La crisis social y política no deja de impactar al Presidente de Colombia, Iván Duque. A casi un mes del inicio de las movilizaciones contra la ahora fallida reforma tributaria impulsada por el oficialismo, el mandatario alcanza el peor nivel de aprobación desde que asumió en el poder, el 7 de agosto de 2018, con un mínimo histórico de 18%, según la encuestadora Invamer. El rechazo a la gestión del gobierno ya venía en alza por el manejo de la pandemia y ahora deja a Duque en un escenario de inestabilidad a poco más de un año de dejar el cargo.
De acuerdo con la encuestadora, la desaprobación de Duque se instaló en un 76% después del llamado a paro nacional convocado inicialmente para el 28 de abril y que se ha extendido en las últimas semanas. Una cifra muy lejana al 37% de desaprobación que marcó en los primeros meses de su mandato.
Un 81% de los encuestados sostiene que las cosas en Colombia están “empeorando” y un 14% que están “mejorando”. Según el diario colombiano El Tiempo, el Ejecutivo de Duque fue golpeado por la pandemia y enfrentó críticas ante las dificultades para cerrar negociaciones por las vacunas, ya que a la fecha lograron conseguir 12 millones de dosis para una población de más de 50 millones de habitantes.
En medio de este desafío, el gobierno apostó a una reforma tributaria para combatir el impacto económico de la pandemia. Sin embargo, el eventual aumento de los impuestos y el IVA en productos básicos, lo que afectaría a la clase media, generó una molestia transversal entre los ciudadanos, que salieron a las calles en las principales ciudades del país para manifestarse.
El Ejecutivo dio marcha atrás a la iniciativa fiscal, que tampoco logró el apoyo necesario en el Congreso. Finalmente, retiró el proyecto el 2 de mayo. La presión en las calles persistió y también provocó la cancelación de la reforma de salud, el 19 de mayo.
La Fiscalía y la Defensoría del Pueblo de Colombia denunciaron al menos 43 decesos como resultado de choques en movilizaciones y vinculados a acusaciones de abuso policial. En paralelo, el terremoto político generó bajas en el gobierno. El primero en salir del cargo fue el artífice de la reforma tributaria, el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, a la que luego se sumó la dimisión de la canciller Claudia Blum. Y la semana pasada se concretó la renuncia del alto comisionado para la paz y quien lideraba las conversaciones con el Comité del Paro, Miguel Ceballos.
En tanto, el ministro de Defensa, Diego Molano -el tercero en el cargo bajo el mandato de Duque-, encara esta semana dos mociones de censura en el Congreso por “uso excesivo de la fuerza por la policía colombiana”, después de la orden de militarizar las ciudades para frenar las marchas antigubernamentales y los bloqueos carreteros. A juicio de los expertos, esta situación pone manifiesto el desgaste en el Ejecutivo.
Según el diario El País, los partidos de oposición anticiparon el respaldo a la moción de censura, mientras que el Centro Democrático, del expresidente Álvaro Uribe, defendió el actuar de Molano, que asumió hace cuatro meses en medio de denuncias de asesinatos de líderes sociales y de excombatientes de las Farc.
Críticas internacionales
La condena internacional se hace sentir contra Duque. Amnistía Internacional cuestionó al Ejecutivo por negar “por ahora” el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para verificar las denuncias de brutalidad policial. Ante esto, un grupo de senadores presentó una moción para que el mandatario colombiano acepte la visita de organizaciones de DD.HH.
En las últimas horas surgió un informe de 27 páginas elaborado por la Defensoría del Pueblo, que será entregado a la CIDH y da un balance de los 28 días de paro, en el que asegura que “se logró compilar que de los 43 fallecidos reportados, 17 tendrían nexo directo con las protestas y siete están en proceso de verificación. Hasta el momento, habría 1.040 civiles lesionados o heridos y 1.049 policías. Además de un reporte de 548 casos de personas no localizadas, de los cuales ya se encontró a 290″.
En una reciente entrevista con Forbes, Duque reafirmó su respaldo a las Fuerzas Armadas y aseguró que los casos de muertes o golpizas investigados están ligados al vandalismo. Sin embargo, afirmó que “si hay alguna conducta de un miembro de la fuerza pública que va más allá de la ley, no solo expresamos nuestra condena, sino también queremos tener investigaciones y sanciones rápidas”.
Iván Duque pierde la oportunidad de mostrar voluntad política para reconocer las graves violaciones de derechos humanos que cometen las fuerzas de seguridad bajo su mando.
Amnistía Internacional
Además, 55 congresistas demócratas enviaron una misiva al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, para instar a “denunciar la violencia en Colombia, congelar las ventas de armas al país y fomentar un diálogo”, y la Casa Blanca solicitó la búsqueda de personas que han sido denunciadas como desaparecidas, lo que coincide con la visita a Washington de la vicepresidenta y también canciller, Marta Lucía Ramírez, que solicitó esperar el resultado de la investigación interna antes de que concreten las visitas de la OEA y la CIDH.
“Hay varios factores que han incidido sobre la baja aprobación del Presidente Duque: las promesas incumplidas de su campaña, su incoherencia a la hora de gobernar, la poca lectura de contexto y forma de abordar las situaciones sociales, la incapacidad de hacer política que han desembocado en fracturas institucionales, sociales y económicas que afectan la ciudadanía. Por otro lado, la pandemia ya había tenido un efecto en su popularidad antes de las movilizaciones”, señala a La Tercera la analista política colombiana Diana Avellaneda.
En su reporte de este martes, el Ministerio de Salud de Colombia dio cuenta de 21.181 casos nuevos de Covid-19, cifra que llevó el total acumulado de contagios en el país a 3.270.614. Además, en las últimas 24 horas se registraron 459 muertos por el virus, elevando a 85.666 el número de decesos desde el inicio de la pandemia. Según el sitio Our World in Data, hasta el domingo se habían administrado 8,3 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus.
Los tres años de gestión de Duque han estado marcados por una serie de problemáticas, que incluyen “la crisis migratoria más grande de la región con el éxodo venezolano, un alza en el cultivo de coca, la pandemia que generó la peor recesión económica y un huracán de categoría 5″, destaca la revista colombiana Semana.
En este escenario y con la mirada puesta en las elecciones presidenciales del 29 de mayo de 2022, el senador de oposición y también candidato Gustavo Petro alcanza los mayores réditos políticos. Un sondeo elaborado por la encuestadora Guarumo-Ecoanalítica muestra a Petro liderando la intención de voto con un 20,6%, seguido por el candidato de centroizquierda Sergio Fajardo y el de centroderecha Federico Gutiérrez, con un 9,8% y un 8,5%, respectivamente.
En ese sentido, la revista The Economist señaló que “el legado de Duque” podría ser asegurar a “Colombia su primer mandatario socialista”.
De acuerdo con la revista Semana, uno de los retos de Duque estará en pacificar el país, especialmente ante el llamado de nuevas movilizaciones, y lograr consenso sobre la nueva reforma tributaria. La tarea está en los hombros del nuevo ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, quien aseguró que están trabajando en un proyecto radicalmente opuesto al anterior, debido a que estaría enfocado en recaudar dinero para que “aquellos que ganan más, paguen más”, sin “afectar a la clase media”.