Con un tono enérgico, el ministro de la Segegob, Jaime Bellolio, sin consultarle previamente a nadie del gobierno, decidió darle un espaldarazo a su par de Salud, Enrique Paris, en el marco del informe que realiza el Minsal como balance de la pandemia del Covid-19.
“Quiero reconocer el trabajo del Minsal, a todos sus funcionarios y funcionarias, pero una mención especial al doctor Paris, a la doctora Daza y al doctor Dougnac, me consta su trabajo, su disposición a dar toda su energía (…). Quiero transmitirles mi admiración profunda y del gobierno. Y digo esto porque muchas veces hay críticas injustificadas, comentarios destemplados que nada suman a esta tarea”.
Y agregó: “Estos últimos días han sido muy difíciles, y es muy desgastante ver cómo algunas personas optan por agrandar los problemas en vez de ayudar con soluciones. Generan alarma con información inexacta o creyendo que siendo irónicos van a ser más aplaudidos”.
Al término de sus palabras, evidentemente emocionado, Paris agradeció y continuó con el informe en el cual, además, se anunciaron una serie de medidas restrictivas, según el gobierno, las “más duras” de lo que va de este año, entre ellas, el cierre de fronteras.
Las declaraciones del titular de la Segegob se dan en un contexto en que Paris ha recibido duras críticas durante los últimos días por su gestión, que apuntan a que se relajaron las medidas provocando un alza en los contagios y obligando al gobierno a proponer mover las elecciones. Se le acusa de que él no es quien toma las decisiones sanitarias e, incluso, la oposición ha levantado la idea de una acusación constitucional en su contra.
A esto se sumó, además, el despliegue mediático que hizo su antecesor Jaime Mañalich cuestionando las medidas sanitarias adoptadas por el Ejecutivo y proponiendo ideas nuevas, lo que para muchos en La Moneda se leyó como una suerte de “pauteo” y generó incomodidad, porque aparecía con medidas más estrictas que las impulsadas por el gobierno.
En este escenario, en el Ejecutivo afirman que Bellolio tomó la decisión de entregar una señal de apoyo. Y, agregan las mismas fuentes, que si bien no le consultó al Presidente Sebastián Piñera previamente, al Mandatario le pareció lo correcto. Esto, porque a juicio de varios en el gobierno, se debe respaldar a la autoridad sanitaria.
En La Moneda recalcan que la gestión de Paris está bien evaluada por Piñera y que su estilo es muy distinto al de su antecesor: que es menos confrontacional y de mejor trato hacia su equipo. De todas maneras, recalcan que ha cometido errores, pero principalmente de tipo comunicacionales. Por ejemplo, este miércoles, cuando anunció que habría medidas nuevas, restrictivas, generando expectativas y “desorden”, cuando la instrucción era dar a conocer todo este jueves. De hecho, en Palacio afirman que se le hizo saber de su traspié, pero desdramatizan el episodio.
Algunos en el Ejecutivo justifican su intervención apuntando a que está sometido a mucha presión y sobreexposición. Sin embargo, otros en el gobierno suponen que su jugada buscó asegurar que finalmente se anunciaran las medidas más restrictivas.
Como sea, en Palacio admiten que ya hay un desgaste del ministro que es propio del cargo, sin embargo, él mismo se encargó de decir que, más allá de las críticas, no ha pensado en dar un paso al costado. “Esto lo hemos conversado permanentemente con el Presidente de la República, no tengo ninguna intención de renunciar a mi cargo, esa es una potestad propia de quien me eligió para el cargo, por lo tanto, es el Presidente el que toma esa decisión”, manifestó.
Las razones del “último apretón”
“Un último esfuerzo”, “una señal de apriete”, son las palabras que usan en La Moneda para describir las últimas medidas anunciadas este jueves por el gobierno, entre ellas, cierre de fronteras y reducción de permisos colectivos.
Para La Moneda, comunicar esto era relevante, especialmente para Piñera y, por lo mismo, en la reunión de este jueves los integrantes del comité Covid se dividieron qué diría cada uno y, posteriormente, la Secom envió bajadas comunicacionales con las medidas.
El nuevo “apretón”, afirman en el Ejecutivo, pasó principalmente por el aumento explosivo de los casos positivos del virus, que ascienden a más de siete mil diarios, y al reducido número de camas críticas que van quedando, las que, según último balance, llegan a 159 disponibles.
Sobre las camas críticas, según los datos más actualizados de Redes Asistenciales a los que accedió La Tercera, se llegó a las 3.854 camas UCI habilitadas, y hasta el cierre de esta edición, a nivel país se reportaban 169 cupos críticos libres: 83 en la Región Metropolitana y 86 en el resto del país. Asimismo, la situación en las Urgencias se agudiza y hasta ayer en la tarde se registraban 42 pacientes candidatos a una unidad crítica esperando un cupo y, de ese total, 33 están conectados a ventilación mecánica en dicha unidad.
En ese sentido, en Palacio aseguran que las nuevas medidas buscan dar una señal potente a la ciudadanía y que responden a criterios “sanitarios”, porque no quieren tener que enfrentar el dilema “de la última cama”. De todas formas, en el oficialismo reconocen que las medidas, junto con evitar que haya un colapso del sistema de salud, buscan asegurar que estén las condiciones óptimas para realizar las elecciones en mayo y no tener que mover nuevamente el calendario electoral, porque eso sería altamente cuestionado y sería un fracaso en el manejo de la pandemia.
Para el Jefe de Estado, insisten en el gobierno, es clave que haya certeza institucional.
En Palacio afirman que la determinación fue difícil para Piñera, sobre todo el cierre de fronteras y mantener por segunda semana consecutiva a la Región Metropolitana en cuarentena. Las mismas fuentes dicen que la propuesta principal para endurecer medidas no provinieron desde Salud, sino que hubo varias ideas planteadas por la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.
En el gobierno aseguran que si bien se dio un debate intenso, en general hubo consenso, salvo algunas discrepancias planteadas, por ejemplo, por el ministro de Economía, Lucas Palacios, respecto de la restricción de algunos permisos y delivery.
La apuesta del gobierno es que con el proceso de vacunación y nuevas restricciones bajen los números de contagios y se descomprima la red de salud. En ese sentido, el cierre de fronteras será al menos por todo el mes de abril, mientras que las otras medidas se evaluarán cuando cumplan 15 días desde que comenzaron a aplicarse.