Quienes han seguido de cerca las cifras de la inmunización contra el Covid-19 y del plan de vacunación señalan que aún es muy prematuro señalar que habrá un “vaciamiento” de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) hasta no tener, al menos, al grueso del grupo de mayor riesgo de internación grave -personas sobre los 60 años- inoculado con su segunda dosis. Incluso, algunos estudios sugieren que la ocupación podría caer cerca de un tercio durante abril.
Sin embargo, por estos días, la preocupación en la Subsecretaría de Redes Asistenciales es distinta: en las próximas dos semanas se constatará un mayor aumento de la demanda de camas críticas, luego de que durante la semana pasada se registraran tres días consecutivos por sobre los cinco mil casos diarios de Covid-19. Y frente a ello, Salud ya dispuso que en un plazo de al menos tres semanas, tanto los prestadores públicos como privados deberán alcanzar el 100% de la capacidad máxima -3.216 camas UCI en total- registrada el 9 de julio pasado: el peak de ocupación asistencial de la primera ola de la pandemia.
Si bien la tendencia de ocupación de las camas críticas sigue siendo -en proporción- mayor en los adultos por sobre 60 años, sin mayores variaciones a propósito de la vacunación hasta ahora, en los pacientes menores de 49 años ya se evidencia un notorio salto en las internaciones en UCI durante los últimos tres meses de pandemia. Ello, acorde a un análisis elaborado por el académico en Salud Pública de la Universidad de Santiago, Claudio Castillo.
En los números, Castillo señala que “la variación de los últimos siete días señala que son el grupo etario que más aumenta sus hospitalizaciones, con un 1,4% de aumento diario promedio”, esto calculado con las cifras de los últimos tres meses dispuestas por el Ministerio de Salud.
El académico analiza que “al mirar la evolución de hospitalizaciones en UCI, en los últimos tres meses ha habido un aumento diario de las internaciones -a partir del promedio móvil que se calcula diariamente respecto de los siete días anteriores- más pronunciado en los menores de 59 años, pero especialmente en los menores de 49” (ver infografía).
A su juicio, la comunicación no ha sido efectiva entre los más jóvenes, que han visto como “lejano” el riesgo de enfermarse, internarse en una unidad crítica y, eventualmente, morir. “El riesgo de enfermar y agravarse afecta más a las personas que viven con mayores vulnerabilidades, pero no son solo personas mayores. Las personas más jóvenes se pudieron quedar con la idea de que esta enfermedad afectaba solo a los mayores, y eso no es así”, agrega.
También coincide en el análisis el coordinador de camas críticas del Ministerio de Salud, el exsubsecretario de Redes Asistenciales Luis Castillo. “En la hospitalización han crecido de forma bien importante los pacientes bajo 60 años, pues son el grupo etario que está recién empezando a entrar al plan de vacunación, también quienes tienen menos de 50. El fenómeno que estamos viendo es que ingresan a la UCI cuadros bastante agravados. Hay patologías y comorbilidades que han incidido en eso: sobrepeso y obesidad, diabetes e hipertensión, que muchas veces van de la mano, son lo más frecuente”.
Así, para comenzar a notar el efecto de la vacunación, el exsubsecretario plantea que “hay que esperar unas dos o tres semanas, aún nos quedan cerca de 60 días de ‘pandemia activa’, esto significa un período de mucha presión asistencial. En paralelo, nosotros estamos presionando para hacer crecer las camas críticas del país, principalmente en La Araucanía, Valparaíso y la Región Metropolitana”.
Darwin Acuña, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, también coincide. “Tenemos cada vez más pacientes jóvenes que están ocupando nuestras camas y evidentemente esta situación y este proceso de reconversión de camas tiene un límite. Tememos que no podamos atender a todos los pacientes. Hacemos un llamado a las autoridades y a la población a que mantengan la conciencia de esta enfermedad y se cuiden”, dice.
Suspensión de cirugías
Si bien en el decreto de reconversión de camas se dejó fuera la posibilidad de la suspensión general de las cirugías electivas, y se dispuso que este tipo de acciones quedara a consideración de cada prestador de salud, con el aumento de casos y la mayor presión asistencial, la medida -según comentan en privado desde Salud- se ha vuelto a evaluar durante esta semana.
Y es que durante la jornada de ayer se llegó a la mayor ocupación de camas UCI -en total, considerando patologías Covid y no Covid- desde el 3 de julio pasado, cuando se registró una ocupación total de 2.846 camas críticas, cifra superada ayer por una ocupación de 2.851 cupos UCI.
La medida sería revaluada hoy, en la reunión de emergencia por Covid-19 en La Moneda, que se realiza todos los jueves antes de la vocería Covid-19, pues se espera que ello sea definido por el Presidente Piñera.
El jefe de la Unidad de Paciente Crítico de Clínica Indisa, Sebastián Ugarte, una de las instituciones que contaron con el mayor número de camas en el sector privado durante la primera ola, explica que “en el caso de Indisa, se nos planteó llegar a 85% de las camas habilitadas para el peak durante esta semana, y ya estamos al día de hoy llegando al 84%, cerca de la meta”.
Sobre la suspensión de cirugías, si bien en el recinto de salud “ya se está haciendo una suspensión de una serie de cirugías electivas, lo que ha ido disminuyendo la actividad, esto tiene un doble efecto: el problema es que si suspendemos las cirugías electivas por completo, es difícil establecer el límite en que esto empieza a provocar más daño que beneficios por lo que vimos el 2020, donde una serie de pacientes tuvo que esperar por resolver su problema de salud y eso terminó aumentando la gravedad de los cuadros e incluso provocando mayor mortalidad por causas no relacionadas al Covid-19″.