El Banco Central informó este martes que la economía creció 0,3% en el primer trimestre, registrando así su mayor alza desde el tercer trimestre de 2019, previo al estallido social. Al respecto, Hermann González, coordinador macroeconómico de Clapes UC, afirma que si bien este año la actividad registrará un crecimiento cercano al 7%, la preocupación está puesta desde 2022 hacia adelante, ya que no hay certezas y todo “dependerá de cómo evolucione el proceso constituyente, así como también del resultado de las elecciones presidenciales”.
La economía creció 0,3% en el primer trimestre y si bien es la primera alza trimestral desde antes del estallido social, fue algo menor a lo esperado con los Imacec. ¿En qué pie está hoy la actividad?
-La serie del Imacec desestacionalizado muestra que, al primer trimestre, la economía acumula una recuperación de 16% desde el peor momento de la pandemia que fue el segundo trimestre del año pasado. Durante los primeros meses de este año, el proceso de recuperación continuó, aunque a un menor ritmo que durante los dos trimestres previos y, de esta forma, el nivel de actividad a marzo supera los niveles prepandemia, aunque aún no vuelve a los niveles ni mucho menos a la tendencia que traía previo a la crisis social de fines de 2019.
El consumo fue el sector que más aportó al crecimiento, favorecido por el mayor gasto de los hogares. De acuerdo al Banco Central, en ello incidieron las ayudas de la autoridad y los retiros de los fondos previsionales. ¿El tercer retiro seguirá favoreciendo la actividad?
-Efectivamente, tanto las transferencias del Estado como los retiros de los fondos de pensiones son un factor que está incidiendo de forma positiva en el ingreso disponible de los hogares y en el consumo, especialmente de bienes durables. Sin embargo, se debe destacar que estos efectos son de carácter transitorio y que su impacto es decreciente en la medida que millones de personas se están quedando sin fondos para retirar.
Como contrapartida, las actividades de servicios y la construcción tuvieron un menor desempeño, ¿cómo espera que sea el comportamiento de estos sectores este año, considerando la evolución que está teniendo la pandemia?
-Dada la coyuntura, es importante diferenciar lo que ocurre en el margen, es decir en el primer trimestre respecto del trimestre anterior, de la variación interanual. En este aspecto, trimestre contra trimestre previo, el crecimiento trimestral del PIB de 3,2% fue impulsado por las actividades de servicios, destacando la contribución de los servicios personales, servicios empresariales y transporte. En cambio, respecto de inicios de 2020, los sectores de servicios y la construcción efectivamente se contraen, revelando que aún queda espacio de recuperación. Abril probablemente mostrará un nuevo retroceso mensual en la actividad de los sectores de servicios, dado el endurecimiento de las restricciones a la movilidad, pero el inicio del proceso de reapertura en mayo, mientras sea sostenible, permitiría consolidar la recuperación de estos sectores que se han visto especialmente afectados por la pandemia. En este sentido, el avance del proceso de vacunación es un aspecto clave para reducir los impactos más críticos de la enfermedad, permitiendo una reapertura segura de la economía y una recuperación, especialmente de los sectores más afectados como turismo, transporte aéreo, industria de la entretención, y restaurantes y hoteles, entre otros. Este efecto deberíamos verlo con claridad durante el segundo semestre.
La formación bruta de capital fijo registró una variación de 0,7% apoyado por el componente de maquinaria y equipo que aumentó más de 20%, sin embargo, la inversión en construcción y otras obras cayó. ¿A qué se debe esta baja, considerando que el sector ha podido seguir funcionando en cuarentena?
-En el caso de la inversión en construcción, es útil mirar la actividad por el lado de los sectores. En este sentido, la información publicada por el Banco Central revela que, si bien la actividad creció respecto del trimestre previo, sigue cayendo a tasas de dos dígitos en doce meses. En este aspecto, tenemos dos tipos de efectos: por un lado, la menor inversión en edificación habitacional y no habitacional, afectada por las restricciones sanitarias y, por otro lado, la menor inversión en obras de ingeniería, que responde especialmente a un avance más lento y la postergación de proyectos, especialmente mineros. Así, en el caso de la construcción, junto con mejorar las condiciones sanitarias, para tener una recuperación relevante, también es importante la certeza jurídica, tributaria y de reglas del juego en general, dada la naturaleza de largo plazo que tradicionalmente tienen los proyectos de este sector. En este último aspecto, dada la relevancia que tiene la minería en la inversión total y en el empleo, por la magnitud y extensión de sus proyectos, es fundamental cómo evolucione la discusión del royalty minero. Un resultado adverso en este debate, que termine por elevar la carga tributaria de la minería haciéndola perder competitividad internacional, será un factor que jugará en contra de la necesaria recuperación de la inversión y del empleo.
¿La inversión puede tener una recuperación más lenta de lo previsto?
-Dos de los componentes de la inversión están creciendo con mucha fuerza. Estos son la inversión en maquinaria y equipos mayormente importada, y la inversión del sector público. La gran incógnita está en el componente privado de la inversión no solo este año, sino que también en los años siguientes, dado el alto nivel de incertidumbre política, tributaria e institucional que enfrentamos.
El Ingreso nacional bruto subió 4,3%, su mayor alza desde el segundo semestre de 2018, ¿qué hay detrás de estos mayores ingresos considerando el escenario de crisis?
-El ingreso nacional agrega al PIB los ingresos netos del exterior. En este sentido, un factor relevante en este aumento del ingreso corresponde al alza del precio del cobre sobre los términos de intercambio, lo que genera mayores ingresos para el país.
Considerando el escenario electoral y los resultados de la Convención Constituyente, ¿cuál es su expectativa para los próximos trimestres y el año?
-Las expectativas de crecimiento para el segundo trimestre no se ven mayormente afectadas y apuntan a un crecimiento interanual de dos dígitos. La economía tendrá un impulso en la medida que el proceso de vacunación siga avanzando y se reabran los sectores más afectados por las restricciones. Ese será un factor crucial en el corto plazo y el escenario central es uno en que la economía crecerá en torno a 7% este año. Ahora, es indudable que dada la mayor incertidumbre que enfrentamos, algunos proyectos serán revisados y podrían ponerse en pausa, afectando el ritmo de recuperación de la inversión y del empleo, que no nos olvidemos sigue estando muy rezagado en este proceso de recuperación.
Para el próximo año, ¿las expectativas pueden verse afectadas por la composición de la Convención y el tono de la discusión constitucional ?
-Podrían verse afectadas. Dependerá de cómo evolucione el proceso constituyente, así como también del resultado de las elecciones presidenciales. Por el momento tenemos más incertidumbre y un sesgo de los constituyentes que no es favorable de cara a la materialización de proyectos de inversión, pero diría que las proyecciones están en revisión a la espera de tener mayor claridad de lo que viene.