Ipom: Banco Central ve menos crecimiento para 2023, recorta proyección de inflación y refuerza mensaje de pronto inicio de bajas de la TPM
En el Informe de Política Monetaria de junio el ente rector ajustó su proyección de crecimiento pasando de un rango entre -0,5% y 0,5% a uno entre -0,5% y 0,25%. Mientras que para la inflación pasó de 4,6% a 4,2%. Sobre la política monetaria, la señal que entregó el Banco Central es que fluctuará entre 7,75% y 9,5% hacia fines de año.
El Banco Central entregó un nuevo diagnóstico de cómo está el escenario económico para Chile. En su segundo Informe de Política Monetaria (Ipom) correspondiente a junio, el ente rector detalló cómo espera que evolucione la actividad, la inflación y la trayectoria para la tasa de interés.
En concreto y al contrario de lo que esperaba el mercado, el ente rector ajustó su proyección de crecimiento en la parte alta del rango fijado en marzo, pasando de -0,5% a 0,5% a uno entre -0,5% y 0,25%. “Las proyecciones de actividad muestran cambios menores, principalmente asociados al desempeño de la minería”, señala el informe.
De acuerdo al Banco Central, la proyección sigue contemplando un ajuste del gasto concentrado en su componente importado, en especial en el consumo. “Se prevé que durante este año el consumo privado continuará reduciéndose, con una caída de 4,9% en 2023 (-3,8% en marzo)”.
No obstante, mencionan que “en adelante, la velocidad de ajuste de esta parte del gasto se anticipa menor que la del primer trimestre”. Y menciona que “la trayectoria prevista para el consumo considera que el desempeño del mercado laboral será coherente con la evolución del ciclo económico, lo que incluye el deterioro de las perspectivas de contratación y un repunte paulatino de la participación laboral”. También toma en cuenta el pesimismo de los consumidores, condiciones de acceso al crédito más estrictas y el aumento de la carga financiera. Para el próximo año, en tanto, la mejoró desde el rango 1% y 2% a uno entre 1,25% a 2,25%.
El ente rector destaca que la reducción del consumo es coherente con una recomposición del ahorro de los hogares, tras su uso masivo en años previos, lo que es un factor clave en la caída del déficit de la cuenta corriente. “El ahorro privado ya mostró una recuperación en el primer trimestre del año. En lo que viene, su nivel se ubicará por sobre los de los años inmediatamente anteriores. El ahorro público se mantendrá en niveles en torno a 2% del PIB durante el horizonte de proyección, en línea con el cumplimiento de la meta de balance estructural”, puntualizó.
En ese sentido, se estima que el déficit de la cuenta corriente cerrará este año en 3,7% del PIB, para ubicarse en torno a 4% en 2024 y 2025. En el escenario central, la inversión mantendrá un bajo desempeño. “Esta proyección sigue incorporando un escenario externo complejo, con elevada incertidumbre y condiciones financieras que continuarán restrictivas”.
Destaca que la información de los catastros también muestra bajos niveles de inversión para los trimestres venideros y las expectativas de los empresarios siguen en terreno pesimista, en particular las de la construcción.
En el plano externo, pese a que en el primer trimestre China se expandió más que lo previsto y los mercados laborales en los países desarrollados se mantuvieron dinámicos, las perspectivas de crecimiento global persisten bajas.
Asimismo, en el informe del BC se sostiene que “el problema inflacionario sigue vigente, principalmente por los altos registros que mantienen los componentes subyacentes en gran parte del mundo. En las economías desarrolladas, aunque varios bancos centrales estarían próximos a finalizar sus ciclos de alzas de tasas, las expectativas del mercado sugieren una contracción monetaria más prolongada que lo esperado en marzo”.
Esto para el BC “es particularmente notorio en Estados Unidos, donde ha sorprendido el dinamismo del mercado del trabajo y del consumo. En la Eurozona, los datos más recientes dan cuenta de la debilidad de esta economía, pero las autoridades monetarias continúan señalizando futuras alzas”.
Inflación a la baja
En el informe de junio, el Central recortó las proyecciones de inflación total desde 4,6% a 4,2% para este año, mientras que la inflación subyacente pasó de 6,9% a 6,5%. Para 2024, la previsión pasó 3% a 2,9%.
“La inflación subyacente se reducirá de manera más evidente hacia fines de 2023 e inicios de 2024, similar a lo que se había anticipado en el Ipom de marzo. Las proyecciones reiteran que, en el corto plazo, la inflación de servicios mantendrá variaciones mensuales por sobre sus promedios históricos”, sostiene el documento.
En ese sentido, menciona que “esto incorpora las mayores rigideces que normalmente presentan estos precios y el impacto de la aún elevada inflación en los mecanismos habituales de reajuste”.
En cuanto a la inflación de bienes, el BC dice que “se verá beneficiada por una trayectoria del tipo de cambio real (TCR) por debajo de la prevista en marzo. Lo anterior es coherente con la apreciación nominal del peso en los últimos meses, en un contexto en que la incertidumbre local ha disminuido. Hacia adelante se sigue considerando el efecto de condiciones financieras externas estrechas”.
Costa añadió que “la inflación ha descendido a 8,7%, con un aporte significativo de los precios volátiles. La inflación subyacente se ubica en 9,9% anual, con una reducción más lenta y acotada que el IPC total. Es así como, considerando el avance de la economía y, de mantenerse estas condiciones, el Consejo del Banco Central anunció que prontamente comenzaremos un proceso de reducción de la TPM”, aunque recalcó que “la inflación continúa excesivamente alta y muy por sobre la meta de 3%”.
Así, sostuvo que “es importante reiterar que seguimos proyectando que la convergencia requiere que la economía tenga brechas negativas por unos trimestres, pues ello es necesario para que sigan disipándose los efectos de los desequilibrios macroeconómicos de años previos. Debemos tener presente que este no es un proceso simple, ni tampoco está exento de riesgos. El camino para que la inflación llegue a 3% aún es largo y debemos recorrerlo analizando cuidadosamente cada pieza de información que recibamos”.
“Pese a que las condiciones van evolucionando favorablemente, no podemos cantar victoria anticipadamente. Muy por el contrario, debemos redoblar nuestros esfuerzos y estar muy atentos a cómo se desarrolle la economía y sus implicancias para la inflación”, enfatizó la presidente del BC.
Tasa de interés
Con respecto a la Tasa de Política Monetaria, el BC sostuvo que “se ha mantenido contractiva por varios trimestres, lo que ha contribuido de forma relevante a la baja de la inflación. En ese contexto, añadió que “si bien los riesgos en torno a esta persisten, se han ido equilibrando. El Consejo estima que la evolución más reciente de la economía apunta en la dirección requerida”.
De mantenerse estas tendencias, anticipan que “la TPM iniciará un proceso de reducción en el corto plazo. Su magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación”.
En mercado ve que en julio el Banco Central comenzará a bajar la tasa de interés y lo haría entre 50 a 100 puntos base.
Luego, en conferencia de prensa, Costa explicó que “para el cierre de este año, el corredor tiene una banda va entre 7,75% y 9,5%. En ese rango, dependiendo de los escenarios de sensibilidad, si se mantienen las condiciones, ese es el rango dentro del cual puede cerrar la tasa a fin de año”.
Ahora bien, en cuento al ciclo de baja de tasas, la magnitud y el tiempo “dependerá del análisis de las variables de cómo se van dando estas condiciones, si se mantiene o no, si la sensibilidad o los riesgos nos movilizan en una dirección u otra”.
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