Generación Z de China: jóvenes convierten a Mao en ídolo y se rebelan contra desigualdad social
El líder supremo chino está inspirando y consolando a generaciones nacidas mucho después de su muerte en 1976, que se encuentran descontentas con una clase empresarial que consideran explotadora.
“El mundo es tanto suyo como nuestro. Pero en última instancia, es tuyo. Ustedes jóvenes (...) son como el sol a las ocho o nueve de la mañana (...). En ustedes ponemos nuestras esperanzas“. Las palabras atribuidas a Mao Zedong, que son conocidas por todos los jóvenes chinos, cada día tienen más eco entre la Generación Z, que lo ha transformado en una suerte de ídolo.
“El Presidente Mao está regresando a la Generación Z de China. El líder supremo del Partido Comunista, cuyas décadas de campañas políticas ininterrumpidas costaron millones de vidas, está inspirando y consolando a las personas descontentas nacidas mucho después de su muerte en 1976. Para ellos, Mao Zedong es un héroe que habla de su desesperación como nadie luchando”, escribió el diario The New York Times.
En una China moderna que se enfrenta a una creciente desigualdad social, explica el periódico, las palabras de Mao justifican el enojo que sienten muchos jóvenes hacia una clase empresarial que consideran explotadora. “La moda de Mao”, como la llama el diario, pone de manifiesto la dualidad a la que se enfrenta el Partido Comunista de China (PCCh), que la semana pasada celebró el centenario de su fundación. Bajo el Presidente Xi Jinping, la colectividad se ha convertido en el centro de casi todos los aspectos de la vida china. Se atribuye el mérito del progreso económico que ha logrado el país y le dice al pueblo chino que esté agradecido.
Mediante una serie de acciones, que van desde la erradicación de la pobreza, el mantenimiento del crecimiento económico y el hecho de haber dejado atrás las restricciones de la pandemia, el PCCh ha consolidado el apoyo público, lo que ha enviado un mensaje a la juventud. Esto debido a que, según The New York Times, la longevidad del partido depende de su promesa de crecimiento económico continuo y su adaptabilidad hacia los jóvenes.
“China se ha estado desarrollando durante tanto tiempo gracias a los esfuerzos de nuestros antepasados y esa generación de miembros del partido”, dijo al portal del canal de noticias turco TRT el estudiante de 23 años y miembro del partido, Li Peng, quien visitó la estatua de 32 metros de altura de Mao en la provincia sureña de Hunan. “El PCCh no se está muriendo. Es un partido que está lleno de vida... Ahora, los jóvenes son particularmente patriotas y no tienen miedo de hablar”, añadió.
The New York Times señala que tanto en entrevistas como en publicaciones en internet, muchos jóvenes dijeron que podían relacionarse con el análisis de Mao de la sociedad china como una lucha de clases constante entre los oprimidos y sus opresores. “Como muchos jóvenes, soy optimista sobre el futuro del país, pero pesimista sobre el mío”, dijo al periódico Du Yu, un joven de 23 años que sufre de agotamiento debido a su último trabajo como editor en una startup de blockchain en la ciudad china de Shenzhen, obsesionada con la tecnología. Los escritos de Mao, dijo, “ofrecen un alivio espiritual a los jóvenes de pueblos pequeños como yo”.
Los nacidos desde 1991, indica un análisis realizado por la revista The Economist, pasaron su adolescencia con Xi en el poder. Podrían llamarse Generación Xi. Desde la enseñanza básica, han recibido una educación con más énfasis en el patriotismo que en cualquier otro momento desde Mao, luego de una revisión del programa de estudios después de Tiananmen.
Los estudiantes toman cursos obligatorios sobre marxismo, nacionalismo y las doctrinas de Mao; el año pasado se añadió el “Pensamiento de Xi Jinping”. Esto afecta cómo ven el mundo, señala la revista. Una encuesta realizada en 2019 por China Youth Daily, un órgano estatal, encontró que tres de cada cuatro de los nacidos después de 1995 piensan que China “no es perfecta, pero siempre está mejorando”. Pero lo primero que explora este informe es una división: entre la juventud rural y urbana.
La publicación británica sostiene que los jóvenes de China merecen atención por la sencilla razón de que algún día serán los responsables de llevar las riendas del país. Durante la próxima década, ganarán posiciones influyentes en las prósperas empresas del sector privado de China, o establecerán las suyas propias. Más de la mitad de los chinos en sus 20 expresan el deseo de comenzar su propio negocio. Otros subirán en las filas del gobernante PCCh. La forma en que entienden el pasado de su país y lo que le piden a su futuro es esencial para comprender cómo podrían algún día liderar a China.
En el estudio realizado por The Economist se señala que los “jóvenes no tienen la intención de desafiar la legitimidad del gobernante Partido Comunista. Su social liberalismo ha crecido incluso a medida que aumenta el apoyo al partido”. “Se sienten cómodos con una China firme y en ascenso. El partido sabe cómo jugar con esto. Se ha recalcado que China detuvo la propagación del Covid-19 dentro de sus fronteras cuando Occidente falló en su respuesta. Más estudiantes chinos extranjeros están regresando a casa, desilusionados con Occidente. El orgullo joven se alimenta de una nueva confianza mundana”, concluye el análisis.
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