con sus luces y sus sombras. Fue el partido que levantó la candidatura del Presidente mucho antes que su propio partido, Convergencia Social. Uno de los desafíos es ver de qué forma en esta coyuntura tenemos la capacidad de que nos den el trato justo que merecemos. Ninguna regalía, sino el trato justo conforme a todos los años de historia, a la lealtad, al aporte político y técnico del gobierno y de su instalación. El partido es independiente de Democracia Viva. Ellos -Daniel Andrade y Carlos Contreras- son exmilitantes, por lo tanto, no nos parece justo que tengamos que seguir pagando facturas o que se nos desvalorice a la hora de determinar cargos.

El exministro Marco Antonio Ávila aseguró que está disponible para presidir el partido. ¿Es la figura indicada?

A mi juicio, es una de las cartas que me parecen deseables para presidir el partido, puesto que va en sintonía de la necesidad de la renovación de liderazgos que tiene el partido y a esto de que “nos parezcamos a Chile” en su infinidad de dimensiones. La respuesta a esa necesidad de representación creo que se encuentra totalmente lejos de quienes fueron en su momento los liderazgos históricos. Creo que cumplieron un rol, lo siguen cumpliendo, pero para ser los voceros del partido y ser la cara, creo que es Marco Ávila u otra figura similar quienes responden mejor a aquello.

¿Qué rol debiese tener el exministro Jackson?

Yo creo que tiene que aprovechar de desconectarse un poco, de descansar, quizás de estudiar, que, entiendo, era un objetivo que él tenía. Yo no soy de su círculo cercano, pero me imagino que es lo que podría hacer, es lo habitual. Pero dentro de RD no me parece que necesariamente tenga que asumir un rol.