Iba en el auto camino a su comando, ubicado en Presidente Errázuriz, en Las Condes, acompañado de su esposa, Pía Adriasola y su principal asesor, Cristián Valenzuela. En ese trayecto, cerca de las 19.00, José Antonio Kast Rist reconoció en privado la derrota ante el abanderado de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, y comenzó a delinear lo que haría una vez que llegara a la sede de campaña.
Ahí, entró por la puerta trasera, donde no había acceso a la prensa, pero Canal 13 alcanzó a agarrarlo a su llegada y dijo escuetamente: “Primero quiero hablar con el equipo, pero claro lo que se ve es una diferencia importante, pero ya voy hacer un punto de prensa”.
Ya instalado en el comando, Valenzuela contactó por teléfono, a las 19.14, al diputado Giorgio Jackson para decirle que Kast quería felicitar a Boric. Giorgio Jackson le pasó su celular al triunfador y hablaron por cerca de dos minutos. Ahí, el líder de los republicanos, en un tono cordial, felicitó al Presidente electo y le deseó éxito. Unos minutos después, el equipo de Kast subiría una foto a su Twitter reconociendo públicamente la derrota e informando el llamado a Boric.
Mientras, en paralelo, el ministro de la Segegob, Jaime Bellolio, contactó a Valenzuela para informarle que el Presidente Sebastián Piñera quería hablar con Kast. Y así lo hicieron.
A esas alturas el ambiente en el comando era evidente: las caras de decepción y de tristeza de algunos militantes del Partido Republicano no se podían ocultar y tampoco la de los dirigentes de Chile Podemos Más que llegaron a la sede de campaña para acompañar a Kast, a quien recibieron entre aplausos.
En el lugar, además, había molestia porque, minutos antes de la llegada de Kast, el diputado electo del Partido Republicano Gonzalo De La Carrera reconocía, en un punto de prensa, el triunfo de Boric y decía que era casi imposible dar vuelta el escenario. De hecho, el jefe de campaña de Kast, Julio Feres, se acercó a interrumpir sus declaraciones pidiéndole que se detuviera, no obstante, De La Carrera hizo caso omiso.
Las razones de la derrota
Como sea, en el comando de Kast dicen que solo cuando estuvo el 13% de las mesas escrutadas, no antes, reconocieron la derrota en privado y que no había vuelta atrás. Dentro de los primeros análisis sobre por qué perdieron lo atribuyen a que se movilizó un electorado “por miedo a Kast” que se fue instalando en los últimos días: “miedo el fascismo, a la dictadura y al antimujeres”.
Las mismas fuentes sostienen que pensaban que en esta segunda vuelta iba a ver menos gente que acudiría a votar, lo que favorecería a Kast, pero que terminó pasando lo contrario y se convirtió en la elección con mayor participación desde la existencia del voto voluntario.
Por otro lado, en el oficialismo atribuían la derrota a varios factores, entre ellos, el tibio apoyo de Sebastián Sichel a Kast, el tema de género y las declaraciones de parlamentarios electos del Partido Republicano, principalmente, las de Johannes Kaiser, quien terminó renunciando a la colectividad, obligado, en medio de la campaña.
La esperanza
Si bien Kast en los últimos días tuvo dudas respecto a los resultados debido a que la mayoría de las encuestas arrojaban un resultado estrecho, empate técnico o, incluso, un triunfo de Boric, nunca perdió las esperanzas de dar una sorpresa este domingo.
Lo cierto, es que el escenario hace no mucho -en septiembre pasado- era muy distinto. Ahí, Kast y su equipo reconocían ser realistas y apostaban a obtener al menos un 15% de la votación, es decir, siete puntos más que en su primera aventura presidencial de 2017, donde solo llegó a competir a la primera vuelta y luego entregó su apoyo al entonces candidato Sebastián Piñera.
El objetivo que aspiraban era a consolidar al Partido Republicano y asegurar su supervivencia con al menos cuatro parlamentarios electos, lo que terminó siendo superado con creces alcanzando a obtener 14 en los pasados comicios, junto con sacar la mayor votación en la primera vuelta presidencial que lo llevó al balotaje de hoy.
Como sea, Kast en sus últimas horas transmitía que “no se le iba la vida si perdía”, desdramatizando así la derrota que se produciría unos minutos después.
“Hemos vivido tiempos increíbles. Hemos recuperado la fe, la esperanza. Hoy podemos decir que Chile ha ido reconstruyendo parte de su historia”, fua la primera frase de su discurso marcado por agradecimientos, en el que a ratos se quebró.
Acompañado por su mujer, y por su comando, Kast leyó el texto que había preparado ayer en caso de triunfar, pero que tuvo que acomodar a la derrota. Ahí, el candidato sostuvo que “cada uno de ustedes fue parte importante de esta etapa. Tenemos por delante grandes desafíos”.
“Lo primero que quiero hacer es felicitar a Gabriel Boric, él se merece todo nuestro respeto. Ganó en muy buena lid. Muchos chilenos confiaron en él. Y esperamos que tenga un muy buen gobierno. Y en lo que podamos, con nuestras legítimas diferencias, queremos ser un aporte para la patria. Tenemos que entre todos volver a unir a los chilenos, tenemos que volver a crecer, recuperar la fe en nuestro extraordinario país”, añadió Kast.
El exparlamentario también tuvo palabras para el Partido Republicano y los avances que han tenido en estos últimos años.
Hemos logrado algo increíble, hemos logrado ser un referente político, que partió prácticamente de cero y hoy contamos con una gran bancada de diputados y diputadas y un senador que sé que será un gran aporte”, indicó.
Kast afirmó, además, que “seguiremos trabajando, yo en el lugar y la forma en que me corresponda. Hoy es un tiempo de alegría para el comando de Boric, para él mismo, le deseo el mayor de los éxitos. Puede contar con nosotros en todas aquellas cosas que vayan en el bien de Chile”.
El camino al ascenso
Llegar a disputar la segunda vuelta, en todo caso, dicen en el equipo de Kast no fue algo al azar. Aseguran que fue fruto de un largo trabajo de años, de una carrera política que comenzó como concejal UDI, y que tuvo su primera aventura presidencial el 2017, ya fuera de ese partido, del cual se distanció por considerar que estaba cediendo a los principios que lo fundaron.
Tras su cuarto lugar en la presidencial del 2017, los 523.375 votos (7,93%) que obtuvo le permitieron construir una base electoral que continuó desarrollando con los años. Esos apoyos, de hecho, fueron los cimientos que permitieron la creación de la ONG Influyamos, luego el movimiento Acción Republicana y, posteriormente, la conformación del Partido Republicano, colectividad que comenzó a desplegarse en las regiones de todo Chile y que conformó candidaturas en las elecciones municipales, de constituyentes, cores y parlamentarias en torno a la figura de Kast.
Por esos años, el candidato presidencial continuaba recorriendo las regiones de Chile con el objetivo de visitar y conocer las 345 comunas de todo el país. Y, si bien la pandemia le impidió cumplir con el objetivo, el trabajo territorial logró que visitara más de 300 comunas. Hasta la semana pasada, Kast transmitía que recorrería las 45 que el faltan en enero.
Para esta elección, José Antonio Kast tempranamente admitía que sería candidato presidencial y diseñó una estrategia para posicionarse, principalmente a través de la confrontación en redes sociales. El estallido social, por ejemplo, marcó un hito en el discurso con que asumía esta nueva aventura: defensa irrestricta a Carabineros, con el orden y la seguridad al centro de su propuesta. De ahí también que criticara con fuerza al Presidente Piñera, interpretando la voz de quienes consideraban que era “blando” frente a la izquierda. Kast, quien no estuvo por firmar el acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, se convirtió además en rostro del Rechazo, cuestión que volvió a poner sobre la mesa sus apoyos al pinochetismo y a presos por violaciones a los derechos humanos en dictadura.
Otro de los puntos donde Kast se posicionó con fuerza fue en el tema migratorio. Ahí, llamó la atención con polémicas propuestas como la construcción de una zanja para contener la inmigración ilegal, cuestión que le aseguraba presencia en la prensa y las redes. De hecho, la polémica que se originó a inicios de octubre en la macrozona norte del país a raíz del tema migratorio permitieron a Kast tener una mayor visibilidad. Y, de hecho, desde ese mes en adelante comenzó a subir en los sondeos de opinión, mientras promovía algunas de sus propuestas en materia de migración como cerrar las fronteras para que la gente cruzara solo por los pasos habilitados.
Su ascenso, además, se vio fortalecido debido a una serie de errores que protagonizó el abandera dodel oficialismo en ese entonces, Sebastián Sichel, quien, entre otras materias, fue cuestionado por su ofensiva respecto al cuarto retiro previsional, generó tensiones con Chile Podemos Más y comenzó a cuestionar duramente a Kast, lo que fue duramente cuestionado por el sector.
Así, incluso, antes de la primera vuelta del 21 de noviembre, comenzaron los descuelgues de Chile Podemos Más en favor del abanderado republicano ya que, según comentaban en el oficialismo, logró representar mejor al conglomerado con sus ideas, sobre todo, en materia de seguridad.
De esta manera, Kast se terminó imponiendo en primera vuelta con 1.961.779 votos (27,91%) por sobre Boric con 1.815.024 sufragios (25,82%), logrando ese día al menos una victoria psicológica de cara al balotaje, debido a que históricamente quién pasa primero de la primera vuelta termina siendo el Presidente de la República. Hoy, el mito se rompe y José Antonio Kast fue derrotado con fuerza por Gabriel Boric.