Hacienda ve un déficit estructural de 2,1% y deuda pública llegaría a un peak menor al proyectado inicialmente hacia 2026
La solicitud que hará el gobierno al Congreso para endeudarse será menor al del presente año. De acuerdo al proyecto, el monto asciende a US$17 mil millones, por debajo de los US$21 mil millones de este ejercicio. En cuanto a las proyecciones, Hacienda ve un déficit estructural de 2,1% y una deuda pública de 38,7% del PIB, ambas variables mejores a las previstas. El máximo para la deuda sería 40,9% del PIB.
Poco a poco se van conociendo detalles sobre el presupuesto 2023. Si el jueves se informó que el gasto público crecerá 4,2% en relación a la proyección de ejecución del erario 2022, este lunes finalmente se liberó el proyecto de ley que comenzará a ser discutido en las distintas subcomisiones mixtas de presupuestos. Y el ministro de Hacienda, Mario Marcel, presentó el Estado de la Hacienda Pública ante la Comisión Mixta de Presupuestos.
En concreto, el erario fiscal 2023 equivale a US$70,8 billones (millones de millones), unos US$81.599 millones. “Nuestra sólida institucionalidad fiscal permite apartarnos de efectos económicos cíclicos que ocasionan caídas temporales en los ingresos, presentando así un presupuesto 2023 contra cíclico en un año que se iniciará con una mayor debilidad de la economía”, se describe en la iniciativa legislativa.
Asimismo, la solicitud que hará el gobierno al Congreso para endeudarse será menor al del presente año. De acuerdo al proyecto, el monto asciende a US$17 mil millones, por debajo de los US$21 mil millones de este ejercicio.
“Gran parte de ese monto se determina por amortizaciones de deuda, aporte al Fondo de Reserva de Pensiones, y otros movimientos bajo la línea necesarios. El espacio para financiar déficit debería quedar en torno a los US$6.000 a US$7.000 millones en torno a 2% del PIB”, dice la economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Carolina Molinare.
Ahora bien, en su presentación, el ministro de Hacienda mostró algunas cifras del erario fiscal, las cuales serán complementadas con el Informe de Finanzas Públicas que se publicará este miércoles.
Entre las variables macroeconómicas, el gobierno subió la proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) 2022 desde 1,6% a 2,2% y para el consumo privado lo subió de 0,9% hasta 1,6%, mientras que para la inversión moderó la caída pasado desde -2,7% hasta -1,8%.
Ahora para el próximo año, ve una caída de 0,5%, que es mayor al 0,1% que tenía Hacienda en el informe del segundo trimestre pero es menor al -1% que tiene consenso del mercado. Para el consumo privado pasó de -3,2% a -4,8% y para la inversión la mejoró desde -6,0% a -2,5%.
Menor déficit y deuda hasta 40,9% del PIB
Otras de las cifras que reveló Marcel tiene relación con las variables fiscales que si bien ya había adelantado este lunes las precisó con números: el balance fiscal efectivo será de 1,6% del PIB mientras que el estructural alcanzará el 0,9% del PIB. “El nivel de los ingresos fiscales previstos para este año excede en 27% lo estimado en el marco de la Ley de Presupuestos anterior, reflejando un mejor resultado de la Operación Renta, un mejor rendimiento de otros ingresos y el impacto de la inflación sobre los ingresos nominales”, dijo el ministro.
Por su parte, subrayó que “el gasto del Gobierno Central experimentará este año una caída de 24,5% real, reflejando el término de las transferencias masivas del segundo semestre de 2021 y una gestión disciplinada del resto del gasto. Todo ello se traduce en un mejoramiento del balance fiscal para 2022 que se proyecta terminará en un superávit de 1,6% del PIB, cifra que se compara más que favorablemente con el déficit que se estimó en el contexto del presupuesto del presente año, de 2,8% del PIB”, destacó el ministro Marcel ante los parlamentarios. Así la deuda pública se ubicará en 36% del PIB.
La autoridad explicó que el proyecto de Presupuestos para 2023 se ha elaborado en base a la regla de balance estructural y que se seguirá la tendencia hacia el logro de la meta de consolidación definida en el decreto de política fiscal. De esta manera, el próximo año se pasará del superávit fiscal estructural de 0,9% al -2,1% del PIB. De todas formas, esta previsión es mejor al -2,6% que se contemplaba en el Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre.
Asimismo, el balance efectivo pasará desde una posición de 1,6% del PIB a -2,7%. “Esto permite una expansión del gasto del Gobierno central de 4,2% real respecto del presupuesto actualizado para 2022. Esta expansión es posible gracias a una base de ingresos fiscales considerablemente mayor en 2022 y la entrada en vigor de los ajustes tributarios para financiar la Pensión Garantizada Universal”, describió Marcel.
“Tal como señala Hacienda, por consideraciones puntuales este año los ingresos fiscales estarán muy por sobre lo que se estimaba. Ello permite que este año se cierre con superávit fiscal”, apunta el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann. Hacia el próximo año, complementa el economista, “el escenario tiende a normalizarse, llevando a un déficit, coherente con el hecho de que aún existen tareas pendientes para ordenar las cuentas fiscales. Hacia 2023 prevemos una mayor contracción en el PIB, -1,2% versus -0,5% de Hacienda, por lo que proyectamos menores ingresos fiscales y, por tanto, un mayor déficit”, subraya Lehmann.
Dado este mejor escenario fiscal previsto, la deuda pública subirá menos de lo que se tenía contemplado. Si en el Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre se esperaba que este año la deuda como porcentaje del PIB se ubicara en 38%, ahora será 36%, mientras que para 2023 en lugar de situarse en 40,4% estará en 38,7%. Esto además tiene repercusiones de mediano plazo: si antes se proyectaba que la deuda escalaría hasta 43,1% hacia 2026, ahora llegará solo a 40,9% del PIB.
Macarena García, economista de Libertad y Desarrollo (LyD) comenta que “coherente con lo anterior, se valora toda contención de la deuda pública ya que, a mayor crecimiento de esta, más son los recursos que se destinan a pagar intereses y menos a las políticas sociales en ayuda a los más necesitados”. Sin embargo, puntualiza que “este presupuesto no contiene la puesta en marcha del programa del Presidente Boric, por lo que la real duda tiene que ver con cuál será la trayectoria de la deuda pública una vez que se implemente el plan de gobierno, pero bajo unos ingresos fiscales que dependerán de lo que realmente pueda recaudar la reforma tributaria que se apruebe y con una temporalidad desfasada de los gastos”.
Molinare complementa esa visión: “Es un objetivo deseable. Los ingresos han sorprendido al alza, por lo que habría más espacio en el mediano plazo para alcanzar cifras de deuda en ese orden. Sin embargo, dichos ingresos tiene un componente transitorio por lo que la trayectoria de la deuda podría aumentar en caso de que el efecto de mayores ingresos sea mayoritariamente transitorio”.
La molestia de Marcel
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, salió al paso del análisis que realizó el ex subsecretario de Hacienda, Alejandro Weber, al Presupuesto 2023, quien criticó el alza del gasto público de 4,2%, ya que generaría presiones inflacionarias. “El Banco Central en su Informe de Política Monetaria dijo que casi dos tercios de la mayor inflación que hemos tenido en los últimos meses se explica con factores locales, lo cuales el más importante es la expansión de la demanda, producto de esa política fiscal extraordinaria expansiva. Ahora esa política se adoptó cuando él era subsecretario de Hacienda, él estuvo en medio de esas decisiones. Entonces uno tiene los debates públicos, donde por supuesto hay libertad de opinión, pero uno esperaría que habría una mini autocrítica y cierto pudor de referirse a la política fiscal después de esa experiencia anterior, y que nos ha obligado a hacer un ajuste fiscal bien importante”, afirmó el titular de las finanzas públicas.
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