La vacuna de Sinovac cuenta con una tasa de efectividad de 50,4%, es decir, aun estando vacunadas las personas podrían contagiarse de Covid-19, pero cursarían un cuadro simple. Eso, pues los estudios clínicos han determinado que la CoronaVac ha mostrado un 100% de efectividad para evitar el ingreso de los pacientes a las unidades críticas. Y ese es el punto crucial de la pandemia, donde los esfuerzos se han puesto en evitar el colapso asistencial y que, como ocurrió en otros países, la red no de abasto a todos los pacientes.

Con la campaña de vacunación en curso, los expertos ya han proyectado que las hospitalizaciones graves comiencen a descender una vez que se distribuyan en forma masiva las segundas dosis -y esta active el sistema inmune de las personas- a contar de marzo. Sin embargo, el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS) realizó un análisis proyectivo de los efectos que comenzarían a verse, tomando en cuenta la velocidad promedio de la vacunación (200 mil personas a diario), la incidencia de ingreso a UCI por rango etario y la estadía promedio en una cama crítica por paciente (12,5 días).

El informe, elaborado con las cifras al 12 de febrero pasado (1.649.296 de personas inoculadas), establece que “si extrapolamos esta situación (ritmo diario de inoculación) a los próximos 50 días, deberíamos llegar a una vacunación, con segunda dosis incluida, de la totalidad de las personas mayores de 60 años”. Es decir, durante la primera semana de abril. Y es que la relevancia de inmunizar primero a este grupo se establece por la incidencia que muestra en las internaciones graves y en los posteriores decesos.

EdadContagiosHospitalizacionesFallecidos
0-49584.40419.941 (3% de los contagios)1.085 (0,2% de las hospitalizaciones)
50-59126.60913.070 (10% de los contagios)1.903 (1,5% de las hospitalizaciones)
60 o más138.08835.667 (26% de los contagios)16.357 (11,8% de las hospitalizaciones)

En términos comparativos, la probabilidad de que una persona mayor de 60 años se hospitalice es de 7,6 veces más que una persona menor de 50. Y de 64 veces más de fallecer. En ese sentido, y “teniendo en consideración el 62% de los pacientes en UCI son mayores de 60 años, la situación en abril podría ser auspiciosamente mejor si seguimos con el ritmo de vacunación”, establece el documento.

Así, pensando en ese mes y haciendo una simulación de eficacia de 100% de las vacunas para enfermedades graves, “manteniendo el número de casos de contagio y la distribución etaria acumulada al 12 de febrero, podríamos ver una disminución de 1.544 a 582 en el número de camas UCI ocupadas”, establece el análisis.

El director ejecutivo del IPSUSS y exsubsecretario de Redes Asistenciales Arturo Zúñiga hace la advertencia, eso sí, que este descenso va a ser “progresivo”, pues la segunda dosis tendrá el mismo orden de edad con el que se partió la vacunación masiva: mayores de 90 años, hasta llegar a los 60.

Con todo, Zúñiga estima que en el grupo mayor de 60 años se llegará a un 90% de adhesión a la vacuna, pues los últimos sondeos de opinión han revelado que “la disposición de las personas a vacunarse aumentó considerablemente, pues estas han visto que no hay ningún tipo de efecto grave”.

Escenario optimista

El académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y parte del equipo de analistas de I-Covid, Mauricio Canals, dice que los primeros inmunizados -mayores de 80 años- ya podrían tener una respuesta inmune activada hacia la segunda semana de marzo, cuando reciban su segunda dosis. “Lo que uno tiene que preguntarse es el tiempo en que esto va a ocurrir, hay que esperar la segunda dosis para tener una buena inmunidad, lo que ocurre dos a tres semanas después, eso nos lleva a la segunda semana de marzo ya protegidos los primeros inmunizados”, comenta.

Sin embargo, señala que a nivel de la Región Metropolitana, donde se concentra la mayor población y la mayor disponibilidad de recintos asistenciales o camas críticas, podría darse una dualidad una vez que los santiaguinos regresen de vacaciones.

“Dentro de una semana y media comienza el retorno vacacional, lo que puede producir una carrera entre la inmunización y el aumento de casos en la Metropolitana. Cuando ocurre el hacinamiento en Santiago, está el peligro de que eso pueda ocurrir. Sin embargo, si uno mira lo que ha pasado en otros países, tengo esperanza de que lo que domine sea la buena capacidad de vacunación que ha tenido Chile en esta etapa”, comenta.

Canals estima que, similar al fenómeno que ha ocurridp en otros países con la vacunación, “Reino Unido, con la primera dosis y llevando un 20% de la población vacunada, el descenso de UCI ha sido claro. En Israel que llevan un 73% de la población, lo mismo. Nosotros hoy llevamos un 9%, pero en marzo podríamos llevar un muy buen porcentaje de población, que ya podría estar repercutiendo en los números de hospitalización”.

Desde la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) su presidente, Darwin Acuña, hace las mismas estimaciones. “Si se cumple el objetivo que se persigue de disminuir la enfermedad grave y mortalidad, el grupo mayor a 60 años ocupará menos cantidad de camas UCI, y al ser este grupo el mayoritario en estas unidades, evidentemente debiéramos ver una disminución en la ocupación”, asevera.

Sin embargo, Acuña concluye que si se quieren descongestionar las UCI, también se debe cautelar “que la población joven enferma no aumente, porque igual hay un porcentaje que cae en UCI y en ventilación mecánica”.