Tras desempeñarse por años en cargos públicos en La Araucanía, como consejero regional de Cautín y luego seremi de Obras Públicas de la región, Henry Leal (49) debutará en marzo como diputado electo de la UDI por el distrito 23.
El abogado renunció a la Seremi en agosto del año pasado para asumir por segunda vez una candidatura parlamentaria, luego de no resultar electo en 2016 cuando era presidente del CORE. En 2020, además, se vio involucrado en una polémica que protagonizó el exdiputado Gustavo Hasbún, quien presuntamente habría pedido el pago de coimas al empresario Bruno Fulgeri, excontratista del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
El propio Leal realizó una denuncia sobre el caso y la fiscalía, el año pasado, decidió no perseverar en la investigación. “Eso, para mí, es un tema superado”, asegura el gremialista, quien aun así reconoce la existencia de un conflicto entre los partidos de derecha en la región, debido a “intereses pequeños y temas personales”.
En entrevista con La Tercera, Leal comenta que el foco de su labor legislativa será la seguridad y “la violencia rural”. En ese sentido, hace una autocrítica respecto de la gestión del actual gobierno en el conflicto. “Fracasamos y no fuimos capaces de defender a nuestra gente. Espero que el gobierno de Boric pueda revertir eso y que tenga éxito”, expresa.
¿Cuál será el sello de su labor legislativa? ¿En qué tema se enfocará durante los primeros meses?
Como soy de La Araucanía, acá el principal problema es el tema de la seguridad, la violencia rural, los actos terroristas y el narcotráfico. Vamos a centrar ahí nuestros esfuerzos y esperamos visibilizar más este tema. Yo admiro lo que está pasando en el norte, porque desgraciadamente mataron a un camionero y se movilizó todo. Acá en La Araucanía muere gente asesinada todas las semanas y siento que estamos insensibles en esos temas. Pero espero despertar a la ciudadanía respecto de que esto no puede seguir ocurriendo. Tenemos que movilizarnos como región y como sector de la Macrozona Sur.
Si tuviera que elegir solo una, ¿cuál es la iniciativa legislativa que será su prioridad en este 2022? ¿Por qué?
Hay un problema grave con la reincidencia de los delitos. Acá las personas son detenidas, formalizadas, condenadas y al poco tiempo están libres. Hay que legislar para terminar con algunos beneficios carcelarios para los reincidentes de delitos de cierta gravedad.
Usted trabajó por años en La Araucanía, lugar central del conflicto en la Macrozona Sur. ¿Cuáles son los principales desafíos del futuro gobierno de Gabriel Boric en la zona?
Yo espero que al gobierno de Boric le vaya bien, porque si le va bien, a la región le va a ir bien. Pero las señales que hemos recibido no son buenas, por ejemplo, cuando él ha señalado que no va a renovar los estados de excepción. Hoy la gente tiene una sensación de seguridad porque las Fuerzas Armadas están patrullando, pero el día que saquemos eso de ahí, va a venir una sensación de inseguridad gigante. Primero, espero que (el futuro gobierno de Boric) le brinde protección a las víctimas y que lance una batería importante de proyectos de ley para establecer el Estado de derecho, que está perdido absolutamente en La Araucanía. Eso hay que reconocerlo. Nuestro gobierno, del que yo también participé como seremi, fracasó en el tema de la seguridad en La Araucanía. Fracasamos y no fuimos capaces de defender a nuestra gente. Espero que el gobierno de Boric pueda revertir eso y que tenga éxito.
El presidente electo ha dicho que no está a favor de prorrogar el estado de excepción en la Macrozona Sur y que, en cambio, explorará vías de diálogo para pacificar la zona. Entonces, ¿usted considera que esto es una mala señal?
Creo que el diálogo siempre tiene que ser la prioridad, pero no sé si es bueno dialogar con quienes hacen uso de la fuerza, con la CAM, con los grupos radicalizados que destruyen, queman, asesinan. Una república como Chile no puede dialogar con quienes hacen uso de la violencia y el terrorismo. Este no es un tema en el que esté involucrado el pueblo mapuche. Obviamente hay personas mapuche, pero aquí hay terrorismo y narcotráfico, una mezcla. Se están mal utilizando las reivindicaciones mapuche para cometer estos delitos y seguir en el negocio de la droga, del robo de madera, del robo de vehículos. Es una mafia guerrillera que usa la causa mapuche, que también involucra a algunos violentos como el líder de la CAM para esa causa. Pero la inmensa mayoría, el 99% de la gente de las comunidades, quiere progresar, salir adelante.
La alcaldesa de Las Condes y militante UDI, Daniela Peñaloza, dijo en entrevista con este mismo medio que “el proyecto político de la centroderecha, tal como lo conocemos, está muerto”. ¿Coincide con este diagnóstico?
La centroderecha, en especial mi partido, tiene que repensarse y tener una mirada distinta. Tenemos que aspirar a representar a la gente más modesta de este país, a la clase media, y no olvidarnos nunca que nos debemos a ellos. Hoy la ciudadanía nos percibe, muchas veces, como que representamos intereses, pero no de las mayorías. Eso nos ha provocado un desgaste y un castigo electoral. La UDI y la centroderecha tienen que repensarse, articularse y crear un proyecto común, que hoy no lo veo. Veo a nuestro sector político en la más absoluta intrascendencia. Vimos cómo en la Convención Constitucional, la izquierda, el populismo, la demagogia está campeando y nosotros no tenemos una alternativa visible para ofrecerle al país.
¿Cómo se puede reinventar la derecha?
Primero tenemos que rearticularnos como centroderecha. Yo soy bien aliancista. Ese 20% del rechazo no es la derecha. La derecha en este país es mínimo un 40-45%. ¿Y cómo nos rearticulamos? Tenemos que sentarnos en la mesa y ofrecerle a Chile un proyecto común, prioridades, qué es lo que queremos ofrecer para los próximos años. Hoy eso está muy difuso. Hay ideas por ahí, pero no es orgánico. Debemos tener un proyecto alternativo para ofrecerle a Chile, para recuperar el gobierno en los próximos cuatro años, y también proyectarlo hacia el futuro.
El 2020 el diputado Evópoli Andrés Molina le pidió “dar un paso al costado” de su cargo en el MOP, en medio de la investigación por presuntas coimas que habría solicitado el exdiputado Gustavo Hasbún al empresario Bruno Fulgeri. ¿Esto no reveló una pugna dentro de la administración de La Araucanía entre los partidos de derecha?
Eso, para mí, es un tema superado. No fui citado ni la Contraloría me hizo una observación de algo. Yo a Andrés Molina lo respeto y para mí es un tema superado. Yo hoy estoy para construir, avanzar y para converger con Evópoli y RN para que hagamos un proyecto político para el futuro de nuestra región. Los temas personales o privados, porque esto es un tema más personal que político, los dejo de lado.
Pero además de este, ha habido más conflictos entre, por ejemplo, Evópoli y Renovación Nacional en la zona. ¿Por qué se dan esas diferencias?
Porque a veces hay intereses pequeños y temas personales. A veces lo personal está por encima del bien común, de lo colectivo. A veces las diferencias personales se exacerban y eso hace daño a la centroderecha, a la región. Y espero nunca estar involucrado en eso, porque jamás voy a hacer de una diferencia que tenga con alguien un tema personal.