Los precios del petróleo han cobrado impulso en lo que va de marzo, con el barril acercándose a los US$70, gracias a las decisiones adoptadas por sus más relevantes productores y a las perspectivas de que se normalice la movilidad en la era post pandémica. Pero con el Brent en US$68,18 y el WTI en US$64,78, persiste las dudas respecto a si el crudo tiene el potencial de sostener un rally, como la han hecho commodities como el cobre y el aluminio, o si los precios se van a mantener en torno a los niveles actuales.

Además del generalizado apetito por el riesgo, Caroline Bein, experta en commodities de Capital Economics, dicen que el crudo sube gracias a que “la OPEP+, y Arabia Saudita en particular, que están mostrando más moderación en la producción de lo que esperaba el mercado. Además, existe optimismo sobre la recuperación de la demanda, asociada con el lanzamiento de las vacunas COVID-19 y la perspectiva de un levantamiento de las restricciones de cierre en Europa y Estados Unidos”.

Cautas proyecciones

Sin embargo, la misma consultora británica, que llega a apostar por un alza hasta los US$80 el barril, ofrece un análisis cauto hacia el futuro. “Creemos que el rally se esfumará a finales de este año. A medida que la demanda comience a repuntar, creemos que la OPEP + comenzará a aumentar la producción, incentivada por los precios más altos, y esto comenzará a reducir el déficit en el mercado. Para principios de 2022, esperamos que el mercado haya vuelto a tener un superávit y que los precios estén cayendo”, señala Bein.

Sin aventurarse tanto en el tiempo, Barclays y Bank of America comparten que los precios lograrán sus mejores marcas en el trimestre que viene, tanto como la perspectiva de que será complejo sostener esos niveles en el mediano plazo. De esta manera, los precios promedio que anticipan para el 2021 están por debajo de las marcas actuales.

En el caso de Barclays, recientemente subieron en más de US$5 las perspectivas para los dos indicadores. De esta manera, anticipan un precio promedio de US$58 para el WTI, el referente que se sigue en Chile, y en US$58 para el Brent.

De acuerdo al banco británico, el reciente repunte se explica más por asuntos coyunturales. Particularmente, el mercado se habría animado por las declaraciones de autoridades sauditas, que apuestan por manetener los recortes al suministra en el marco de “una respuesta de oferta más moderada”, y con los comentarios de los productores estadounidenses, que se “han orientado a mantener plana la producción de petróleo este año, lo que no es nuevo pero sí significativo, dado el reciente contexto de precios”, detallan en un informe reciente.

En tanto, en Bank of America, el alza aplicada fue en torno a US$10 hasta dejar en US$57 el barril de WTI y en US$60 el Brent, lo que atribuyen en gran medida al acuerdo de OPEP+, aunque también consideran relevante las interrupciones a la producción del mes pasado en Texas, a causa del congelante frío invernal.

Optimismo de corto plazo

Entre los más hacen una apuesta más fuerte por el petróleo destaca Julius Baer. El banco suizo asegura que “con la oferta restringida de forma más decisiva, elevamos nuestras previsiones por encima de los US$70 estadounidenses por barril, pero seguimos viendo alzas”.

En sus más recientes análisis, la entidad observa que “el petróleo se está intensificando a medida que las naciones petroleras mantienen sus restricciones a las exportaciones y un ataque a instalaciones clave nos recuerda los riesgos de suministro”.

Además, ven otros vientos de cola que podrían provenir del estado de ánimo del mercado. “Según las posiciones de futuros aún no ha alcanzado niveles alcistas excesivos y, probablemente, se iluminará aún más”.

En ese marco, Julius Baer plantea que en el corto plazo “los fundamentos siguen siendo positivos para los precios del petróleo”, lo que no evita que se reconozca que “el ciclo parece muy avanzado” y que el repunte puede ser “temporal”.