Más de un año después del inicio de la pandemia, hay una cosa que es segura. Está comprobado que las personas se infectan al inhalar gotas provenientes de la boca y nariz de otros individuos contagiados. Así, los espacios cerrados son los más peligrosos, ya que esas gotas pueden permanecer en el aire por más tiempo. La situación es particularmente preocupante cuando las personas no usan mascarillas. Por eso, al menos 37 estados de Estados Unidos exigen su uso en cierto grado.
Sin embargo, mientras más locales de vacunación estadounidenses se preparaban para administrar dosis de la vacuna de Johnson & Johnson por primera vez el miércoles, más estados se sumaban al relajamiento de las restricciones, pese a que los funcionarios de la salud han advertido que no es lo correcto.
Las autoridades sanitarias han hecho un llamado a que los estados esperen una vacunación más amplia y niveles de casos mucho más bajos que los actuales para flexibilizar las medidas, especialmente frente a la aparición de nuevas variantes de coronavirus más transmisibles, que podrían generar un repunte de los casos en las próximas semanas.
El lunes, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), advirtió que con la propagación de variantes, “podemos perder por completo el terreno ganado con tanto esfuerzo”.
Sin embargo, estados como Texas, Mississippi, Ohio y Louisiana están entre los que se rebelaron frente a estos consejos, permitiendo que sus ciudadanos salgan sin mascarilla y que las empresas abran a plena capacidad en los próximos días. Otros estados, como Iowa, Dakota del Norte y Montana, ya lo hicieron el mes pasado.
En el caso de Iowa, la gobernadora Kim Reynolds levantó las restricciones el 5 de febrero. Los habitantes del estado ya no tienen que usar mascarillas en lugares públicos, mientras que los negocios pueden tener tantas personas como quieran en su interior y no tienen que cumplir con las pautas de distanciamiento social. El gobernador de Montana, Greg Gianforte, terminó el mandato del uso de mascarillas el 12 de febrero.
Con menos del 7% de sus residentes vacunados, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva que levanta el mandato de usar mascarillas en todo el estado y permite que las empresas operen al 100% de su capacidad a partir del 10 de marzo.
Abbott dijo que los líderes del condado pueden utilizar estrategias de mitigación si las hospitalizaciones regionales por Covid-19 superaran el 15% de la capacidad de camas durante siete días seguidos. Sin embargo, no pueden dar penas de cárcel a las personas que no respeten las medidas ni pueden sancionar a los residentes por no usar mascarillas.
Sylvester Turner, alcalde de Houston, señaló que la medida “no tiene sentido”, mientras que su par de Austin, Steve Adler, dijo que estaba “estupefacto” por el anuncio, al tiempo que pedía a los residentes de la ciudad que “actuaran como si tuviéramos un mandato de mascarilla, para que la gente continúe usándola y para que las empresas sigan requiriéndola”.
El gobernador de Mississippi, el republicano Tate Reeves, también anunció que a partir de este miércoles se levantaría el mandato de mascarilla del condado y permitiría que las empresas operen a plena capacidad. “Nuestras hospitalizaciones y el número de casos se han desplomado, y la vacuna se está distribuyendo rápidamente. Es el momento”, dijo Reeves a través de Twitter.
En Ohio, el gobernador Mike DeWine anunció modificaciones a las medidas establecidas para controlar la pandemia. Por ejemplo, eliminó el límite de 300 personas para celebraciones en centros de eventos.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, reveló por su parte una serie de restricciones suavizadas que empezarán a regir el viernes, como la capacidad ampliada para restaurantes, tiendas minoristas, gimnasios, estadios y otras instalaciones.
En Louisiana, la mayoría de las empresas -incluidos los restaurantes y salones de eventos- podrán operar al 75% de su capacidad a partir de este miércoles, mientras que los servicios religiosos ya no tendrán límites de capacidad, según anunció el gobernador John Bel Edwards.
Otros estados han tomado medidas similares. Massachusetts eliminó el límite de capacidad en los restaurantes y Carolina del Sur permitirá reuniones de más de 250 personas.
Algunas ciudades también han relajado sus restricciones. Chicago, por ejemplo, anunció el martes que los lugares de hospitalidad, deportes y espectáculos podrían aumentar al 50% de la capacidad, frente al 40% previo. En tanto, el alcalde de San Francisco dijo que a partir de este miércoles se permitiría reabrir comedores interiores, gimnasios interiores, museos y cines con una capacidad limitada.
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó de “pensamiento neandertal” la decisión de Texas y Mississippi de relajar el uso de mascarillas contra el Covid-19. “Lo último que necesitamos es el pensamiento neandertal de que mientras todo esté bien, quítate la mascarilla. Olvídate. Eso aún importa”, dijo el mandatario demócrata.
“Creo que es un gran error. Espero que todo el mundo se haya dado cuenta ya de que estas mascarillas marcan la diferencia”, añadió Biden, al señalar las crecientes cifras de muertos. Con más de 531.000 muertes y 29,4 millones de contagios, Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia pese a que ha avanzado en su campaña de vacunación masiva.