Semanas atrás, cuando el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo estar dispuesto a utilizar “todas las fuerzas y medios” para defender el territorio recientemente conquistado en Ucrania a través de referéndums considerados como ilegales por Occidente, el efecto logrado fue el equivalente a un terremoto a lo largo y ancho de todo el mundo.
Su homólogo estadounidense, Joe Biden, advirtió del peligro de un “Armagedón” si Rusia cruzaba el umbral de no retorno al utilizar armamento nuclear, y numerosos países actualizaron sus recomendaciones en caso de exposición a radiación, incluso instando a comprar pastillas de yodo.
En medio de esa creciente tensión, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inició este lunes sus ejercicios anuales. Bajo el nombre de “Steadfast Noon” (“mediodía firme”), su ejecución durará dos semanas, e incluirá a 14 de los 30 países miembros de la Alianza Atlántica.
Estos se desarrollarán en la base aérea de Kleine Brogel, en Bélgica, una de las seis bases en las que la Fuerza Aérea de Estados Unidos puede desplegar armas nucleares en Europa, así como en Reino Unido y en el Mar del Norte.
Al mismo tiempo, analistas y militares occidentales prevén el inicio de los ejercicios nucleares de Rusia para antes de que termine octubre. Conocidos como “Grom” (“trueno” en ruso), fueron descritos por el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, como “rutinarios”. Sin embargo, el bloque afirmó que trabajarán para esclarecer la diferencia entre ejercicios y la realidad en el caso del entrenamiento ruso, detalló Reuters.
“Anticipamos que el ejercicio durará varios días. Incluirá acciones dentro de los límites normales de lo que Rusia ha hecho en el pasado. Incluirá lanzamientos de misiles en vivo y un despliegue de activos estratégicos”, dijo Kirby, según CNN.
Tanto la versión Occidental, encarnada en la OTAN, como la rusa, son técnicamente parte del programa de entrenamiento regular que se realiza anualmente por parte de sus respectivas FF.AA. La Organización del Tratado del Atlántico Norte lleva más de 10 años realizándolos en esta época del año, dijo el Pentágono, mientras que el Kremlin hace lo propio desde hace décadas.
“Mientras que Rusia probablemente cree que este ejercicio le ayudará a proyectar poder, particularmente a la luz de los recientes acontecimientos, sabemos que las unidades nucleares rusas se entrenan extensamente en esta época del año”, dijo Kirby, añadiendo que Estados Unidos “monitorearía eso en consecuencia”.
Dicha vigilancia a “Grom”, explicaron funcionarios de la OTAN y Estados Unidos, se centrará específicamente en certificar la ausencia de armas nucleares al interior del ejercicio, pues, al ser precisamente un entrenamiento, al menos en el papel, ninguno de los bandos debería incluir armas reales, mucho menos una ojiva nuclear.
“Lo vigilaremos, como siempre hacemos. Y, por supuesto, permaneceremos vigilantes, sobre todo a la luz de las amenazas nucleares veladas y la peligrosa retórica nuclear que hemos visto por parte de Rusia”, dijo el jueves el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
La preocupación por un movimiento inesperado desde el Kremlin se arrastra desde la amenaza de Putin de utilizar “todos los medios” para defender el territorio, lo que se leyó por la comunidad internacional como un posible chantaje nuclear.
“Por primera vez desde la crisis de los misiles de Cuba, tenemos una amenaza directa del uso (de un) arma nuclear si las cosas siguen por el camino que van”, dijo Biden en reacción. “No creo que exista la posibilidad de (utilizar) un arma nuclear táctica y no acabar con un Armagedón”, agregó durante un acto de recaudación de fondos de los demócratas en Nueva York.
Y si bien, funcionarios de su administración salieron rápidamente a aclarar que Estados Unidos no ha visto ninguna prueba fehaciente de que Putin esté realmente dispuesto a iniciar un ataque nuclear, y tampoco disponen de información de inteligencia que demuestre un aumento en el arsenal de ese tipo al interior de Rusia, la eventual realización de los ejercicios en medio de una guerra genera preocupación.
“Por eso no quieres tener una retórica extraordinariamente acalorada al mismo tiempo que vas a hacer un ejercicio nuclear”, dijo un funcionario occidental a Reuters bajo condición de anonimato. “Tenemos un reto adicional para estar realmente seguros de que las acciones que vemos, las cosas que están ocurriendo, son realmente un ejercicio y no otra cosa”, explicó.
Un funcionario de Defensa de Estados Unidos señaló bajo la misma condición que “la retórica nuclear rusa y su decisión de proceder a este ejercicio mientras está en guerra con Ucrania es irresponsable”. Pero agregó, que “aunque continuaremos con las actividades rutinarias para mantener nuestra disuasión (nuclear), no habrá ningún mensaje especial en torno a nuestros ejercicios”.
La afirmación se condice con un comunicado de la OTAN, donde se lee que “el ejercicio, que se prolongará hasta el 30 de octubre, es una actividad de entrenamiento rutinaria y recurrente y no está vinculada a ningún acontecimiento mundial actual”, pero los hechos y declaraciones de sus funcionarios parecen demostrar lo contrario.
La cadena británica Sky informó que la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, dijo que “este ejercicio ayuda a garantizar que la disuasión nuclear de la alianza siga siendo segura y eficaz”, resaltando que uno de los objetivos del ejercicio es efectivamente entregar un mensaje.
El propio Stoltenberg dijo, consultado por el complejo momento geopolítico en que se desarrollará el ejercicio miltar, que el “Steadfast Noon” sirve de advertencia, detalló Russia Matters, proyecto del Belfer Center for Science and International Affairs de la Harvard Kennedy School. “Ahora es el momento adecuado para ser firmes y dejar claro que la OTAN está ahí para proteger y defender a todos los aliados... Creo que se enviaría una señal muy equivocada si de repente canceláramos ahora un ejercicio rutinario, planificado desde hace tiempo, a causa de la guerra en Ucrania... Así que si ahora creamos las bases para cualquier malentendido, error de cálculo en Moscú sobre nuestra voluntad de proteger y defender a todos los aliados, aumentaríamos el riesgo de escalada y eso es lo último que haremos”.
Según Hans M. Kristensen, miembro de Russia Matters, la decisión de llevar a cabo sus ejercicios en medio de la guerra “podría socavar la capacidad de la OTAN para estigmatizar el comportamiento nuclear irresponsable de Rusia”.
“La OTAN tiene muchas otras capacidades para disuadir a Rusia y no es que la misión de aviones de doble capacidad en Europa vaya a desmoronarse si no se ejerce ahora mismo”, argumentó.
Dentro de los ejercicios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, destaca uno para probar la capacidad para lanzar bombas nucleares de gravedad B61, producidas por Estados Unidos. La Federación de Científicos Americanos estima que actualmente hay unas 100 bombas B61 en el continente europeo.
Tanto Bélgica como Alemania, Italia y los Países Bajos forman parte de un acuerdo especial en materia nuclear con Estados Unidos, donde este último se compromete a equipar aviones y entrenar a pilotos para que puedan lanzar las bombas nucleares norteamericanas.
En los ejercicios iniciados este lunes, aviones de combate con capacidad de llevar ojivas nucleares cruzarán los cielos del noroeste europeo sin armas vivas a bordo, pero con la advertencia velada, aseguraron las autoridades de la OTAN, de que Occidente también cuenta con armas nucleares de destrucción masiva, en lo que parece ser el regreso de la retórica de cancelación nuclear de la Guerra Fría, donde la amenaza se combatía demostrando que los dos bandos tenían y podían utilizar su arsenal.