Intensamente se están organizando los profesionales en el Partido Socialista para ir dando forma a los equipos programáticos que acompañarán a su carta presidencial, Paula Narváez.

Y pese a ser verano, decidieron no darse una pausa, pues su meta es que en 10 días ya estén en pleno trabajo los grupos de apoyo, con las coordinaciones listas, los nombres acordados, para partir con todo “afinado” en marzo. En particular en el plano económico está liderando, en calidad de asesor, el exsubsecretario de Economía y exembajador en Brasil, Alvaro Díaz.

De hecho, la semana pasada sostuvieron una primera reunión con el team más duro conformado por el senador Carlos Montes que da un apoyo político técnico; con el ex Tesorero de la República, Hernán Frigolett; la ingeniera Lissette Henríquez –presidenta de la Comisión Económica del partido-, ambos expertos en temas tributarios; y Andras Uthoff, experto en previsión social o pensiones. “Vamos a ir conformando los grupos por temas y dándoles tareas”, precisan.

Hasta el momento señalan fuentes conocedoras de este proceso, se han acercado varios economistas interesados en respaldar esta candidatura e integrar los grupos programáticos que se irán configurando, “no sólo socialistas, sino que también economistas independientes”. Incluso se advierte que también hay integrantes del Foro por un Desarrollo Justo y Sostenible, al cual pertenece Díaz, que han expresado su interés en sumarse.

Díaz y Narváez no son amigos de décadas pero “sintonizaron” en las concepciones respecto de lo que el país necesitaría para enfrentar el futuro. Ambos se conocieron en el segundo mandato de la expresidenta Michelle Bachelet cuando ella era vocera de La Moneda. Desde que le solicitó al economista que organizara este proceso en vista de que estaban llegando varias propuestas económicas de manera espontánea, conversan día por medio.

El cronograma autoimpuesto implica que en una semana más se realice una presentación pública con los rostros que estarán en este grupo económico en pos de la candidatura de Narváez, para luego dividirse por temas para que el 18 de febrero ya estén intercambiando ideas, papers.

Pero, recalcan, que ya hay bastante tarea adelantada en cuando a diagnóstico de la situación en que está el país, en ámbitos estructurales. De hecho, a instancias de Montes, se evacuó un informe sobre pensiones cuando el proyecto se empezó a ver en el Congreso hace dos años, y hace poco se presentó otro sobre exenciones tributarias.

Este último grupo no ha dejado de trabajar y hace unos días se encontraron para revisar el primer Informe de la Comisión Tributaria especial de exenciones convocada por el ministerio de Hacienda y presidida por Rodrigo Vergara. En la oportunidad, el exdirector del Servicio de Impuestos Internos, Michel Jorrat, fue el orador principal pues presentó el documento que fue ampliamente discutido. “Hemos estado trabajando, y sin duda todos estos informes serán insumos para lo que se propondrá en un programa. Tenemos posiciones construidas hace rato sobre distintas materias, que son técnicamente bastante sólidas, y lo que corresponde ahora es profundizar en algunas de ellas, priorizarlas y ver cómo se incorporan las ideas nuevas”, admiten desde el PS.

El foco principal para articular las ideas se centra en que Chile necesita crecer en términos estructurales, más allá de la recuperación de la economía que ocurrirá considerando la baja base de comparación de los indicadores durante el año pasado. Pensando eso sí, recalcan fuentes cercanas, en que este crecimiento sea sostenible e inclusivo.

Para lo primero, admiten, que habrá que proceder a una reforma tributaria porque se requiere recaudar más ingresos para financiar la segunda arista, que es la inclusión. Obviamente, recalcan, no hay ningún camino adoptado sino que están todos abiertos, entre ellos, el informe que recomienda eliminar exenciones tributarias que en el transcurso del tiempo significan varios mil de millones de no pago de impuestos.

En lo inclusivo, manifiestan que su diagnóstico –al igual han alertado organismos internacionales.- es que Chile saldrá de esta pandemia con mayor pobreza, mayor desigualdad, con un desempleo alto que costará reducir, con mucho trabajo precario y por cuenta propia, con una mayor tasa de mortalidad por patologías distintas al Covid pero indirectamente agravadas por su presencia. “Todo esto abrirá varios frentes sociales que serán muy complicados, y nos obligan a pensar en otro escenario distinto, con políticas públicas diferentes, no es para pensar que podemos volver al 2013, por ejemplo”, puntualizan.