Lo que fue una suerte de bandera de lucha de los partidarios del Brexit se está haciendo realidad: el endurecimiento de las medidas migratorias en Reino Unido. La ministra del Interior, Priti Patel, presentó hoy una reforma del sistema de asilo que prevé no conceder los mismos derechos de asilo a las personas que entran legal o ilegalmente al país, un endurecimiento que ha sido calificado de “inhumano” por distintas organizaciones.
“Si, como más del 60% de los llegadas ilegales (de migrantes), han atravesado un país seguro como Francia para llegar aquí, no podrán entrar inmediatamente en el sistema de asilo como ocurre actualmente”, dijo en un comunicado Patel, quien presentó hoy en la tarde el proyecto en la Cámara de los Comunes, donde el Partido Conservador tiene una mayoría.
Según el diario The Guardian, se trata de la mayor reforma del sistema de asilo de Reino Unido en décadas. Un portavoz de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Acnur, que actúa como guardián de la Convención de 1951 relativa al estatuto de los refugiados y su protocolo de 1967, una pieza de legislación internacional de la que Reino Unido es parte, dijo al periódico: “Cualquiera persona que busque asilo debería poder para reclamar el asilo en su destino previsto o en otro país seguro”.
El portavoz sostuvo que si bien era cierto que la convención no proporcionaba “un derecho irrestricto a elegir un país de asilo”, no “obliga a los solicitantes de asilo a solicitarlo en el primer país seguro que encuentren”. “Algunos demandantes tienen razones muy legítimas para buscar protección en países específicos, incluyendo familiares u otros vínculos”, agregó.
Según la reforma, explica The Times, los solicitantes de asilo se dividirán en dos grupos. Quienes ingresen por rutas legales obtendrán más privilegios que en la actualidad, como licencia indefinida para quedarse apenas lleguen y acceso a mejores beneficios. Aquellos que lleguen ilegalmente tendrán menos derechos, aunque sí tendrán acceso al Servicio Nacional de Salud, pero no podrán recurrir a fondos públicos y pierden la asignación semanal de 38 libras (US$ 52). Se alojarán en centros especialmente diseñados. Si los solicitantes que han ingresado ilegalmente tienen éxito con su solicitud, se les otorgará un nuevo estado de protección temporal, en lugar de un derecho automático a llegar a un acuerdo, y serán revaluados para su remoción.
La medida se conoce después de que seis barcos que transportaban a 183 migrantes cruzaron el Canal de la Mancha hacia Inglaterra el martes, la cifra diaria más alta de este año. Las autoridades francesas impidieron ayer que otras 50 personas intentaran cruzar, dijo un portavoz del Ministerio del Interior.
El año pasado, 8.500 personas entraron al Reino Unido cruzando el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones, y la mayoría pidió asilo, según cifras del ministerio. “Actualmente, nuestro sistema de asilo está sobrepasado”, dijo la ministra en SkyNews.
Patel señaló que los países de la Unión Europea tienen el “deber moral de ayudar” a Gran Bretaña a hacer frente a la inmigración ilegal aceptando a los solicitantes de asilo fallidos. La ministra dijo que el gobierno llegaría a acuerdos con países europeos para devolver a los inmigrantes que llegan a Reino Unido ilegalmente después de haber viajado por el continente.
Sin embargo, admitió que Reino Unido no había firmado ningún acuerdo nuevo con los países europeos desde que abandonó el esquema de la UE para el retorno de los solicitantes de asilo, que ya no se aplicaba a Reino Unido después del final del período de transición del Brexit.
Al no existir un acuerdo con los países de la UE para el retorno de los inmigrantes ilegales que viajan desde el continente, Reino Unido no podrá deportar a las personas que llegan ilegalmente, por lo que quedarán atrapadas en centros de recepción indefinidamente, con el riesgo de que caigan en la indigencia, señaló The Times.
La reforma encontró inmediatamente detractores, los que han criticado la política del gobierno de Boris Johnson. “Estas propuestas crean un sistema injusto a dos velocidades, en el que el caso de una persona y el apoyo que recibe se juzgan por la forma en que entró al país y no por su necesidad de protección. Es inhumano”, afirmó Mike Adamson, director general de la Cruz Roja británica.
El opositor Partido Laborista consideró que estas medidas “no harán prácticamente nada para impedir que las personas hagan viajes peligrosos” para llegar a Reino Unido. Según los planes del gobierno, se reforzarán las sanciones a los migrantes que intenten entrar ilegalmente, y los traficantes se enfrentarán a una pena de cadena perpetua.
Según Patel, se espera que el nuevo sistema haga que las rutas legales hacia Reino Unido sean lo suficientemente atractivas como para disuadir a los solicitantes de asilo de intentar viajes peligrosos a través del Canal de la Mancha. La intención es alentar a los verdaderos solicitantes de asilo a usar las nuevas rutas seguras y legales. El enfoque de doble vía también está diseñado para erradicar los “factores de atracción” detrás de las rutas ilegales, que están controladas por pandillas que obtienen enormes ganancias traficando personas a Gran Bretaña.
Actualmente hay más de 64.000 personas en alojamientos en Gran Bretaña esperando una decisión sobre su solicitud de asilo. Siete de cada 10 de ellos han estado esperando más de seis meses. Según indicó The Times, los cambios no se pueden imponer de forma retroactiva, lo que deja una enorme acumulación de solicitudes de asilo en espera de ser procesadas.