Aunque en el país los dirigentes habían decretado el fin del paro de camioneros iniciado el jueves, en Antofagasta, no fue ni el acuerdo firmado con el gobierno ni el llamado de los dirigentes nacionales lo que finalmente abrió las rutas: fue la despedida de Byron Leonardo Castillo Herrera, el joven camionero asesinado la semana pasada, presuntamente a manos de tres inmigrantes en situación irregular.
Casi un centenar de vehículos acompañaron en caravana al último trayecto del conductor, al que ayer se sumaron otras miles de personas, pues Castillo era considerado por sus colegas y amigos como un hombre alegre, “pelusón” y trabajador. “Era un niño trabajador, trabajaba hasta los domingos si podía ganar un poco más. Fue amante de los camiones toda su vida, desde los 12 años que manejaba”, recordó Lucy Lobos, tía de Byron, en Radio BioBio.
En el mismo camión que él manejaba, un vehículo de carga pesada blanco, y ubicado sobre la zona donde tantas veces transportó lo que llegaba desde el puerto de Antofagasta, su féretro recorrió las principales rutas por las que transitó para ganarse la vida, acompañado de una fotografía gigante donde se le veía alegre, que pasó a ser la postal de emblema de los camioneros del norte del país.
La vida de Byron Castillo estuvo siempre ligada al volante. Así lo aseguran quienes lo conocieron, destacando que desde pequeño los camiones fueron su pasión, pues su padre también es camionero. “Él viene de una familia de camioneros, entonces entendía harto de eso. Esa era su pasión”, contó Lucy.
De hecho, Byron Castillo era conocido por todos los camioneros de Antofagasta. Así lo comenta Erwin Gallardo, presidente de la Asociación Gremial de Transporte de Antofagasta (Asogretrans): “No conversamos personalmente, pero claro que lo conocía. Él trabajaba junto a mis choferes, era un chiquillo alegre, bueno para las bromas, que tenía varios amigos entre los camioneros”.
Por eso es que la dramática partida del camionero duele tanto en Antofagasta. Su familia ya contó que viene un hijo de él en camino, profundizando el dolor. “Estaba muy contento con su bebé que venía en camino, tenía muchos planes de vida”, dijo Lucy Lobos. “Dejaron a mi sobrina sin su esposo, embarazada, con un mes recién. Una persona de 25 años muerta por increpar a otros porque le estaban tirando piedras al camión”, agregó.
Prisión preventiva para presuntos homicidas
Ayer, al tiempo que se desarrollaba su funeral, en el Juzgado de Garantía de Antofagasta se decretaba la prisión preventiva e internación provisoria para los tres imputados por el delito de homicidio de Byron Castillo.
En la audiencia de formalización, la magistrada Claudia Campusano ordenó la privación de libertad de Edgardo Siso y Víctor Arcila, además de un menor de 16 años, por considerar que la libertad de los imputados constituye un peligro para la seguridad de la sociedad. Además, se fijó en 90 días el plazo de investigación.
“Mi hijo dejó una señora, una familia, un nieto que todavía ni nace y ¿qué hago yo?, ¿a mí quién me devuelve mi hijo?”, lamentó su madre, Milenka Castillo, a Antofagasta al Día. “Yo sé que él no tendría que haberse bajado, pero no es para que hicieran esto, menos que lo tiraran como un perro”, indicó la madre, que ahora solo pide justicia. Sus restos fueron trasladados hasta el Cementerio General de Antofagasta.