Según la prensa estadounidense, se esperaba que este jueves la Casa Blanca liberara un informe que afirma que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, aprobó y probablemente ordenó el asesinato del periodista saudita disidente Jamal Khashoggi, quien murió a manos de un equipo de agentes de inteligencia cercanos a Bin Salman el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudita de Estambul, en Turquía, según sostienen cuatro fuentes citadas por Reuters.

Khashoggi, que tenía 59 años cuando fue asesinado, era un ciudadano saudita radicado en Estados Unidos que trabajaba como columnista en el diario The Washington Post. El periodista -que trabajó en las embajadas de su país en Londres y Washington y que además era muy conocido y apreciado por sus colegas y diplomáticos-, constantemente criticaba las políticas implementadas por el príncipe heredero. El día de su muerte se dirigió al consulado en Estambul a buscar unos documentos, pues tenía planes para casarse con su novia la jornada siguiente. Sin embargo, una vez que entró no volvió a salir. Su cuerpo aún está desaparecido.

En un comienzo, Riad negó el asesinato. Sin embargo, terminó declarando que Khashoggi fue ejecutado por accidente cuando el equipo intentó extraditarlo a la fuerza. En ese tiempo afirmaron que actuaron de manera independiente, sin instrucciones del príncipe heredero.

Por este acto, de los ocho hombres que fueron condenados, cinco recibieron pena de muerte, la que fue conmutada a 20 años de cárcel luego de que supuestamente los familiares de Khashoggi los perdonaran.

Tensión diplomática entre Washington y Riad

El documento que se esperaba fuera liberado este jueves, y del que la CIA fue el principal contribuyente, marca un nuevo capítulo en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita y significa una ruptura definitiva con la política que el expresidente Donald Trump mantenía con el país de Medio Oriente y aliado tradicional de Washington, según señalan los analistas.

En medio de las tensiones entre Irán -principal enemigo de Arabia Saudita en la región- y Estados Unidos, y a pesar de que en 2018 la CIA presentara a la Casa Blanca una evaluación de lo sucedido, la administración de Trump decidió ignorar el documento sobre el asesinato de Khashoggi y perseverar en la cooperación entre ambos países para promover la venta de armas estadounidenses al reino saudita, desafiando al Congreso norteamericano.

Además, el expresidente se mostró cercano a Mohammed bin Salman. “Le salvé el trasero”, se jactó Trump en 2019 en una entrevista con el periodista Bob Woodward .”Logré que el Congreso lo dejara en paz. Logré que se detuvieran”, siguió. Además, confesó que le creía al heredero cuando decía que él no había estado detrás de la muerte de Khashoggi.

“La intención del presidente (Joe Biden), como es la intención de este gobierno, es recalibrar nuestro compromiso con Arabia Saudita”, dijo este miércoles la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. Durante su campaña electoral, el demócrata se comprometió a revaluar los lazos entre Estados Unidos y el país árabe.

La liberación de este documento de inteligencia sobre la muerte de Khashoggi sería una de las acciones que el Presidente ha realizado para cumplir esa promesa. Desde que asumió, Biden restó el apoyo estadounidense a la guerra civil en Yemen, donde Arabia Saudita lidera la intervención combatiendo a los rebeldes hutíes. Concretamente, el inquilino de la Casa Blanca terminó con la venta de armas a Riad y nombró a un enviado especial para promover la salida diplomática al conflicto, que data de marzo de 2015.

El miércoles, Biden también afirmó que esperaba hablar pronto por teléfono con el rey Salman de Arabia Saudita, padre de Mohammed bin Salman, lo que finalmente se concretó este jueves, según informó la Casa Blanca, antes de la liberación del informe.

Durante la conversación telefónica, Biden recalcó el compromiso para “ayudar a Arabia Saudita a defender su territorio frente a los ataques de grupos aliados con Irán”, pero también acentuó la “importancia que da Estados Unidos a los derechos humanos y al Estado de derecho”, informó Washington.

Aviones del príncipe heredero

Por otro lado, un informe secreto reveló que los asesinos de Khashoggi abandonaron Turquía tras el acto en dos aviones privados pertenecientes a una empresa en poder de Mohammed bin Salman, informó CNN. La empresa había sido confiscada por el príncipe heredero menos de un año antes del asesinato.

Los documentos, que provienen de una demanda en tribunales canadienses, serían otra prueba de que el príncipe heredero de Arabia Saudita sabía del asesinato del periodista. Están firmados por un ministro saudita y etiquetados como “top secret”.

“Es solo más evidencia potencial de que él estaba al tanto de esto. Cuál ha sido siempre la disputa. Esto es solo una prueba más de eso”, dijo a CNN Dan Hoffman, exdirector de la División de Medio Oriente de la CIA.

Tras la muerte de Khashoggi, la ONU señaló en un informe que los asesinos de Khashoggi escaparon de Turquía en dos aviones: el primero voló sobre El Cairo y el segundo sobre Dubái, los dos con destino a Riad, capital de Arabia Saudita.