La situación fiscal que heredará el próximo gobierno será compleja. La consecuencias económicas que dejará la pandemia no serán inocuas. Y si bien el Ministerio de Hacienda mejoró sus proyecciones de crecimiento del PIB para este año y, con ello, las proyecciones de holguras fiscales futuras, de todos modos el escenario se prevé estrecho.

En el Informe de Finanzas Públicas (IFP) se establece que el nuevo gasto compatible con la meta de balance estructural desde 2022 al 2025 presenta un nivel mayor respecto a lo estimado en el IFP del primer trimestre. “Esto se debe a que el resultado de 2020 mostró mayores ingresos no asociados al ciclo, lo que ajustó al alza la proyección de ingresos estructurales para todo el período, además de una mayor proyección de ingresos efectivos, respecto al IFP pasado, según la nueva información disponible”, dice el documento.

Añade que “todo esto va generando holguras fiscales acumuladas estimadas por un monto de US$15.188 millones, aproximadamente en ese período”. Esta cifra es mayor a la que se previó en el informe del primer trimestre, cuando las holguras totalizaban US$9.266 millones entre 2022-2025.

En el detalle por año, se muestra que para 2022 el gobierno que asuma tendrá poco más de US$ 3 mil millones de holguras, cifra superior a los US$1.120 millones previstos anteriormente; para 2023 subirá a US$4.148 millones (US$2.620 millones informe del primer trimestre), y el peak se alcanzará en 2024, con recursos por US$4.945 millones (US$ 3.594 millones), para luego bajar en 2025 a US$3.072 millones (US$1.932 millones).

Pero para lograr esta meta de holguras, el déficit fiscal estructural debe reducirse un punto por año, es decir, se debe pasar de -3,9% a -0,9% del PIB en cuatro años.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, argumentó al respecto que “vemos que incluso con ir cerrando las metas de déficit estructural permiten dejar holguras para que el próximo gobierno pueda ir realizando su programa de gobierno”.

Estas proyecciones abrieron un debate, primero a nivel de los senadores integrantes de la Comisión de Hacienda y luego entre los economistas. El senador PS Carlos Montes, sostuvo que bajar el déficit fiscal un punto cada año es muy estricto, “por lo que es complejo que se pueda materializar”.

Mientras que su par RN, José García Ruminot, sostuvo que “son estimaciones sobre bases reales, más aún, tratándose de estimaciones que consideran convergencia hacia la meta estructural. Considera además un aumento del endeudamiento bruto hasta llegar al 38,5 % del PIB”.

Y entre los economistas también hay visiones encontradas. “Por la información vista hasta hoy, el escenario macro ha traído sorpresas que al parecer serán algo más persistentes en el tiempo, especialmente asociadas al mercado del cobre. Este escenario recoge estas nuevas expectativas, sin embargo, todo está muy cambiante, por tanto, creo hay que ser cautos en buscarle destino rápido a estas holguras, ya que el escenario puede cambiar a gran velocidad”, sostiene Macarena García, economista de LyD.

Carolina Grünwald, economista jefa de Banchile, afirma que “es difícil de lograr, pero no imposible. Las holguras estimadas por Dipres suponen un crecimiento del gasto público en promedio de 1% entre 2022 y 2025”. En ese sentido, puntualiza que el gasto en general es una variable que aumenta, en lugar de disminuir, y además se está asumiendo que el estímulo fiscal que este año ha significado un gasto de 30%, se retira completamente. “Además se debe tener en cuenta que ese periodo estaremos con otro gobierno y con demandas sociales que van aumentando”, agregó