Gobierno prepara apertura de fronteras para vacunados desde fin de mes

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A contar del lunes 26 de julio las personas con su esquema de inmunización completo podrían viajar al extranjero, cumpliendo, eso sí, requisitos al retorno para evitar la generación de brotes, especialmente de la variante delta. En ese aspecto, se evalúa poner término a los hoteles de tránsito y que las cuarentenas sean domiciliarias, pero con mayor fiscalización. También se está revisando si se mantendrá la aplicación de PCR en el aeropuerto a todos los viajeros o si se modificará por un muestreo aleatorio. En el Ministerio de Salud, eso sí, la medida no convence.


Hace casi un mes estaba todo listo para anunciar, el jueves 24 de junio, la autorización -aunque restringida- para viajes al extranjero. Pero pocas horas antes, un elemento vino a cambiar la planificación del gobierno: se confirmó el primer caso de variante delta en el país.

Este hallazgo obligó a suspender el anuncio -quedó incluso la gráfica diseñada- y a extender el cierre de las fronteras, que rige desde abril y que vencerá, tras sucesivas prórrogas, el próximo domingo 25 de julio.

Pero no habrá más renovaciones. Así, al menos, lo estiman en el gobierno -salvo que la pandemia vuelva a dar un sobresalto-, donde se trabaja en la fórmula que tendrá la apertura de fronteras a contar del lunes 26 de julio.

En principio, según se ha planteado, no sería una normalización total del tráfico internacional. Lo que se busca es flexibilizar la salida de chilenos, con una serie de condiciones que eviten la generación de brotes locales de coronavirus, especialmente de la variante delta, que predomina en países de Norteamérica y Europa.

Para eso, una de las alternativas que se evalúa es que las personas que tengan su esquema de vacunación completo queden eximidas de los cuatro criterios que hoy permiten salir del país: realización de actividades fundamentales para el país, motivos humanitarios, condiciones de salud del solicitante y viajes sin retorno.

En cambio, las personas no inmunizadas contra el Covid-19 deberán seguir elevando una solicitud, tal como ocurre ahora, para obtener un permiso. Según estadísticas de la Subsecretaría de la Prevención del Delito, entre el 1 de abril y el 11 de julio se han presentado 128.648 requerimientos de viajes al extranjero, de los cuales se han aprobado 55.864, es decir, el 43,4%.

Está pendiente definir qué ocurrirá al retorno de los viajeros. Al respecto, se ha pensado suprimir -al menos para los chilenos- la estadía en hoteles de tránsito y reemplazarlo por una cuarentena domiciliaria, que no solamente incluiría a quienes llegan al país, sino que se extendería también al resto de los habitantes del mismo domicilio.

De optarse por esta salida, hay acuerdo en que debería acompañarse de una fuerte fiscalización de cada viajero y sus cercanos, para velar por el cumplimiento de la medida.

El requisito de presentar un test PCR negativo para abordar el avión para el retorno a Chile se mantendría. Pero está sobre la mesa el testeo que hoy se realiza en el aeropuerto Arturo Merino Benítez. Actualmente, la Seremi de Salud Metropolitana aplica test a todas las personas que ingresan al país -más de 400 por día-, lo que si bien genera demoras de tres horas y más para el ingreso de los viajeros, resulta factible por tratarse de un flujo reducido.

Pero con las fronteras abiertas quedan dudas de si esta medida sería practicable -eventualmente con la instalación de un nutrido contingente a cargo del examen- o si, en caso contrario, se recurrirá a un muestreo aleatorio, que podría redundar en casos positivos no pesquisados. De hecho, aun con esta “barrera” de ingreso, los casos confirmados de Covid-19 de la variante delta en personas que han ingresado al país llegan a 18 y, según trascendió, se confirmarían seis más durante esta jornada.

“El 100% de los pasajeros adultos que ingresan por el aeropuerto es testeado y posteriormente derivado a un hotel de tránsito por cuatro días, y/o una residencia sanitaria si es positivo. Los viajeros de hotel sanitario el día 4 deben realizarse una nueva PCR, si esta resulta negativa al día quinto, pueden hacer abandono del hotel y hacer cuarentena en su hogar hasta el día 10. Pero en caso de que el PCR salga positivo, el pasajero es trasladado a una residencia sanitaria, hasta cumplir una cuarentena de 11 días”, indican desde el Departamento de Epidemiología de la Seremi de Salud de la Región Metropolitana.

En ese contexto, desde diciembre a la fecha se han tomado 88.346 exámenes PCR en el aeropuerto, de los cuales 614 han salido positivos.

El efecto de la apertura

En el gobierno la decisión de abrir la frontera el lunes 26 de julio ya está instalada, pese a la reticencia en el Ministerio de Salud, donde la idea no termina de convencer. Eso, pues en la cartera que está a cargo del manejo de la pandemia estiman que no deberían aplicarse cambios “tan radicales”, al menos hasta tener claridad sobre el impacto de la variante delta y la duración de la respuesta inmune asociada a la vacuna CoronaVac, cuyos alcances, a seis meses del seguimiento que ha hecho el estudio de la Universidad Católica, serán presentados hoy a las autoridades de salud.

“Lo ideal es no innovar, mantener las medidas tal como están, mientras no tengamos un buen sistema de trazabilidad”, apunta el académico de la Usach Claudio Castillo, quien añade que “la secuenciación genómica, actualmente, se realiza en menos del 1% de las muestras semanales”, aludiendo al proceso que detecta la entrada de variantes de preocupación, como la delta, que es conocida por su hipercontagiosidad. Por lo mismo, Castillo prefiere mejorar la infraestructura detectora antes de abrir el país.

Gremios en alerta

Antes del último cierre de fronteras, los gremios del turismo habían entrado en conversaciones con el gobierno en busca de defender sus intereses tras un año, a todas luces, desastroso. La IATA (Asociación de Transporte Aéreo Internacional, con siglas en inglés) y la Asociación Chilena de Líneas Aéreas, sin ir más lejos, han participado en distintas reuniones con el Ministerio de Salud para presentar recomendaciones y propuestas en miras a flexibilizar las medidas preventivas y aumentar el flujo de viajeros.

Ya en enero, una audiencia solicitada por Peter Cerdá, vicepresidente regional de la IATA, indicaba: “Vemos con preocupación el futuro de la industria en el país, considerando que la pandemia aún no ha podido ser contenida. Por ello, es importante contar con una mesa de trabajo donde la industria aérea pueda colaborar y ayudar con el arduo trabajo que su ministerio está realizando”.

Gabriela Peralta, gerenta general en Chile de la IATA, confirma: “Hemos mantenido un diálogo estrecho con las autoridades, les hemos presentado nuestras propuestas y siempre hemos querido ser parte de la solución. La recuperación socioeconómica de Chile está altamente relacionada con un sector aéreo activo y competitivo. Pero lamentablemente el nuevo plan Paso a Paso no contiene cambios significativos respecto de la situación actual y las fronteras siguen cerradas”.

Desde la Asociación Chilena de Empresas de Turismo, su secretaria general, Lorena Arriagada, asegura que “la industria del turismo y los viajes debe iniciar cuanto antes su proceso de apertura, para que quienes estén con su proceso de vacunación completo puedan salir al extranjero o venir a Chile y de esta manera comenzar a reconstruir y reinsertar a nuestro país en el mundo”.

“Como gremio hemos propuesto recientemente al gobierno, a través del ministro de Economía, Fomento y Turismo, a modo de plan piloto inicial, establecer un corredor con Estados Unidos, país que hoy cuenta con un excelente programa de vacunación y un bajo número de casos por cada 100.000 habitantes”, agrega Arriagada.

Según estadísticas de la Junta Aeronáutica Civil, no más de 70 mil pasajeros salieron de Chile entre los meses de abril, mayo y junio. Aunque el último mes las estadísticas preliminares apuntan a que los vuelos han comenzado a ser más frecuentes: todas las semanas ha habido un tráfico mayor a 10 mil pasajeros y la primera semana de julio se llegó a 13.717.

Mientras, en enero de este año un poco más de 100 mil personas salieron del país en avión, muy similar a las que entraron, sumando lo que fue un tráfico de 203.721 pasajeros. La cantidad de vuelos, por dar un ejemplo, la primera semana de enero, llegó a ser 420: el número más alto de todo el año. Con esto, sumado a las cifras de diciembre de 2020 -205.275 pasajeros- ya se estaba hablando de una “recuperación sostenida”, que se mantuvo hasta que los casos de coronavirus comenzaron a aumentar.

Así, de 167 mil pasajeros en marzo, se bajó a 40.595 en abril, 18 mil entrando y 22 mil saliendo. La baja queda más clara viendo las operaciones aéreas internacionales entre la última semana de marzo y la primera de mayo: 277 contra 132 vuelos, tanto de entrada como de salida.

Con todo, se está lejos, aún, de volver a los números de 2019. En mayo de esa fecha, por ejemplo, los pasajeros sumaron 900 mil. ¿Y el último mayo? 33.414.

Mientras, la proyección operacional de Latam en toda América estima para julio un 46% comparado con el mismo mes de 2019, lo que representa el mejor porcentaje desde que comenzó la pandemia, aunque siendo Chile y Ecuador los países con la menor proyección.

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