“Quiero que toda Europa sepa que Estados Unidos está de regreso”, había proclamado al arrancar su primera gira al extranjero. Un día después de que lograra que la cumbre del G7 en Inglaterra criticara la situación de los derechos humanos en la región de Xinjiang y Hong Kong, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirigió hasta Bruselas donde tuvo un encuentro este lunes con los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para analizar los desafíos para la seguridad aliada que supone Rusia pero también China, así como la retirada de Afganistán y una nueva agenda para que la Alianza Atlántica sea más competitiva de cara a 2030.
Previo a la cumbre se reunió con el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg. “Rusia no está actuando de manera coherente con lo que estábamos esperando, ni China tampoco”, consideró el Mandatario estadounidense en la cita.
Sin embargo, Stoltenberg señaló que “no entramos en una nueva guerra fría y China no es nuestro adversario, nuestro enemigo, pero debemos abordar como alianza los retos que supone China para nuestra seguridad”. “El mensaje es que hay oportunidades en nuestra relación con China”, advirtió el secretario general de la OTAN, quien destacó la necesidad de colaborar con el gigante asiático en asuntos como el control de armas o el cambio climático.
En su declaración, los líderes de la Alianza Atlántica también reafirmaron que la retirada de sus tropas de Afganistán después de dos décadas “no significa el fin” de su relación con ese país. Aunque la OTAN retirará este año todas sus tropas de Afganistán, apuntaron que mantendrán una Oficina de Representación Civil en Kabul, y además indicaron que aportarán “fondos transitorios para garantizar el funcionamiento del aeropuerto internacional Hamid Karzai”, en la capital afgana.
Con relación a Rusia, los aliados expresaron que el fortalecimiento de su capacidad militar y actividades provocadoras en las fronteras de la alianza militar “cada vez más amenazan la seguridad del área euro-atlántica”. “Hasta que Rusia demuestre respeto por la ley internacional y sus obligaciones y compromisos internacionales, no podrá haber un retorno a la normalidad”, agregaron.
Estas declaraciones de la Alianza ocurren dos días antes de que Biden se reúna en Ginebra con el Presidente ruso, Vladimir Putin, a quien calificó de ser “un asesino” en marzo pasado. Además, ha dicho que algunas de las actividades de Rusia contradicen las normas internacionales. Washington sostiene que autoridades rusas o grupos de piratas informáticos de ese país estaban detrás de los recientes ataques cibernéticos contra empresas que trabajan en Estados Unidos.
Según el diario The New York Times, a algunos países de la OTAN les preocupa que el Mandatario estadounidense parezca estar recompensando a su par ruso al reunirse con él en Ginebra. Los escépticos dicen que Biden, con la mirada puesta de lleno en los desafíos planteados por el ascenso de China, puede estar “caminando dormido” hacia un acercamiento imprudente con un poder que muchos líderes europeos ven como su principal amenaza.
El periódico indica que a miembros de la OTAN de Europa Central y Oriental, así como a Alemania, les preocupa que una nueva concentración en China desvíe la atención y los recursos de la Alianza del problema más cercano a casa. Rusia invadió Ucrania y colocó miles de tropas en sus fronteras. Ha envenenado y encarcelado a disidentes en casa, y en el extranjero ha hackeado a gobiernos y empresas occidentales y ha apuntalado a la Bielorrusia aún más opresiva del Presidente Alexander Lukashenko.
Rusia también ha desarrollado nuevos y sofisticados misiles de alcance intermedio que pueden transportar ojivas nucleares y ha modernizado significativamente sus Fuerzas Armadas, lo que hace que Europa sea más vulnerable, destaca el Times.
En ese sentido, Biden prometió el lunes que defenderá la “integridad territorial” de Ucrania. “No busco un conflicto con Rusia, pero responderemos si Rusia continúa sus actividades dañinas”, dijo. Mientras que el Presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, si bien lamentó que Biden se reuniera primero con Putin que con él, señaló que los miembros de la Alianza Atlántica confirmaron que Ucrania será parte de la OTAN.
Ya antes de su reunión con Putin, el Presidente de Estados Unidos había aclarado que no quiere un conflicto con Rusia, pero que le dirá al Mandatario ruso “lo que quiero que sepa”. Según el diario The Wall Street Journal, Biden ha dejado en claro que tiene la intención de desafiar a Putin sobre temas difíciles como la represión a la oposición rusa, la agresión de Moscú hacia Ucrania, la interferencia en las elecciones extranjeras y los recientes ciberataques. “Es nuestro interés común y el interés del mundo que cooperemos. Y veremos si podemos hacerlo. Y en las áreas donde no estamos de acuerdo, dejarle claro cuáles son las líneas rojas”, dijo Biden en una conferencia de prensa.
Ambos presidentes, que se reunieron en 2011 cuando Biden se desempeñaba como vicepresidente de Barack Obama, han tenido relaciones personales frías, han indicado que no quieren conflictos y que darían la bienvenida a relaciones más estables y predecibles. En una entrevista con la cadena NBC, antes de la reunión del miércoles, Putin dijo que Biden “es radicalmente diferente de (el expresidente Donald) Trump porque el Presidente Biden es un hombre de carrera. Ha pasado prácticamente toda su edad adulta en política”.
Putin agregó: “Ese es un tipo diferente de persona, y tengo la gran esperanza de que, sí, haya algunas ventajas, algunas desventajas, pero no habrá ningún movimiento impulsado en nombre del presidente estadounidense en funciones”.
Andrey Kortunov, director general del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, un grupo de expertos sin fines de lucro en Moscú, dijo a The Wall Street Journal que es probable que ambos líderes adopten un tono duro. “Biden no puede demostrar una excesiva suavidad hacia Putin, porque si lo hace, enfrentará críticas en casa”, apuntó. Kortunov agregó que “considerando la atmósfera política general en Rusia y las próximas elecciones (parlamentarias), no es fácil para él (Putin) que adopte un enfoque moderado hacia Estados Unidos”.