El año pasado los ingresos que recibió el fisco fueron extraordinarios. De acuerdo a cálculos que realizó el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) alcanzaron los US$5.000 millones, cifra que corresponde a 1,6% del PIB y a 6,4% de los ingresos fiscales totales.

Asimismo, según expuso el propio CFA, entre 2015 y 2022 el precio del litio se multiplicó por cuatro y los volúmenes exportados por Chile más que se duplicaron. Como resultado de ello, las exportaciones de carbonato de litio según cifras del Banco Central pasaron de aproximadamente US$250 millones anuales a mediados de la década pasada (0,1% del PIB), a US$7.763 millones en 2022 (2,5% del PIB).

Algo similar sucedió en el pasado con el caso del molibdeno, entre 2005 y 2015. Esto hizo necesario introducir un ajuste cíclico a los ingresos fiscales por molibdeno, para evitar comprometer gastos con cargo a su componente transitorio, sin embargo, cuando estos ingresos perdieron relevancia se optó por eliminar ese ajuste, pues su peso relativo ya no justificaba la mayor complejidad metodológica que implicaba para la regla fiscal, sumado a la dificultad de establecer un precio de largo plazo para dicho mineral.

Todo eso abrió el debate sobre cómo el gobierno debería contabilizar los ingresos que se lograban por el litio. Y fue el CFA el que planteó que el uso de los recursos fiscales por litio se dé en el marco de la regla fiscal y que se vele por la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Dada esta situación, en Hacienda comenzaron a analizar la mejor fórmula para calcular los ingresos del litio y determinar qué parte es estructural y qué parte es cíclica, la que será presentada este jueves en el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre.

De acuerdo a distintas personas que conocen la fórmula que presentará Hacienda, se considerará los ingresos promedio de los últimos 4 a 5 años móviles del litio incluido 2022 y 2023. De esta manera, si el ingreso promedio resulta que son US$3.000 millones y en un año determinado los ingresos alcanzan los US$5.000 millones, lo que se considerará estructural son los US$3.000 millones, y los US$2.000 millones restantes como no estructural (cíclicos), por lo tanto, no se pueden gastar, y esos recursos se deben destinar a ahorro, inyectando recursos al Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) o bien permitirá emitir menos deuda.

El CFA lo planteó en su informe de esta manera: “En el caso que los ingresos fiscales se ubiquen por sobre el gasto efectivo, se genera ahorro fiscal. Este puede materializarse vía dos alternativas: incrementar los activos financieros del fisco, o bien, pagar una parte de, o emitir menos deuda pública. Si dichos ahorros se destinan a incrementar los activos financieros, también hay dos alternativas: realizar inversiones en activos financieros que contablemente disminuyen la deuda neta, o invertirlos en activos financieros que no se consideran para dicho cálculo”.

Ministro de Hacienda, Mario Marcel, junto a la directora de Presupuestos, Javiera Martínez.

Esta fórmula se optó porque a diferencia del cobre, es muy complejo proyectar precio de largo plazo, puesto que el mercado es muy volátil.

Los ingresos fiscales por litio en Chile provienen de dos vías: rentas de arrendamiento a la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) e ingresos tributarios, tanto por impuesto a la renta como por impuesto específico a la minería (royalty).

En el caso de las rentas de arrendamiento a Corfo, estas se generan de los contratos que sostiene esta entidad estatal con dos empresas privadas: la Sociedad Química y Minera (SQM) y Albemarle. Por su parte, dichas empresas pagan impuesto a la renta por sus utilidades, así como también el impuesto específico a la minería.

Ingresos fiscales por el litio

El año pasado, según el informe del CFA, el componente de ingresos fiscales por rentas de arrendamiento por litio a Corfo tuvo un aumento muy significativo. De acuerdo con cifras suministradas por Corfo al CFA, este tipo de ingresos se multiplicó por más de diez en 2022, al pasar desde US$241,4 millones en 2021 a US$2.545 millones en los primeros nueve meses de 2022.

Las rentas de arrendamiento a Corfo por litio explican el gran aumento de la categoría de rentas de la propiedad del Gobierno Central en 20226 las que pasaron de representar 0,9% de los ingresos fiscales totales en 2021 a 5,3% en 2022. El aumento en las rentas de la propiedad se multiplicó por cerca de 7 veces en 2022 en términos reales.

Como porcentaje de los ingresos fiscales totales, las rentas de la propiedad llegaron a 5,3% en 2022, versus un promedio de 2,5% en el período 1990-2021.

Ahora bien, durante los últimos meses, el precio del mineral no metálico ha comenzado a descender, y eso fue advertido por el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo, levantando alertas. Si a fines de 2022 la tonelada métrica se llegó a comercializar en torno a US$88 mil en el exterior, por estos días el valor está en torno a US$40 mil, lo que representa una caída superior al 50%.