La crisis sanitaria golpeó por todos los frentes, tanto en Chile como en el resto del mundo. Impactó la economía, el empleo, las costumbres diarias y cambió algunas prioridades. Todo esto también afectó la demanda por ciertos productos (y la oferta de otros), lo que se refleja en las principales variaciones de precios que dan cuenta de estos cambios.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el IPC experimentó una variación de 0,4% en marzo, por el impulso de la educación y transporte, parcialmente compensada por la baja de alimentos y bebidas no alcohólicas. La cifra se ubica ligeramente por debajo de la media de las proyecciones que esperaba un alza de 0,5% para marzo. Con este resultado, la inflación acumulada en doce meses llega a 2,9%, pero algunos productos se han disparado en sus precios.

Según los datos del IPC, el bien que más subió de precio en el primer año de la pandemia, es decir, entre marzo de 2020 y marzo de 2021, son las impresoras, con un alza de 50,9%, lo que se condice con el auge obligado del teletrabajo y de la educación remota. Entre los 20 productos con mayores incrementos en los últimos doce meses, además de algunos alimentos como pimentones, naranjas, peras y paltas, aparecen también joyas, con un incremento de 35,5%, y zapatillas, tanto para mujer (29,6%) como infantiles (23,3%).

Asimismo, dados los problemas de producción automotriz en algunos países, las dificultades de transporte y descarga, y también el aumento de la demanda por automóviles nuevos, especialmente luego de los dos retiros de los fondos previsionales, las alternativas se beneficiaron. De esta forma, el precio de los autos usados también aumentó con fuerza, subiendo 21,2% en un año (mientras los nuevos lo hicieron en 6,8%). Otro medio de transporte que también aumentó su valor fueron las bicicletas, con un alza de 18,4%.

En la otra cara de la moneda, entre los productos que más bajaron de precio en estos 12 meses están las camisas, blusas y poleras infantiles (-17,4%), los celulares (-14,4%), y también los servicios de alojamiento turístico (-11,8%). Estos últimos, fuertemente impactados por las restricciones de movilidad y funcionamiento.

Quintiles

De acuerdo al INE, el precio de los alimentos registró una baja mensual de 0,4% en marzo. Este es el segundo retroceso consecutivo de esta división, la que más estuvo subiendo desde la crisis social y que luego se aceleró con la crisis sanitaria. De hecho, a pesar de las retrocesos mes contra mes, el alza en un año llega a 5,2%, la mayor de las 12 divisiones que componen el IPC.

La reciente contención en los precios de los alimentos genera buenas noticias para el segmento más vulnerable del país. Esto, porque en el primer quintil -el 20% de la población de menores ingresos- la importancia de esta división llega a 28,9%, según la última Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), mientras que en el IPC general es de 19,3%. Eso hace que los cambios en los precios de los alimentos tengan un impacto más relevante en este grupo de personas.

De esta forma, la inflación para el primer quintil -calculada por Pulso en base a la EPF- llegó en marzo a 3,1% en 12 meses, dos décimas porcentuales por sobre el IPC general (2,9%). Esta es la menor brecha entre ambos indicadores desde febrero de 2020. Asimismo, la brecha entre el primer quintil y el quinto -el 20% de mayores ingresos- llegó a 0,4 pp, la más pequeña desde marzo del año pasado.

Según el INE, Alimentos y bebidas no alcohólicas registró descensos mensuales en nueve de sus once clases. La más importante, indicó, fue aguas minerales, refrescos, gaseosas y jugos de fruta (-1,2%), seguida de frutas (-1,5%). De los 76 productos que componen la división, 46 mostraron bajas en sus precios, destacando carne de pollo (-2,7%) y bebida gaseosa (-1,8%).

Por otro lado, dos de las divisiones que mostraron mayores alzas mensuales fueron Educación (2,7%) y Transporte (0,9%), cuya importancia en el IPC general es mayor que en el primer quintil.