Férreo aliado del régimen que lidera Nicolás Maduro, el expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017) ha criticado en un sinfín de ocasiones al Grupo de Lima, instancia creada en 2017 para procurar una salida a la compleja situación interna en Venezuela. Y ante el avance del candidato izquierdista Pedro Castillo en el conteo oficial de la segunda vuelta presidencial en Perú, Correa tuvo un nuevo motivo para cuestionar a la organización impulsada durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
“Es de mi agrado informarles que el Grupo de Lima acaba de perder a Lima”, se lee en el meme difundido por Correa la madrugada de este miércoles en su cuenta de Twitter. En la imagen se ve al expresidente Martín Vizcarra con líderes de la región que se unieron a la instancia multilateral. Luego, al mediodía, se preguntó: “¡Qué problema! Y ahora, ¿cómo se van a llamar?”.
Y el mensaje de Correa tiene sustento. En abril pasado, el Canal N reveló un documento presentado por el Comité Ejecutivo Nacional de Perú Libre, el partido de Castillo, donde se señala que, de llegar a la Presidencia, Perú dejará de formar parte del Grupo de Lima y plantea la desactivación de dicha instancia internacional, entre otras medidas que se adoptarían en sus primeros 100 días de gobierno.
Sin embargo, Luis Benavente, analista político y director ejecutivo en Vox Populi Consultoría, dice a La Tercera que “Castillo no se ha pronunciado expresamente sobre el Grupo de Lima”, si bien “sí ha hecho evidente alguna simpatía con el régimen de Maduro en Venezuela”. “No sé si se saldría del Grupo de Lima (…). Conocemos los trozos grandes de un eventual y muy probable régimen de Pedro Castillo, pero no sabemos detalles en distintos temas de política exterior. Evidentemente es muy importante en este momento en que, además, lo que sucede en Perú tiene un impacto bastante fuerte, sobre todo a nivel regional”, agrega.
En declaraciones citadas por el diario peruano Gestión, no obstante, el analista internacional Juan Velit se muestra más pesimista. “En un gobierno del señor Castillo, el Grupo de Lima quedará obsoleto y terminará de extinguirse. Castillo podría acercarse a algunos países con posiciones ideológicas con países como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Quizá se buscarán otras fórmulas para que Venezuela salga de su crisis económica y humanitaria. El Grupo de Lima no ha dado mayores resultados frente al gobierno dictatorial de Nicolás Maduro y hay países que se han alejado de este grupo, como Argentina y Uruguay”, aseguró
Por su parte, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, presidente del Instituto Peruano Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, afirmó que, en una eventual gestión presidencial de Castillo, “los países que integraban el Grupo de Lima lo abandonarán” y en su lugar ingresarán países afines al modelo chavista de Maduro, como Bolivia.
Un total de 13 países americanos integran hoy el Grupo de Lima, luego de la salida de Argentina en marzo: Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía. También avalan al grupo Barbados, Estados Unidos, Granada, y Jamaica. Sus integrantes reclaman la liberación de los presos políticos y elecciones libres en Venezuela.
Pero la Cancillería venezolana, asegura el diario argentino La Nación, está convencida de que entre 2021 y 2022 “rematarán” al Grupo de Lima con los triunfos electorales en Chile, Colombia y Brasil, con lo que regresaría un escenario muy parecido al que ya disfrutaron Hugo Chávez, Lula da Silva y Néstor Kirchner, con el añadido de la joya de la corona: la Colombia presidida por otro de sus aliados, Gustavo Petro.
Proceso de desintegración
Entre los planes de Castillo entra no solo sacar a Perú del Grupo de Lima, sino también de la Alianza del Pacífico. En el área de comercio exterior, una de las principales propuestas del candidato presidencial de Perú Libre es la revisión de los diversos acuerdos comerciales firmados por Perú. De hecho, asegura el diario Gestión, en su plan de gobierno se señala textualmente la “revisión, regulación o anulación de los tratados internacionales”. “Los Tratados de Libre Comercio (TLC), Alianza del Pacífico (AP), Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), entre otros, nos han convertido en una colonia comercial con fines de ser elementos intermediarios de sabotaje al desarrollo comercial de otras potencias económicas contrarias a los intereses de Estados Unidos, siendo el sector agrícola el más golpeado”, se detalla.
“Castillo argumenta en su plan de gobierno la ‘revisión, regulación o anulación de los tratados internacionales’. Entre estos, la Alianza del Pacífico, evidenciando así su poca voluntad de continuar fortaleciendo este bloque comercial. Con cierta ambigüedad, el mencionado plan también propone ‘impulsar fronteras vivas’, iniciativa que, a partir de dotar de infraestructura a la frontera, busca ‘generar una muralla que sirva de contención a la invasión extranjera’”, apunta el analista Matías Abad, citado por La Nación.
La Alianza del Pacífico, integrada por Chile, México, Colombia y Perú, entró en vigor en 2015 como una alternativa al Mercosur y como un mecanismo de integración económica y comercial, basado en cuatro pilares: libre movilidad de bienes, servicios, capitales y personas, y un eje transversal de cooperación. Además, según su sitio oficial, la alianza cuenta actualmente con 59 países observadores de los cinco continentes.
“Los esquemas de integración regional están, a lo mejor, estancados, pero muchos dirían que están muertos. La región está fragmentada y todos los países miran hacia adentro frente al dolor de la pandemia y los retrocesos económicos relacionados”, comenta a La Tercera Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center en Washington.
“Argentina ya salió del Grupo de Lima, y si bien México nunca estuvo muy comprometido con la Alianza del Pacífico, con el Presidente López Obrador es casi letra muerta. Un eventual triunfo de Castillo avanzará este proceso de desintegración, pero la tendencia es de larga data”, señala Arnson.