Efecto cuello de botella: falta de proveedores ralentiza la entrega de viviendas de emergencia
El Ejecutivo intenta acelerar el contrato con empresas que provean soluciones para los damnificados por los megaincendios de la zona centro-sur, y al día de hoy el Senapred solo cuenta con cuatro ya operativos. Los gobernadores de las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía acusan lentitud en el proceso de construcción e instalación de las 3.000 edificaciones comprometidas por el gobierno para antes del invierno.
Los incendios forestales del centro-sur del país han dejado cerca de dos mil viviendas destruidas hasta la fecha, más de siete mil damnificados y cerca de 450 mil hectáreas consumidas a nivel país, siendo las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía las más golpeadas.
Tal escenario ha obligado al Presidente Gabriel Boric a dar los primeros pasos hacia la reconstrucción bajo el Plan Nacional de Recuperación y Ayudas Tempranas, proyecto de 13 medidas que contempla -entre ellas- la entrega de bonos y construcción de viviendas de emergencia para las personas damnificadas.
La meta autoimpuesta por el gobierno es entregar tres mil de estas soluciones “antes del invierno”, como lo ha señalado el propio Mandatario y el ministro de Vivienda, Carlos Montes.
Sin embargo, esta semana alcaldes de las zonas afectadas reclamaron por la demora y lentitud en la entrega de las viviendas de emergencia a la población. A la fecha, según el Servicio Nacional de Prevención de Desastres (Senapred), que es el organismo que las compra, la cifra oficial de viviendas construidas en las regiones afectadas es de 139.
Una de ellas fue la alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas (DC), quien acusó que no habían llegado aún a su comuna, donde hay familias viviendo en carpas o de allegados. “Las viviendas de emergencia llegaron tarde. Cuando se declaró zona de catástrofe era para acelerar los procesos y que llegara rápido la ayuda, pero no ha sido así”, dice Rivas, quien explica que en Tomé hay más de 800 viviendas damnificadas, de las cuales 385 fueron totalmente destruidas..
Algo similar sucedió en la comuna de Nacimiento, donde se originó el siniestro de Santa Ana, el más grande de esta temporada. El alcalde Carlos Toloza (Chile Vamos) explica que hasta este martes se han solicitado 108 viviendas para familias damnificadas, de las cuales solo ocho están listas. “Tenemos gente durmiendo en carpas y niños que ya se están resfriando por el frío. Estoy molesto, acá la preocupación es tremenda. Esta semana hablé con el ministro enlace de la región (Carlos Montes) y me dijo que no había fecha exacta de la llegada de las casas. Necesitamos que nos den un plazo, no podemos seguir así”, afirma.
El gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz, sostiene que las soluciones habitacionales de emergencia comenzaron a llegar a la zona este lunes. Agrega que existe una “demora” de la gestión del Senapred para cubrir las 16 comunas afectadas de su región.
Esto, porque las viviendas de emergencia que han llegado al sector “no alcanzan a cubrir siquiera el 5% de lo que realmente se necesita”. “Acá existe una brecha. Solo en la región tenemos más de tres mil viviendas con alguna afectación. De esas, aproximadamente más de 1.440 están certificadas con pérdida total y hay del orden de 400 viviendas que no han sido revisadas, porque están en zonas alejadas o donde no se puede llegar por condiciones de seguridad”, dice.
¿Por qué la demora? Díaz alude a una falta de proveedores contratados por el gobierno central para hacer frente a la catástrofe. “La semana pasada me comentaron que Senapred trabajaba con solo dos empresas que debían construir viviendas de emergencia para todas las regiones afectadas. Hoy creo que ese número aumentó. Pero aun así es insuficiente, porque con tan pocos oferentes no se puede cubrir toda la demanda. Queremos que el proceso avance de manera rápida, segura y aportemos soluciones a las personas lo más oportuno posible”, expresa.
Con el fin de agilizar la construcción, el gobernador sostuvo este miércoles una reunión con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Ralentización en el proceso
Actualmente, la entrega de las viviendas está bajo la coordinación del Ministerio del Interior, a través del Senapred, organismo a cargo de tramitar la contratación de empresas para la construcción de las edificaciones. Estas tendrían un costo de siete a ocho millones de pesos, un tamaño de 24 metros cuadrados, un baño, dos piezas. Y vienen con kit de fosa séptica.
Según informó Senapred a La Tercera, a la fecha el servicio trabaja con cuatro empresas proveedoras por convenio marco (vigente hasta 2024) que mantienen stock disponible. Entre estas se encuentran Fundación Vivienda, AXXA, Sergio Cáceres EIRL y Sodimac.
Esta última fue la más reciente incorporación al catálogo de proveedores registrados ante el organismo en vista de la necesidad que abrieron los megaincendios que aún se producen en el país. Así lo detalló la ministra del Interior, Carolina Tohá, cuando a inicios de semana dijo que “de los tres proveedores contratados por Senapred se lograron dos más, uno a gran escala, que es Sodimac (Homecenter), lo que se ha hecho manteniendo la compra de las viviendas dentro de los márgenes de precios previstos originalmente en los contratos preexistentes”.
Es más, explicó que los problemas se han presentado debido al hecho de que “no encontramos oferentes con la capacidad de entregar el producto que se exige, con los estándares de calidad que se pide y la velocidad de entrega que estamos planteando”.
En esa línea, Senapred detalla que se encuentran gestionando otras alternativas para ampliar el espectro de los proveedores y así “ir agilizando aún más el proceso logístico”. En este contexto, se inició una fase de solicitud de cotizaciones y consultas al mercado para poder ejecutar la contratación de servicios mediante el mecanismo de compra denominado trato directo, de acuerdo al resultado y análisis de las propuestas recibidas.
Dentro de las medidas que se pueden tomar para agilizar el proceso de construcción, Díaz, gobernador del Biobío, comenta la idea de generar la orden de compra de las empresas de manera rápida y no bajo mayor burocracia.
Esto, ya que hoy el proceso de contratación de empresas cuenta con diversas etapas. Primero las empresas deben estar registradas en el portal de Chile Compra, ajustándose a los requisitos dispuestos para los proveedores del Estado, y postular a los Convenios Marco en este caso de Emergencia. De esta forma, los proveedores pasan a ser parte del catálogo de compras del portal.
Una vez validados, pueden ser activados por parte de los servicios públicos al momento de requerir la contratación del servicio.
En tanto, desde Senapred recalcan que “se han hecho todos los esfuerzos por parte del Estado para poder agilizar los procesos asociados a la instalación de las viviendas de emergencia”.
Lenta instalación
Sin embargo, este no sería el único cuello de botella del proceso. Las mismas autoridades centrales y regionales admiten una lentitud en la instalación de estas casas.
Así lo planteó el titular de Vivienda el 18 de febrero pasado en Concepción, cuando sostuvo que la entrega de viviendas “está yendo más lento de lo esperado”. “La producción de viviendas para el conjunto de regiones es alrededor de 70 diarias. Pero la capacidad de instalar es de 15, entonces hay una brecha y necesitamos aumentar mucho más el ritmo. Eso está muy dependiente del nivel central y estamos discutiendo cómo descentralizarlo más”, agregó.
Mientras que este miércoles, la delegada presidencial del Biobío, Daniela Dresner, manifestó su preocupación por la velocidad de este proceso, por lo que aseveró que se les está pidiendo a los proveedores que “refuercen con los equipos que se necesitan para poder avanzar en un ritmo más rápido”.
La mirada la comparten los gobernadores regionales, quienes aseguran que han planteado al Ejecutivo la opción de acudir a empresas locales para apurar la gestión.
Óscar Crisóstomo (PS), gobernador de Ñuble, afirma que hasta la fecha en su región se han instalado 20 viviendas de emergencia y se espera la conformación de 65 más junto con kits de fosa séptica y agua. Asimismo, se ha ingresado una solicitud de construcción de 200 viviendas de emergencia, aunque confirma que “no sabemos cómo avanzará y si es que existe stock disponible de materiales”.
“Senapred debe vivir un proceso de descentralización, porque no todo puede depender de Santiago. Tampoco hemos contado con los proveedores suficientes para la magnitud de la emergencia. Creemos que esto se puede solucionar si es que el gobierno busca empresas locales para asumir la tarea. Hay disponibilidad”, recalca.
Una visión que Luciano Rivas (Ind), gobernador de La Araucanía, comparte. Si bien dentro de la zona las viviendas de emergencia han avanzado más rápido (ya hay entregadas 183 de las 214 solicitadas), menciona que es necesario que el mundo “público-privado asuma responsabilidades frente a la reconstrucción”.
“Hemos visto que se han convocado mesas para la reconstrucción, pero creo que acá se vuelve a apuntar un centralismo que sigue siendo extremo, donde no están convocados los gobernadores de las tres regiones más afectadas y creo que no es la forma de empezar. Si bien valoro que tengamos ministros y subsecretarios de enlace en cada una de las comunas, creo que el rol de los gobiernos regionales aquí es clave para enfrentar la situación y la reconstrucción de forma más rápida”, agrega.
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