El plan paso a paso sufrió esta semana su mayor marcha atrás desde que comenzó su implementación. Justo en momentos en que se afinaban protocolos y flexibilizaban medidas para que distintas actividades pudieran funcionar, la realidad del Covid 19 y su expansión en el país dejó en pausa todos esos avances.
Si bien ya con las comunas que entraron el jueves en cuarentena la actividad de marzo y abril estaba afectada, ahora ese efecto se amplifica aún más con los nuevos confinamientos que se extendieron a toda la Región Metropolitana, sumando a Alhue, Colina, Conchalí, Huechuraba. Lampa, Las Condes, Lo Barnechea, Paine, Providencia, Quilicura, Recoleta, San José de Maipo, Tiltil y Vitacura toda la Región Metropolitana. Esto, además de otras 17 comunas a nivel nacional. Así, desde el sábado, más de 16 millones de personas en todo Chile estarán afectadas por la medida.
El efecto en la actividad
La paralización de la actividad y el cierre total de las comunas tienen un impacto directo en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional. De acuerdo a cálculos de Clapes-UC, el 83,1% del PIB estará bajo cuarentena a partir del sábado 25 de marzo. El confinamiento se traspasa directamente al principal indicador que mide la evolución de la actividad: el Imacec.
Para marzo, el consenso de los economistas indica que el Imacec, si bien afectado, se todos modos se mantendrá en terreno positivo, puesto que el impacto de la extensión de la medida anunciada este jueves es casi nulo, considerando que estará en curso sólo dos días hábiles del mes. Por esta razón, las expectativas se ubican entre 0,5% y 5%.
Donde sí se esperan mayores ajustes es en abril. Originalmente se esperaba que ese mes fuera el inicio de la recuperación, con un fuerte rebote, considerando que en abril de 2020 la economía tuvo el primer impacto de la crisis y se contrajo 13,8%. Pero ahora, producto del regreso a las cuarentenas, esa expansividad se comenzó a moderar.
Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, sostiene que “es posible que las cuarentenas sean masivas por las próximas dos semanas. Eso significa que el Imacec de abril podría aumentar entre 9% y 10%, muy ayudado por la base de comparación, dado que cayó 13,8% en abril de 2020”. Antes estimaba una expansión de entre 11,5% y 12%.
Mientras que Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica, ajustó su previsión desde 15,5% a 11% por efecto del confinamiento, que en su escenario base espera que se extienda “no más allá de 3 a 4 semanas”. Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo, recortó también a la baja su proyección de abril. Si antes estaba en una cifra de dos dígitos: 10,3%, ahora la sitúa entre 7,9% y 5,3%.
Valentina Cortés, economista de Clapes UC, afirma que “en abril el resultado puede ser muy positivo, dada la baja base de comparación que vamos a tener, pero qué tan alto sea dependerá de la velocidad con la que se levanten las medidas”. Pavel Castillo, gerente comercial de Corpa moderó levemente su previsión, de 12,5% a 11%. “Con una economía más adaptada a los confinamientos y pensando que al menos las dos primeras semanas de abril continuarán las cuarentenas, esperamos que el crecimiento de abril esté cercano al 11%, aunque las proyecciones son especialmente complejas en estos meses”, sostiene.
¿Y el año?
Pese a estos ajustes, las perspectivas para el crecimiento del PIB del año se mantienen entre el 5% y 7%. Esto, porque los economistas afirman que aún existe mucha incertidumbre. Por un lado, sobre el período en que se extenderán las medidas de confinamiento, y por otro, por el avance de la vacunación y la expectativa de que en junio el 80% de la población esté con las dos dosis, lo que permitiría abrir la economía. Por ello, prefieren mantenerse cautos y esperar.
Carolina Grünwald, economista jefe de Banchile, comenta que estas medidas las tenían incorporadas en su escenario como una probabilidad, y por ello su proyección es de 6% para el 2021. “Esperamos que el impacto por los cierres sea menor, dado que la economía ha sabido adaptarse a trabajar en modo cuarentena”. Sin embargo, precisa que “la duda recae en la proporción de la actividad que no puede realizarse de manera remota, lo que impacta a un 63% de la fuerza laboral. Esto finalmente podría acentuar más las características heterogéneas entre sectores de esta crisis”.
Dentro de su análisis, Cortés menciona que “si bien el primer trimestre de este año va a ser complejo, nos mantenemos en nuestra proyección de crecimiento entre 6% y 7% para este año”. Ello, porque en su escenario base tienen “una serie de elementos que nos permiten pensar que la economía puede crecer a estas tasas: el proceso de vacunación, un escenario externo favorable y políticas de estimulo fiscal y monetaria que se mantendrán durante el año”.