“Queremos dar una visión que nos ilusione, que nos cohesione, mirando al futuro con una mayor ambición. Habrá quien lo considere imposible en un momento tan polarizado. Pero no es cierto. Dialoguemos, unamos voluntad y decidamos qué país queremos ser en 30 años”. Así presentó el Presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, el plan “España 2050″, un documento elaborado por más de 100 expertos de distintas disciplinas y sectores ideológicos donde plantea qué habría que hacer para convertir a su país en uno de los mejores del mundo en cuanto a conocimiento y bienestar de aquí a tres décadas.
El texto, de 675 páginas, fue presentado como un trabajo que no es del gobierno, sino de todo el país. Así, los expertos han trabajado con total libertad, aunque bajo la coordinación de la oficina de prospectiva, que depende directamente del jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo.
En un momento de una profunda polarización política en España, el proyecto busca crear una “conversación nacional” sobre los grandes desafíos que enfrentará el país tras la pandemia. Según la prensa española, el Ejecutivo pretende abrir una reflexión “colectiva y plural” sobre estos retos de futuro.
Las conclusiones del texto se centran en la educación, que de acuerdo a los autores debe ser reformada para lograr los resultados que permitan a España alcanzar a los mejores países en el informe PISA, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), y aumentar en 23 puntos el porcentaje de españoles que poseen estudios superiores a los básicos.
Sin embargo, el documento habla también de los desafíos en cuanto a creación de empleos, cualificación de los trabajadores, vivienda, innovación, desigualdad, pobreza y salud. El informe aborda, en específico, retos como los efectos económicos y sociales de la pandemia, el cambio climático, la digitalización, el envejecimiento, la cohesión social y la igualdad entre hombres y mujeres.
“Necesitamos una nueva visión de España más allá de las urgencias. Necesitamos una visión que sea ambiciosa, pero también realista. Que nos inspire, que nos cohesione, con la meta común que es alcanzar cumbres de progreso impensables hace 30 años”, dijo Sánchez ante unos 400 invitados, entre los que se encontraban empresarios, representantes de ONG y redactores del documento.
“Un centenar de investigadores ha trabajado durante casi un año con total independencia, sin cobrar un céntimo, movidos por su amor al país”, agregó el jefe de gobierno español, que ya ha sido criticado por hacer este proyecto desde La Moncloa, sin dar entrada a otros partidos o instituciones.
“Un país que ha sufrido 125.000 muertos, tres millones y medio de contagios, seis millones de desempleados, con un 40% de jóvenes desempleados, no puede aguantar el insulto de que se esté hablando de lo que va a pasar dentro de 30 años. Que es muy importante, pero si resolvemos los problemas de hoy. No puede querer a España quien insulta a los españoles, su inteligencia, sus dificultades, sus problemas. La España real necesita soluciones reales e inmediatas”, criticó Pablo Casado, líder del opositor Partido Popular.
El plan contempla establecer impuestos para los vuelos cortos, prohibir aquellos que se puedan hacer en menos de dos horas y media en tren, o fijar un impuesto que grave el uso que se le dé al automóvil teniendo en cuenta características como su peso, potencia o emisiones de contaminantes y gases de efecto invernadero. Además, los expertos proponen que la semana laboral se reduzca progresivamente hasta las 35 horas de aquí a 2050, con una disminución de una hora por década. El promedio actual en España es de 37,7 horas semanales.
En el ámbito medioambiental, el gobierno alerta que a consecuencia del cambio climático, España será en 2050 uno de los países de Europa que más sufrirán la reducción de la disponibilidad de agua dulce, por lo que, aunque no se prevé que la población vaya a sufrir cortes de agua, la administración considera que “habrá que replantear la forma” en la que “hasta ahora” se ha gestionado este recurso.
También señalan que en 2050 se tendrán que haber reducido un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en el país, y que el 10% restante deberá ser compensado con sumideros.
En materia de redistribución de la riqueza, se nombra un conjunto de objetivos que incluyen elevar la recaudación fiscal hasta el 43% del PIB en 2050, ocho puntos más que ahora, y reducir a la mitad la economía sumergida (informal e ilegal), desde un 20% al 10% del PIB.
El proyecto estratégico prevé que una de cada tres personas en España tenga más de 65 años en 2050, lo que requerirá la llegada de al menos 255.000 inmigrantes cada año para compensar el envejecimiento de la población.
Además, el plan 2050 propone estudiar una posible “herencia pública universal”, una suma de dinero que todos los jóvenes españoles recibirían alcanzada cierta edad, que podría destinarse a adquirir una primera vivienda, crear un negocio o completar su formación académica.
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