“Cuarta dosis. Semana del 26 de septiembre al 2 de octubre. Personas de tres años o más que hayan recibido su dosis de refuerzo hasta el 8 de mayo de 2022″. Así decía el calendario que el fin de semana pasado el Ministerio de Salud (Minsal) difundió en sus redes sociales, incentivando la vacunación contra el Covid-19.
El gran nuevo detalle es que el lunes recién pasado los niños de tres a cinco años se unieron al grupo objetivo de la segunda dosis de refuerzo, siendo el último grupo en sumarse a la campaña de inmunización, pues el proceso inició el 6 de diciembre de 2021 con el esquema basal, mientras que la inoculación con el primer refuerzo partió exactamente cinco meses después.
Sin embargo, las cifras dan cuenta de que el proceso de vacunación en los niños ha ido lento, y como a partir del 1 de octubre se levantarán muchas restricciones, como el uso de la mascarilla, la utilización de aforos o la obligación de mostrar Pase de Movilidad, se hace imperioso que las personas se vacunen.
De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Universidad del Desarrollo, la cantidad de vacunas administradas para los preescolares ha disminuido constantemente durante los últimos meses, alcanzando cifras menores a las 1.000 dosis semanales en segunda dosis del esquema basal y 5.000 vacunas semanales en primera dosis de refuerzo. Desde la casa de estudio afirman que estos números son “alarmantes”, debido a la baja cobertura que tienen los menores de tres a cinco años, con una cobertura del 65,1% en esquema completo y 33,9% en dosis de refuerzo.
El informe también da cuenta de que hay una enorme cantidad de preescolares habilitados para su dosis de refuerzo que no se han ido a vacunar. Durante la semana pasada (18 al 24 de septiembre) había 263.824 menores aptos para vacunarse con su dosis de refuerzo que aún no la reciben. Y de ese grupo, el 82,6% (217.909 niños) ya lleva más de seis meses sin esta dosis, por lo que estarían en la categoría que el Minsal considera “rezagados”.
La directora ejecutiva del CIPS, Paula Daza, afirma que estas cifras son graves, pues el 21 de septiembre el Minsal anunció la flexibilización de las restricciones sanitarias contra el Covid-19, y con ello una serie de actividades del quehacer diario, y sus protocolos se reformularán, como el protocolo para los establecimientos educacionales.
“Pronto terminarán los aforos y la obligatoriedad, lo que a mi parecer es positivo, pero también hay que avanzar con una comunicación de riesgo y con estrategias enfocadas en aquellas personas que no se han vacunado”, afirma la especialista.
Por eso, agrega que “aquí hay que facilitarles el trabajo a las familias. No sólo con mayor disponibilidad de horarios en los vacunatorios, que muchas veces no coinciden con los laborales o escolares, sino que también con la información”.
Por su parte, el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) contabiliza 227 mil niños rezagados con la primera dosis de refuerzo, pues se cambió la definición y la nueva administración considera una persona como rezagada cuando ya han pasado más de seis meses de su última dosis y no cuando se atrasa con su calendario.
Asimismo, según las cifras del Ministerio de Salud, de una población objetivo de 727 mil niños, 473 mil tienen su esquema basal completo y 160 mil cuentan con el primer refuerzo. Estas cifras configuran el 65% y el 22%, respectivamente.
“Hay que insistir”
María Luz Endeiza, infectóloga pediátrica y jefa del vacunatorio de Clínica Universidad de los Andes, sostiene que aunque no hay una explicación clara en la baja adherencia que hay en la campaña de refuerzo infantil, esta podría deberse a un problema de comunicación: “Entre que a los niños les da leve y que ya tienen las primeras (dos) dosis, los padres se han olvidado del refuerzo y creen que no les toca o que no es necesario. Igual es necesario que sigan con su calendario y se administren el (primer y) segundo refuerzo. Hay que darle más énfasis a este proceso y ser más insistentes”.
En ese contexto, la exsubsecretaria afirma que además de mejorar la cobertura actual de los preescolares, el anuncio del nuevo refuerzo para ellos tuvo que haber sido más claro: “El Ministerio de Salud sólo publicó el mismo calendario de cuarta dosis de siempre con las edades permitidas, pero sin hacer alusión a que es la primera semana en que se incorporan los más pequeños de tres a cinco años. No han destacado de que esta semana parte la vacunación en cuarta dosis para ellos. No hicieron pauta al respecto y ni siquiera lo mencionaron en el punto de prensa del martes”.