La inflación del primer mes del año sorprendió al alza. Es que el 0,7% que anotó el IPC de enero no estaba en el escenario de ningún economista. De hecho, la inflación de enero es la más alta para enero desde 1998 y se reafirma la perspectiva alcista que tiene el mercado para el primer trimestre.
Para este mes, el mercado poco a poco fue subiendo su previsión siendo la más actual la de Bloomberg de 0,5%, pero algunos esperaban un 0,3%.
¿Pero qué fue lo que sorprendió? En primer lugar alimentos. Si bien los expertos esperaban mayores precios de este ítem, el avance de 7,8% fue mayor al proyectado y muestra la tercera alza consecutiva lo que refleja una creciente presión alcista.
De acuerdo al INE, esta división anotó aumentos mensuales en ocho de sus once clases. La más importante fue hortalizas, legumbres y tubérculos (5,2%) que incidió 0,142pp., mientras que frutas (2,6%) contribuyó con 0,031pp. De los 76 productos que componen la división, 47 presentaron alzas en sus precios, siendo el más relevante limón (54,3%), con una incidencia de 0,056pp., seguido de papa (9,0%), con 0,032pp. Los restantes productos con incidencias positivas acumularon 0,251pp.
Martina Ogaz, economista de EuroAmerica sostiene que “hay dos razones principales. Una es la sequía a nivel local, lo que ha impactado en la producción y en los precio y donde no ha primado la estacionalidad de verano donde generalmente se ven bajas en precio de frutas y verduras de estación. En segundo lugar, se encuentra el alza de los precio internacionales de alimentos medido por la FAO donde se han visto alzas en todos los subindicadores que componen ese índice, destacando carnes y cereales”.
Mientras que Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital añade que “el alza de los precios de alimentos fue muy alta y la moderación que lo que esperamos del shock de precio de alimentos se va a posponer: Además, la recuperación de la economía se está reflejando en la inflación subyacente, que también fue alta (0,5%)”.
Aunque la división alimentos fue la que más incidió, el producto que más presionó al alza viene de otra división: Transporte: la gasolina subió 2,8%, aportando 0,068pp. a la variación del indicador general.
Vivienda y servicios básicos fue la tercera división que más aporte en el registro. Según el INE avanzó 0,8% en el mes y 2,2% en doce meses.
Otro producto que tuvo un comportamiento mayor al esperado fue automóvil nuevo. Ogaz explica que subió más de lo esperado y esto se debe a la mayor demanda a nivel local luego del retiro de fondos de las AFP y la menor oferta por la reducción de inventarios”.
Con esta alza de 0,7% la Unidad de Fomento (UF) subirá $204, llegando a $29.353 al 9 de marzo.
Lo que viene.
Para febrero y marzo, el mercado espera nuevos registros altos. Las expectativas fluctúan entre 0,3% a 0,4% y de 0,4% a 0,5% respectivamente. De concretarse esta estimación el primer trimestre del año acumularía un alza de entre 1,4% y 1,6%. Este último dato sería el más alto desde 2003.
No obstante, los economistas anticipan que para el año en su conjunto la desaceleración de la economía hará que los precios disminuyan hacia el segundo semestre. En Santander indican que “pese al alto registro de este mes, estimamos que este aumento de la inflación es de carácter transitorio, debido principalmente a los shocks de liquidez. En la medida en que estos se vayan diluyendo predominará el efecto de las amplias brechas de capacidad en la economía, lo que restará presiones inflacionarias en el mediano plazo”.
Desde Bice sostienen que “en el corto plazo, en general se mantendrían los factores que han producido una mayor presión en los precios, pero la brecha de actividad y un mercado laboral que tardaría en recuperarse atenuaría las presiones en el mediano plazo.
Debido al carácter transitorio, los expertos coinciden en que el Banco Central no debe innovar en su política monetaria expansiva.