Índice muestra que quiebras de empresas están en su menor nivel en relación a las nuevas firmas creadas
García Nadal & Cía realizó un análisis comparando el número de compañías que se crean en el país versus el número de empresas en insolvencia ya sea en reorganización o liquidación de activos generando un indicador que sirve de termómetro para medir la temperatura de la economía. Así, al medir ambas variables, el nivel llega a 0,72%, su menor cifra de la serie que parte en 2018.
Cuando comenzó la crisis económica provocada por el Covid 19 se empezaron a anticipar los efectos que podría provocar en las distintas variables como el PIB, el empleo, pero también en quiebras de empresas. Sin embargo, con el correr de los meses esta última advertencia no se ha concretado. Incluso ha pasado todo lo contrario. En julio tuvieron una baja de 25%, su mayor caída en doce meses desde noviembre del año pasado con solo 105 solicitudes.
Pero para tener una medición más completa de la situación de quiebras de empresas, el estudio de abogados García Nadal & Cía. realizó un análisis comparando el número de empresas que se crean en el país en base a información del Ministerio de Economía versus el número de empresas en insolvencia ya sea reorganización o liquidación de activos que entrega la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, generando un indicador que sirve de termómetro para medir la temperatura de la economía.
Así, al medir ambas variables, el número de empresas en procesos de quiebra representa un 0,72% del total de compañías creadas durante junio de 2021, alcanzando su menor nivel desde que existe registro que es enero 2018. El índice está hasta junio porque todavía no hay cifras disponibles de creación de empresas de julio. En ese mes, 123 empresas iniciaron proceso de liqudación y tres un proceso de reorganización, mientras que se crearon 17.618 empresas.
De acuerdo al análisis realizado por Esteban García Nadal, socio del estudio de abogados García Nadal & Cía, la principal razón que lleva al indicador a estar en su nivel más bajo desde que existe registro “es el alto nivel de liquidez, tanto por las ayudas estatales como por los retiros extraordinarios de 10% de AFP, además de las medidas que ha tomado la banca tradicional como la postergación en el pago de créditos o la creación de los préstamos con garantía Fogape. Estas acciones, que no habíamos visto en esta magnitud en crisis pasadas, permitió que muchas empresas especialmente pymes puedan mantener sus negocios pese a las restricciones derivadas de la pandemia y aprovechar el actual boom de consumo, manteniendo los procesos de reorganización y liquidación en niveles mínimos”.
El informe señala que como antecedente, durante el primer semestre de 2021, se registran 845 empresas en procesos de reorganización de deuda o liquidación de activos, cifra inferior a la registrada en igual periodo de 2020 (871). Y en julio de 2021 continuó la tendencia a la baja ya que no se registró ninguna reorganización y sólo 105 procedimientos de liquidación de activos, la menor cifra mensual desde noviembre de 2018.
A este factor de menores quiebras, García afirma que “se suma un incremento en el número de creación de empresas, tendencia que comenzó en mayo de 2020 en línea con alza en las tasas de desempleo, lo que llevó a que muchas personas crearan sus propios negocios, especialmente en los últimos meses de 2021”.
Tomás Flores, economista de LyD comenta que “es beneficioso tener nuevos indicadores sobre la dinámica de creación y destrucción de empresas para el adecuado entendimiento del ciclo económico”. No obstante, agrega que “hay varios emprendimientos que cierran sin pasar por el proceso de reorganización o liquidación, ya que los socios pagan todas las deudas y cierran la empresa. Para ello, sería muy importante que el SII informe la cantidad de empresas sin movimiento en los últimos 12 y 24 meses”.
Perspectivas 2022
Si bien este año las quiebras se han mantenido contenidas por las medidas anteriormente mencionadas, todas ellas son temporales y han entregado cierto oxígeno para que las empresas vuelvan a retomar sus actividades. No obstante, García acota que “en la medida que los estímulos fiscales se vayan retirando y el consumo empiece a desacelerarse, proyectamos un aumento en el número de empresas en insolvencia, especialmente pymes, durante el próximo año, lo que impulsaría al alza el índice”.
Flores subraya que “al cesar las transferencias fiscales, el boom de consumo quedará atrás y las empresas deberán enfrentar un 2022 con un crecimiento en torno al 2%, lo que probablemente empeore este indicador, al haber menos emprendimiento y más quiebras”.
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