Escenario laboral se deteriora: se desploman las ofertas de empleo y remuneraciones reales caen por octavo mes consecutivo

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La desaceleración económica no solo ha reducido la creación de nuevos puestos de trabajo, también ha frenado la oferta de nuevas plazas laborales, las que están en su menor nivel desde abril de 2021. Esto se suma al fuerte aumento de la inflación, que está reduciendo el poder de compra de los trabajadores.


La desaceleración económica ya se está comenzando a sentir en distintos frentes y en especial en uno de los más relevantes: el mercado laboral.

Tras las históricas caídas registradas durante el primer año de la pandemia (2020), el mundo del trabajo comenzó un repunte que lo llevó a recuperar gran parte de los empleos perdidos, quedando unos 200 mil aún por crear para llegar a los niveles previos a la crisis sanitaria. Sin embargo, los últimos datos ya comienzan a mostrar números mucho menos alentadores.

Las últimas cifras de la Encuesta de Empleo del INE mostró que la creación de empleos siguió aumentando, pero a un ritmo menor que en los meses anteriores y en particular en los puestos de trabajo de mayor calidad: los asalariados y formales. A esto se suma dos nuevos datos publicados este jueves, los que traen malas noticias para los trabajadores sobre los salarios y los nuevos puestos de trabajo.

El Índice de Avisos Laborales de Internet, elaborado mensualmente por el Banco Central, muestra en junio una caída de 12,8% en las plazas de trabajo ofrecidas respecto al mes anterior y de 17,4% frente al mismo mes de 2021. Con esto, el índice llegó a su menor nivel desde abril del año pasado y da cuenta de una profundización de la tendencia a la baja que venía mostrando desde fines del ejercicio anterior.

Este indicador, en general, da cuenta de un comportamiento similar a lo que pasa con los datos de empleo asalariado de la Encuesta de Empleo del INE, aunque con un rezago, que puede ser típicamente mayor a un mes, debido al tiempo que demoran las plazas en ser llenadas.

Mientras, las alzas en los salarios nominales no logran superar el alza de la inflación, por lo que la capacidad de compra de los trabajadores sigue cayendo. De acuerdo a los datos del INE, el Índice Nominal de remuneraciones anotó un alza de 9,6% en 12 meses, la más alta en lo que va del año. Sin embargo, si se le descuenta la inflación, que es lo que hace el Índice Real de Remuneraciones, se evidencia una caída de 1,8%. Esta es la octava caída consecutiva del indicador y deja a ese índice en su menor nivel desde mayo de 2020.

“Según la Encuesta Nacional de Empleo, no hemos vuelto a la tasa de ocupación pre-pandemia de 58%. Desde enero del 2022 la tasa de ocupación se ha mantenido entorno a 55%, faltando 561 mil puestos de trabajo para volver a la tasa pre-crisis.

Luego, el empleo femenino fue el más afectado durante la pandemia, y este mayor efecto se explicó exclusivamente por el cierre de colegios. El adelanto de las vacaciones de invierno no ayuda en acelerar la recuperación de los empleos femeninos”.

¿Cambio de tendencia en el mercado laboral?

Tras las fuertes alzas registradas luego de los peores meses de la pandemia, el escenario parece que se está revirtiendo en el mercado laboral. Ante esta pregunta, el académico de la Universidad Alberto Hurtado, Mauricio Tejada, señala que “lo más probable es que la respuesta sea afirmativa dado el menor dinamismo esperado para la economía en su conjunto en lo que resta de 2022 y en 2023; o al menos no observaremos repuntes en el empleo como los observados el año pasado. Esto último se nota en un incremento sostenido, y más allá de factores estacionales, de la tasa de destrucción de empleo durante los últimos meses de 2021 y en lo que va de este año, la misma que saltó más de 50% en dicho periodo. El hecho que la tasa de creación de empleo esté aún en niveles altos, y muy superiores a los niveles previos a la pandemia, cerca a 25% sobre lo observado en diciembre 2019, claramente ha contenido el mayor debilitamiento del empleo”.

Asimismo, el experto agrega que “otro signo del estancamiento reciente del empleo viene por el lado de la demanda y se observa en el comportamiento de las vacantes de trabajo. En efecto, después de alcanzar niveles muy superiores a los meses previos a la pandemia (80% sobre diciembre de 2019), desde noviembre de 2021 los avisos de vacantes publicadas en internet acumulan una caída de más de 16%”.

Por su parte, Elisa Cabezón, directora del observatorio de políticas públicas Perspectivas, también destaca que “en la Encuesta Nacional de Empleo se ve un estancamiento en la recuperación de trabajos. Desde enero del 2022 la tasa de ocupación se ha mantenido en 55%, faltando medio millón de puestos de trabajo para volver a la tasa de 58% pre-pandemia. Por otro lado, el empleo femenino fue el más afectado en la crisis, y el adelanto de las vacaciones no ayuda en acelerar la recuperación”.

“A partir de abril de 2021 la economía venía saliendo del gran shock que significó la pandemia; las ayudas estatales, retiros de fondos y el cese de las restricciones de movilidad permitieron que la demanda agregada se disparara a través de un aumento del consumo, lo cual permitió la creación de empleos de forma considerable. Hoy la situación es diferente: la creciente inflación que se viene experimentando desde fines del 2021, junto con las medidas del Banco Central por contenerla, implicando aumentos sistemáticos de la TPM, han generado el efecto contrario, es decir, una contracción de la demanda agregada”, señala el economista de Clapes UC, José Valenzuela.

El investigador indica que si l demanda agregada disminuye “las empresas no ven la necesidad de generar un mayor volumen de producción, lo cual implica que intentarán producir con una cantidad fija de mano de obra en el corto plazo. En otras palabras, el deterioro del entorno económico a nivel agregado se está sintiendo en el mercado laboral, donde la contracción de la demanda impacta negativamente en la creación de empleos. A lo anterior, el clima de incertidumbre política que Chile experimenta desde hace un par de años vuelve las condiciones de inversión poco atractivas para agentes que capital dispuesto a invertir. Lo anterior también provoca una contracción en la creación de empleo que debemos considerar”.

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