En medio de una gira que tiene esta semana a Antony Blinken y a Lloyd J. Austin III, secretarios de Estado y Defensa de Estados Unidos, de viaje por Japón y Corea del Sur, el Departamento de Estado del país norteamericano anunció sanciones en contra de 24 funcionarios chinos y hongkoneses en respuesta a la decisión de Bejing de revisar las leyes electorales en Hong Kong.
La semana pasada, el gobierno de China dio a conocer cambios a la ley electoral de Hong Kong, con el objetivo de garantizar que solo los miembros que el Partido Comunista chino considere “patriotas” puedan gobernar en el territorio semiautónomo, mediante un comité afín a Bejing, negando la participación política de opositores. Además, la reforma reduce la proporción de legisladores elegidos de manera directa.
“Esta acción socava aún más el alto grado de autonomía prometido a las personas en Hong Kong y niega a los hongkoneses una voz en su propio gobierno”, dice el comunicado emitido por el secretario de Estado el martes en la noche.
La lista de los sancionados, todos previamente castigados por la administración de Donald Trump con prohibición de viajar a Estados Unidos y congelamiento de cualquier activo que pudieran tener dentro de la jurisdicción del país norteamericano, engloba a 24 funcionarios de la República Popular China y de Hong Kong, entre los que se incluyen 14 vicepresidentes del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional y altos rangos del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, de la División de Seguridad Nacional de la Policía de Hong Kong y la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao.
Además, las instituciones financieras extranjeras “que a sabiendas realizan transacciones importantes” con los sancionados también estarán sujetas al castigo.
“China tomará medidas firmes apropiadas para defender con decisión la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo”, dijo el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Zhao Lijian, en una conferencia de prensa.
Para el portavoz, las sanciones “dejan totalmente al descubierto la siniestra intención del lado estadounidense de interferir en los asuntos internos chinos, perturbar a Hong Kong y obstruir la estabilidad y el desarrollo de China”, dijo
China ha impuesto previamente sanciones a legisladores estadounidenses y a los funcionarios de la administración Trump, recuerda The Wall Street Journal.
“Un Hong Kong estable y próspero, que respete los derechos humanos, las libertades y el pluralismo político sirve a los intereses de Hong Kong, China continental y la comunidad internacional en general. Responderemos cuando la República Popular China no cumpla con sus obligaciones”, concluye el comunicado despachado por el Departamento de Estado.
De cara a la cumbre
Estas son las primeras sanciones que realiza la administración de Biden en contra de China desde que asumió la presidencia a fines de enero. El anuncio fue realizado en medio de la gira de Blinken y Austin, secretarios de Estado y Defensa de Estados Unidos, respectivamente, por Japón y Corea del Sur, dos países aliados del gobierno estadounidense y que desconfían de la creciente influencia económica, militar y política de China.
Las sanciones, además, fueron emitidas a menos de 48 antes de la primera cumbre bilateral en persona entre Estados Unidos y China, agendada para el jueves en Alaska, y que tendría una duración de dos días.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, y Antony Blinken se reunirán en Anchorage -la ciudad más grande de Alaska- con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y con Yang Jiechi, principal diplomático del país asiático.
No se tiene certeza aún sobre qué discutirán, pero se espera que ambos países adquieran una postura dura y establezcan límites. Además, puede que marque el tono para las relaciones entre Estados Unidos y China durante los próximos cuatro años y aclarará cuáles son las prioridades de Biden, aventura Bloomberg.
“La ley no les exige que actúen en ningún momento en particular”, dijo a The New York Times Julian G. Ku, profesor de Derecho en la Facultad de Derecho Maurice A. Deane, de la Universidad de Hofstra, en Nueva York. “Decidieron dejar esto justo antes de la reunión en Alaska. Así que este es un mensaje más de que el equipo de Biden no se va a preocupar por ofender a China en público “.
Además, es probable que Estados Unidos se enfrente a China sobre los temas de seguridad y derechos humanos que aquejan a la región, necesarios para poder mejorar las relaciones entre ambos países, informa Politico. “Todo en el cronograma será estrictamente comercial”, dijo un funcionario estadounidense al medio.
Así, el diario The Wall Street Journal adelantó hoy que Beijing le iba a pedir a Estados Unidos que revierta muchas de las políticas en relación a China realizadas por el gobierno de Donald Trump.