La profesora de educación general básica Jocelyn Ormeño (45) es uno de los seis escaños que consiguió el Partido Socialista (PS) para integrar el futuro Consejo Constitucional. Se define como una “mujer de izquierda” que ha estado ligada a gremio de los profesores.
La representante de Arica y Parinacota es profesora de un segundo básico en la Escuela República de Israel. Lleva 16 años trabajando en ese establecimiento escolar. En esta entrevista, aborda los desafíos de integrar un órgano redactor que será controlado por la derecha y proyecta el rol que deberá asumir el PS.
¿A qué cree que se debe el gran éxito electoral del Partido Republicano?
Aquí hubo un voto muy importante que fue nulo, de personas que están propiciando al rechazo de este proceso y que es señal de un profundo descontento. La extrema derecha, en este caso el Partido Republicano, ha hecho muy bien el trabajo, de manera muy sistemática en su discurso, de instalar el tema de la inseguridad y hacer que todo gire en relación a la delincuencia. Han sido muy reiterativos con eso, lo cual se ha visto reflejado a nivel de medios de comunicación. Eso genera un cierto discurso de terror y del miedo, que es una cancha en que ellos juegan mucho mejor porque la gente percibe que su discurso sobre eso es el más adecuado y tienen que ganar.
¿Por qué la oferta de ellos en materia de seguridad es más atractiva que la de ustedes? ¿Qué autocrítica hace?
La crítica que le hago a mi sector tiene que ver con la unidad. La izquierda es mucho más amplia que el pacto Unidad para Chile. Durante mucho tiempo hemos pasado tiempo reflexionando sobre nuestro rendimiento electoral, pero nos hemos quedado ahí, solo en el análisis y no hemos sabido ver bien la estrategia para convocar a la ciudadanía. La principal autocrítica es que la desunión y la falta de diálogo nos juega en contra.
El PS sacó seis escaños. Fue el partido de Unidad para Chile que logró más bancas. ¿A qué se debe eso?
Porque nuestra mirada es más social y democrática del país. Más que eso, el resultado es reflejo de la convicción, eso fue lo que primó en el partido. Esta convicción de trabajar por un Chile más justo, más democrático, más igualitario, un Chile con un Estado social y democrático de derecho que lo pudimos hacer carne y la ciudadanía así lo sintió.
¿Cuál será el rol del PS en el Consejo Constitucional?
La mirada socialista se tiene que notar en el Consejo Constitucional. Yo soy una mujer de izquierda y creo que el rol que debemos cumplir debe estar direccionado al diálogo y a la conversación para buscar la unidad de este Consejo para la mejora de nuestro país. Ese será mi rol y el rol del Partido Socialista. Tenemos que avanzar y lograr instalar el Estado social y democrático de derecho y para eso tenemos que buscar los puntos en que podremos converger.
¿Esa unidad es posible con una mayoría del Partido Republicano?
No me quiero predisponer. No todas las personas del Partido Republicano son personas intransigentes como se ve en los medios de comunicación o las redes sociales. Sin duda algunas tienen posiciones radicales respecto de algunos temas y son mucho más conservadores, lo cual se contrapone con la mirada socialista que tenemos nosotros. Confío en que se impondrán los republicanos que quieren el diálogo y la unidad. Pensar que todos son intransigentes es una caricatura que no sirve.
El diputado republicano Kaiser puso en duda el respeto a la base institucional del Estado social. ¿Cree que con una mayoría republicana el Estado social está en riesgo?
Republicanos no se tiene que perder. La ultraderecha no se tiene que olvidar que ahora las miradas van a estar puestas sobre ellos. Son mayoría, por ellos van a pasar las decisiones. Aquí no se trata solo de los ideales de un partido político o una línea ideológica, sino que se trata de converger con todos y con todas, porque Chile es un país diverso. Sería un buen mensaje a la sociedad que actúen de la mejor manera buscando la unidad y el diálogo para avanzar en lo que más se pueda en un Estado social y democrático de derecho.
Al ser minoría, ¿cómo toma la mirada pesimista que incluso llama a rechazar el proceso? ¿Hay espacio para que el proceso no fracase?
Yo quiero y espero que esto termine de forma exitosa, y para eso todas y todos debemos estar a la altura del Consejo y del mandato que nos entrega la ciudadanía. Debemos ser mucho más cuidadosos. Es efectivo que ya se han levantado sectores que, sin saber lo que hay, llaman al rechazo. Esa no es la mejor actitud. Hay que informar a la gente. Si se llama a rechazar, se propicia la desinformación. Yo soy profesora, por eso soy optimista de que las cosas resultarán de la mejor manera.
¿Qué rol debiera cumplir el gobierno en este proceso constitucional?
En el proceso constitucional anterior el gobierno tuvo una participación muy activa, porque es un gobierno que promueve el Estado social. Ahora, en el proceso actual, tomó distancia. Creo que el gobierno debe tener la presencia que se requiera, pero sin intervenir mucho. Su rol debe ser informativo, pero sin involucrarse como lo hizo en el primer proceso.
¿Sabiendo que no tiene los votos, insistirá en ideas como la paridad o los escaños reservados indígenas?
Sí, vale la pena seguir promoviendo esas ideas. Para Arica y Parinacota el tema indígena es muy potente porque tenemos varias comunidades. Para eso debemos dialogar y conversar. Hay que reconocer al Estado como un lugar en el que existe diversidad cultural y que tienen derechos. Sin duda lo pondremos sobre la mesa y llegaremos a acuerdo.