“Felicitaciones y suerte, Guillermo, quien es un buen amigo personal y un gran amigo de Chile. Tendrá un gran desafío en sacar adelante a Ecuador y mejorar la vida del gran pueblo ecuatoriano”. Así, el Presidente chileno, Sebastián Piñera, fue uno de los primeros líderes en la región en saludar al vencedor de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador, Guillermo Lasso, quien desde el 24 de mayo asumirá las riendas del Palacio Carondelet, poniendo fin a 14 años del poderío correísta y transformándose en un aliado de La Moneda en la región.

Lasso y Piñera son viejos conocidos ligados por Mario Vargas Llosa. En una entrevista concedida a La Tercera en mayo de 2017, el ecuatoriano recordó cómo conoció al que tildó de “amigo cercano”. “Coincidimos en el mismo hotel en un foro en Madrid y tuve la audacia de acercarme e invitarlo a cenar. Salimos y caminamos por el casco histórico de Madrid. Y obviamente tengo identidad con él”, señaló el ahora presidente electo de Ecuador.

Fue en julio de 2014 cuando el Nobel Mario Vargas Llosa, a través de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), convocó al VII Foro Atlántico, en la capital española, y que tuvo entre sus asistentes a Piñera y Lasso; este último recién se había unido como nuevo integrante del Consejo Empresarial del FIL.

Posteriormente, las visitas y contactos se hicieron más frecuentes. Por directa y personal invitación del equipo del político chileno, el 11 de marzo de 2018, Guillermo Lasso, empresario, exbanquero, líder del movimiento Creando Oportunidades (CREO) y entonces dos veces candidato presidencial ecuatoriano, llegó a Valparaíso para participar en la ceremonia de cambio de mando del segundo gobierno de Piñera. Entre los demás asistentes estaba en ese momento el senador y hoy mandatario de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

Según el diario ecuatoriano La República, durante la toma de posesión, Lasso tuvo la oportunidad de reunirse con parte del gabinete chileno entrante, como el ministro de Economía, Felipe Larraín, y el nuevo canciller, Roberto Ampuero, que ese mismo mes visitó a Lasso en Guayaquil, en el marco de una reunión en la Fundación Ecuador Libre.

Aunque la relación entre ambos políticos conservadores se ha extendido en los años. En 2014, Lasso publicó en sus redes sociales una de las primeras fotos acompañado de Piñera, en el que lo presentó como un “gran chileno” y puntualizó los temas en los que coincidieron en la conversación “independencia de poderes, alternancia en el poder, economía integrada al mundo”.

“La elección de Ecuador es importante, porque va a permitir continuar avanzando con los procesos de integración regional, como Prosur y la Alianza del Pacífico. Con Lasso, Ecuador debería ingresar a la Alianza como miembro pleno. Obviamente, la amistad entre los mandatarios puede ayudar, lo vimos con Argentina en la época de (Mauricio) Macri, pero la política exterior no se puede construir sobre la base de amistades personales, sino sobre principios comunes, y eso es lo que el Presidente ha hecho”, señala a La Tercera el exasesor de Piñera, Benjamín Salas Kantor.

Guillermo Lasso compartió una fotografía con Sebastián Piñera, en julio de 2014.

Después de que Piñera salió de su primer gobierno (2010-2014) visitó en 2016 por dos días Guayaquil y se reunió con Lasso para participar en diversas actividades, entre ellas, recorrieron las calles de la urbe, tomaron agua de coco, dieron una charla y una entrevista al interior de un vehículo en movimiento con el ecuatoriano conduciendo.

En ese momento, la prensa local informó que el expresidente chileno participó en la campaña electoral adelantada y no autorizada del banquero, dando su perspectiva sobre el empleo y la reactivación económica. Además, los medios destacaron las diversas similitudes entre Lasso y Piñera, ambos son empresarios y poseen grandes fortunas.

Aunque uno de los “desencuentros” entre ambos políticos han sido los paraísos fiscales. En la conferencia de prensa tras la reunión de 2016, el chileno aseguró que “es importante que los paraísos fiscales desaparezcan, porque se utilizan para actividades reñidas con la ley y la moral”, mientras que Guillermo Lasso respondió: “He sido aludido”. Después de la filtración de Panamá Papers, uno de los involucrados con más de una veintena de empresas en zonas off shores, en Panamá e Islas Caimán, fue Guillermo Lasso.

El entonces candidato presidencial de Ecuador Guillermo Lasso entrevistó a Sebastián Piñera en un vehículo en marcha.

Con los años, los lazos entre Lasso y Piñera fueron in crescendo. En su retorno a Santiago, en mayo de 2017, el ecuatoriano publicó imágenes tras asistir a un evento en el que fue invitado por el Mandatario chileno para participar “junto a mi equipo a presentar el caso Ecuador en las últimas elecciones y la lucha por la democracia”.

Guayaquil se transformó en el bastión del movimiento CREO y fue donde nació Lasso, el último de 11 hermanos. Tal como el Mandatario chileno, el presidente electo de Ecuador tuvo estudios en un colegio católico, vivieron un éxito en el sector financiero y fueron directores de grandes empresas.

Según el diario ecuatoriano Primicias, los giros en la política latinoamericana de los últimos años, sumados a la crisis venezolana del que nació el conservador Grupo de Lima y el progresista Grupo de Puebla, generaron un nuevo esquema en la región. Por esto, los últimos dos presidentes ecuatorianos fueron clave y marcaron la diferencia en el tablero de alianzas en América Latina.

Durante la reciente campaña electoral, Guillermo Lasso enfatizó la cercanía con determinados gobiernos y sus aspiraciones para una futura política exterior, enviando a su candidato a la vicepresidencia, Alfredo Borrero, a Colombia y Chile, mientras que el candidato Andrés Arauz reafirmó los vínculos con Argentina y México.

“Son muchos los lazos que unen a Ecuador y Chile. En el gobierno saliente de Lenín Moreno, Ecuador puso sus ojos en la Alianza del Pacífico, iniciativa de integración regional que está conformada por Chile, Colombia, México y Perú, donde considero Chile será un socio estratégico para que Ecuador logre entrar a este espacio. En materia de inversión y comercio, el hecho de que ambos mandatarios tengan una relación tan estrecha entre los dos países afianza relaciones y buscarán ampliarlas en otros ámbitos, como la cooperación técnica”, señala a La Tercera la politóloga ecuatoriana Karen Garzón Sherdek.

El decisivo voto indígena

El resultado del balotaje del domingo en Ecuador puso fin al correísmo en medio de un polarizado escenario electoral. De acuerdo al último balance del Consejo Nacional Electoral (CNE), con un 99,37% escrutado, Guillermo Lasso Mendoza venció en las papeletas con un 52,4% frente al 47,6% que obtuvo el izquierdista Andrés Arauz.

El dirigente político ecuatoriano de 65 años logró aglutinar a gran parte del anticorreísmo después de dos oportunidades fallidas intentando llegar al poder. Sin embargo, una de las claves de la victoria de Lasso fue el voto indígena.

El excandidato presidencial del movimiento indígena Pachakutik, Yaku Pérez, convocó a sus seguidores a votar nulo en la segunda vuelta electoral.

En la reciente segunda vuelta el país alcanzó un histórico voto nulo que llegó al 16,3%, lo que corresponde a más de 1,7 millones de sufragios emitidos. El alza de este porcentaje respondería al llamado que realizó el líder del partido Pachakutik, Yaku Pérez, que fue desbancado por Lasso en la primera vuelta del 7 de febrero, tras perder por tres décimas.

Después de acusaciones de “fraude electoral e inconsistencias electorales”, el político indígena solicitó a sus seguidores votar nulo en las urnas y advirtió que expulsarán de la organización a cualquier persona que acepte cargos públicos del futuro Ejecutivo. La población indígena representa el 7% de los más de 17 millones de habitantes de Ecuador. Ante el alto porcentaje de adhesión al voto nulo, la prensa ecuatoriana habla de una “victoria moral indígena”.

De acuerdo al diario ecuatoriano El Universo, el partido Izquierda Democrática y el movimiento Pachakutik acordaron formar un bloque legislativo que hasta el momento suma 45 asambleístas y que aspira a incluir a independientes para superar los 50 curules para formar oposición al próximo gobierno de Lasso.