Hace siete meses, el docente aimara Freddy Mamani asumió la presidencia de la Cámara de Diputados de Bolivia después de ganar un escaño por La Paz y tras el fin del gobierno transitorio de Jeanine Áñez. En medio de la pandemia y de un proceso de pacificación en el país, el diputado de 46 años es colega y un viejo amigo de Pedro Castillo, el candidato presidencial de Perú, a quien conoce desde 2015 y que está a un paso de ser proclamado vencedor de los comicios en medio de acusaciones de fraude electoral por parte de su rival, Keiko Fujimori.
“Chile nos necesita a nosotros y nosotros necesitamos de Chile. La relación con un vecino país debe ser desde el respeto mutuo, fraternidad y hermandad entre dos pueblos”, señala a La Tercera el diputado paceño del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
Usted es un reconocido dirigente sindicalista del gremio de los docentes y ha compartido en varias instancias con Pedro Castillo, el virtual ganador de los comicios peruanos. ¿Cómo ha sido su relación con el profesor peruano?
Nos conocimos porque tuvimos una iniciativa en Bolivia para poder tener un gran encuentro internacional de líderes maestros de Latinoamérica, en el que tuvimos la presencia de dirigentes de Perú, Chile, Argentina, Ecuador, Colombia, Costa Rica, México y Brasil. Ahí es por primera vez donde sellamos un lazo de amistad (con Pedro Castillo), nos damos por primera vez la mano y un abrazo de dirigentes latinoamericanos en temas de educación. Hablamos junto a otros dirigentes sobre las dificultades por la privatización de la educación y los esfuerzos bolivianos para recuperar nuestras empresas. Todo se ha ido plasmando en estos encuentros y la línea es recuperar nuestras patrias para formar y crear la Patria Grande. A partir de esto se han lanzado muchos dirigentes como candidatos y ahí tenemos al presidenciable que no estaba en los planes de Perú. Yo he estado en varias oportunidades en Puno, Juliaca, Cuzco, Lima, Huánuco donde transmitimos la experiencia boliviana de cómo se tenía que organizar. Creemos que a partir de eso ha habido una reflexión profunda de los maestros, que trabajamos hasta en el último rincón del país.
¿Por qué cree que la figura de Castillo “convenció” a los peruanos?
Nuestro compañero Pedro Castillo generó una gran expectativa generada porque viene del Perú profundo, de esa clase social totalmente marginada de esos lugares. Él expresa ese sentir, por eso rápidamente ha sido tomado en cuenta como una gran referencia y fue uno de los candidatos potenciales.
Ante las acusaciones de fraude electoral en Perú, algunos comparan la situación con lo que vivió Bolivia en 2019. ¿Usted ve similitudes en los procesos?
Es posible. En Bolivia hasta el momento no se ha demostrado una sola prueba de fraude. Solo hay una línea discursiva, pero en Bolivia no hubo fraude, sino más bien creemos que algunos organismos internacionales intencionalmente quisieron hacer ver que hubo fraude. Además, en los mismos informes no indican fraude, sino observaciones como el tema de que en algunas provincias una persona era la encargada de escribir los nombres de los jurados y ellos solo firmaban. Otra observación fue que por qué en algunas mesas el MAS tenía el 100% de los votos. En las últimas elecciones en varias mesas aparecieron el 100% de los votos para nuestro instrumento político. Esperamos que con esas comparaciones no esté pasando lo mismo que pasó en nuestro país en 2019. El tema del fraude no nos consta, seguramente en Perú estarán deliberando todo lo que corresponda de acuerdo a sus autoridades, pero para nosotros es una gran diferencia que un maestro, un hermano nuestro, sea uno de los candidatos potenciales y el virtual ganador de estas elecciones de la hermana República del Perú.
¿Se ha podido comunicar en las últimas semanas con Castillo?
Hemos estado en permanente contacto no solamente con Pedro Castillo, sino tenemos un contacto permanente con todos los dirigentes de maestros de Latinoamérica.
A meses de las masivas protestas y el fin del mandato transitorio de Jeanine Áñez, ¿Bolivia está frente a un período de pacificación?
Por supuesto que sí. Al día siguiente, después de que cumplimos con el acto de las elecciones nacionales, la gente en Bolivia respiraba felicidad, tranquilidad, paz. Las personas salieron a las calles a festejar, a decir que por fin habían recuperado nuestra patria. A partir de ese momento vemos esa tranquilidad, con mucha esperanza de recuperar económicamente nuestro país.
Actualmente está en marcha el proceso judicial contra Áñez, acusada de sedición, terrorismo y conspiración, y que está en prisión preventiva desde marzo pasado. ¿Qué espera del juicio?
Esperamos que la Justicia haga su trabajo de forma transparente y comprometida con nuestra patria. Nosotros en la etapa de la campaña indicamos que en ningún momento haríamos una persecución política, lo único que vamos a buscar es justicia. Nosotros estamos siendo muy vigilantes del trabajo del Órgano Judicial. Esperamos que a partir de todo ese trabajo llegue la justicia que el pueblo boliviano está esperando.
¿Cómo evalúa el gobierno del Presidente Luis Arce?
Es un manejo muy responsable, decidido, comprometido con su país y como hemos indicado somos el gobierno del pueblo y nos debemos al pueblo. Se está trabajando encarando los tres pilares fundamentales. Primero, la reactivación económica después de que nos han dejado en las ruinas con el golpe de Estado y el asalto a las arcas del Estado. Tenemos la gran esperanza de poder llegar a un buen porcentaje de crecimiento económico. Segundo, es el trabajo para enfrentar esta pandemia. Como legisladores hemos garantizado el 10% de nuestro presupuesto general del Estado para la salud, siempre con la sugerencia de nuestro hermano Presidente. El tercer pilar es garantizar la educación en nuestro país. En este momento tenemos tres modalidades de clases por la pandemia: a distancia, semipresencial y presencial. Estamos viviendo la tercera ola del Covid-19 y, por lo tanto, estamos en un descanso pedagógico para poder retomar nuevamente.
Durante la primera ola de la pandemia hubo denuncias de peregrinación de pacientes por hospitales y falta de insumos médicos. Ahora con más de 420 mil casos y 16 mil decesos, ¿los esfuerzos están centrados en la vacunación?
Tenemos garantizada la compra de pruebas de antígeno nasales y una proyección para más de 15 millones de vacunas, pero que por temas de fábrica no podemos contar con su totalidad, sino que llegan por partes a nuestro país. Hasta este momento tenemos más de dos millones de bolivianos vacunados. Estamos viviendo la tercera ola y nos indican de que podría venir una cuarta, una quinta, pero no sabemos, realmente es impredecible. Sin embargo, nosotros estamos trabajando con la vacunación masiva que se ha habilitado a los estudiantes de las universidades y eso está teniendo mucha efectividad. No estamos colapsando en la vacunación, pero sí tenemos dificultades todavía con el oxígeno por eso activamos procesos para comprar e importar el suministro.
¿Hizo falta una coordinación internacional o por lo menos regional para garantizar el acceso a las vacunas?
Por supuesto, necesitamos organizarnos entre los diferentes países, inclusive entre vecinos porque esta pandemia no solamente está golpeando duramente a un solo país, sino a todo el mundo. La pandemia no diferencia color político, ni raza, ni clase, lo que correspondería es una mayor coordinación como lo está buscando nuestro Presidente.
Usted instruyó una comisión legislativa en Bolivia para iniciar una investigación por presunto envío de “elementos antidisturbios y municiones de guerra” desde Ecuador por parte del gobierno de Lenín Moreno a Jeanine Áñez...
Hemos tomado contacto con los parlamentarios de Ecuador. Ellos están muy preocupados y presentaron una denuncia contra Lenín Moreno por las acciones tomadas para poder proporcionar armamentos inclusive de manera ilegal a nuestro país para que fueran acribillados nuestros hermanos y hermanos en Bolivia. Todavía no se tiene mayor elemento de investigación. Nuestro ministerio de Gobierno está trabajando arduamente y nosotros desde la Asamblea Legislativa estamos haciendo todas las evaluaciones correspondientes para poder conformar un equipo que pueda ir hasta Ecuador para poder tener mayor información, o que los parlamentario ecuatorianos vengan. Esto es para llegar a la verdad porque tenemos más de 30 fallecidos durante ese período y es un dolor para nosotros.
Mucho se especuló sobre la injerencia de Evo Morales en el gobierno de Arce. ¿Cómo ha vivido Bolivia con el expresidente fuera del poder?
En el instrumento político por la soberanía de los pueblos, en el MAS no hay un jefe, sino hay líderes y uno de los líderes indiscutibles que ha articulado es el compañero Evo Morales Ayma, indudablemente. Con la asunción como Presidente de Luis Arce Catacora se ha convertido en otro líder y hay varios líderes que van surgiendo, porque el instrumento político es la suma de las diferentes organizaciones sociales y regiones. Tenemos una visión de país y eso nos facilita que quien sea nuestro próximo candidato seguirá con esa ese mismo plan de gobierno. Por eso no se hacen imprescindibles las personas, si no la suma de líderes con ideas muy claras. Ahora nuestro hermano expresidente está mucho más ocupado en poder reorganizar las organizaciones sociales y no tanto en entrometerse en las decisiones de Luis Arce y David Choquehuanca. La oposición en Bolivia ha querido señalar que Evo Morales es el que decide el destino del país, pero es totalmente falso.
¿Qué tipo de relación entre Chile y Bolivia le gustaría impulsar?
Chile nos necesita a nosotros y nosotros necesitamos de Chile. La relación con un vecino país debe ser desde el respeto mutuo, fraternidad y hermandad entre dos pueblos, históricamente y territorialmente unidos con solamente con una frontera que nos separa. Pero ahí estamos, siempre predispuestos para poder hermanarnos y así debería ser siempre.
En noviembre Chile vivirá elecciones presidenciales. Hasta ahora el gobierno de Sebastián Piñera no ha sido muy cercano a Bolivia. ¿Un nuevo gobierno podría generar un mayor acercamiento?
Por supuesto que sí. Esperamos que sea un gobierno de amplitud y que tenga decisión de trabajar conjuntamente con Bolivia. Nosotros, por supuesto, estaremos siempre prestos a trabajar. Esperamos que eso pase.