Pese a fuerte retroceso en la jornada, dólar sobre $900 pone presión al IPC y retrasaría caída bajo los dos dígitos
Si bien este miércoles la moneda estadounidense tuvo una fuerte caída de $31, llegando a un valor de $956, sólo en septiembre acumula un alza de $75, pasando de $881 a $956. Los expertos esperan que la divisa registre una alta fluctuación durante los meses que se avecinan. El consejero del BC, Alberto Naudon, sostuvo en un seminario que “las intervenciones no tienen que ver con el nivel del tipo de cambio, sino más bien con el funcionamiento del mercado”.
La volatilidad del dólar estará presente en lo que resta del año, extendiéndose hacia principios del 2023. Eso es al menos lo que espera el mercado. Para los economistas, la divisa estadounidense fluctuará entre $900 y los $1.000 afectado principalmente por el escenario de incertidumbre externa y el riesgo presente de una recesión global.
Si bien, este miércoles el dólar tuvo una fuerte caída de $31 respecto al cierre del martes llegando a un valor de $956,8, sólo en septiembre acumula un alza de $75 pasando de los $881 hasta $956.
Esta volatilidad nuevamente puso en las primeras páginas de los diarios la intervención cambiaria por parte del Banco Central (BC), que justamente termina el próximo viernes.
En un seminario organizado por el BC y la Universidad Federico Santa María, el consejero, Alberto Naudon, analizó la evolución que ha tenido la divisa y entrego pistas de cuándo el ente rector interviene. “Las intervenciones no tienen que ver con el nivel del tipo de cambio, sino más bien con el funcionamiento del mercado. Si está funcionando adecuadamente o no”.
Por ejemplo, Naudon dijo que “si las condiciones de mercado implican que el tipo de cambio debe estar más abajo o más arriba y el mercado logra llegar a esos niveles de manera adecuada, no es necesario intervenir, por lo tanto, no es el nivel lo realmente relevante, sino que el funcionamiento del mercado”. En ese contexto, “a nuestro juicio, la intervención fue exitosa en el sentido de que ayudó al mercado a funcionar de manera adecuada, por eso de acuerdo a lo anunciado el programa de intervención termina el 30 de septiembre”.
Ahora bien, puntualizó que, si a juicio del Banco Central el mercado vuelve a funcionar inadecuadamente, “veremos las medidas que haya que tomar, pero hoy que se está acabando el programa, nuestro juicio es que el mercado ha vuelto a funcionar adecuadamente”. El consejero precisó que eso no significa que no haya un grado de tensión mayor que lo usual principalmente por lo que está pasando con la Reserva Federal en Estados Unidos. “El problema no es que haya tensiones, sino que si el mercado es capaz de lidiar con esas tensiones de manera adecuada”.
Impacto en los precios
Toda esa alza es la que podría generar presiones adicionales a la inflación de mediano plazo. Para algunos el peak ya pasó en agosto con el 14,1%, para otros todavía no se alcanza el máximo de este ciclo, el cual podría estar entre septiembre y octubre. No obstante, donde si existe una mayor coincidencia es que el IPC se mantendrá en dos dígitos por un mayor tiempo, incluso algunos lo ven recién bajando de ese nivel en abril de 2023.
“El dólar en Chile ha estado generando presiones inflacionarias adicionales a la economía. Si bien el triunfo del Rechazo y de la presentación de la reforma tributaria disminuye la incertidumbre en relación a algunos meses atrás, vemos que los niveles de la divisa siguen históricamente altos y actualmente por sobre lo que esperaba el mercado”, sostiene Pavel Castillo, gerente de Intelligence en Corpa.
Carolina Molinare, economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP) explica que “la depreciación que presenta el tipo de cambio se debe mayoritariamente a factores externos y la magnitud de los cambios en las proyecciones inflacionarias responden a la persistencia que mantenga la depreciación del tipo de cambio”.
Y Soledad Monge, economista de LyD, complementa el análisis mencionando que pese a la caída de $30 que experimentó el dólar hoy, “es probable que se mantenga alto producto del complejo escenario global”. Ese factor, según explica Monge, contrarrestará las bajas en los precios internacionales de varios productos, por lo que “las presiones inflacionarias podrían permanecer por un tiempo mayor a lo esperado”.
Los economistas esperan que el dólar registre una alta volatilidad estos meses que se avecinan y, por ello, el sesgo del impacto sobre los precios es al alza. “De corto plazo, dependerá en gran medida de lo que pase con el dólar internacional, pero operaría en un rango de $950 a $1.000″, comenta el economista jefe de Bice Inversiones, Marco Correa.
Un rango más amplio entregaron desde LarrainVial, quienes esperan que ronde entre los $900 y los $1.000. En un informe publicado por Pulso, especifican su proyección: “Mantenemos nuestro pronóstico de que el dólar terminaría en $975 a fines de año, a causa de causas externas asociadas a nuevas alzas de tasas por parte de la Fed y a la apreciación del dólar global”, dice, agregando que para 2023, el tipo de cambio terminaría en niveles cercanos a $900, en reacción a las expectativas de reactivación en el 2024.
Mayor persistencia inflacionaria
Se pensaba que el peak ya se alcanzó en agosto con el alza de 14,1%, su mayor nivel en 30 años, sin embargo, ahora el escenario está nuevamente abierto, e incluso algunas previsiones como la del propio LarrainVial el máximo podría estar entre septiembre y octubre llegando a un 15%. Alejandro Alarcón, académico de la Universidad de Chile, ve también como probable que el IPC anual siga subiendo en los próximos meses.
Monge anticipa que “el peak pudiese estar en septiembre con 14,3%”. Y Molinare asevera que “las cifras registradas esta semana generarían un aumento marginal en el IPC de octubre y la proyección de inflación para diciembre estaría sobre el 12%”. La economista dice que “el efecto de la fuerte depreciación que se observa nuevamente en el dólar genera una mayor persistencia inflacionaria y por lo tanto la convergencia hacia las expectativas se daría de forma más lenta”.
Francisca Pérez, economista principal de Bci, prevé que “los datos de inflación se mantendrán en dos dígitos hasta fines del primer trimestre de 2023 o inicios del segundo trimestre y comenzaría a caer con mayor fuerza ya en la segunda mitad del próximo año”. Ahora, con “estos niveles de tipo de cambio podrían retrasar la convergencia de la inflación a la meta”.
Correa y Castillo esperan que el IPC de dos dígitos se mantenga hasta abril de 2023. “Veremos cifras de un digito a partir de mayo del próximo año”, precisa Correa.
Alarcón explica que el efecto más directo es a través de los productos que se importa como los del retail, pero el más directo es la bencina, que, si bien el precio del petróleo ha mostrado una reducción en sus precios, ubicándose bajo los US$90 el barril este incremento de la divisa generará el efecto contrario pudiendo impactar en los precios a consumidores.
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